jueves, 31 de diciembre de 2015

Feliz 2016.



Feliz año a todas y todos los compañeros que han hecho posible la realización de este espacio.

Feliz 2016.

martes, 22 de diciembre de 2015

Estados Unidos nos invadió porque quería abrogar los tratados.

Hoy hace 26 años, el 20 de diciembre de 1989, el ejército de Estados Unidos (EE.UU.) invadió Panamá. Muchos han catalogado aquel ataque como el más violento y desigual de la historia del Istmo. A pesar de ser uno de los sucesos más importantes del pasado reciente del país, aún hay muchas incógnitas en torno a lo sucedido en aquella fecha. El internacionalista Julio Yao conversa con La Estrella de Panamá sobre este evento y expresa una visión nueva de lo que llevó a EE.UU. a utilizar la violencia en nuestra contra.

¿CÓMO SE DEBE VER LA INVASIÓN, 26 AÑOS DESPUÉS?
Es un hecho muy complejo, que no se ha analizado sistemáticamente de manera integral.

¿NO LO ENTENDEMOS EN SU JUSTA MEDIDA?
No lo entendemos, en gran parte, porque la invasión todavía está bajo el efecto de la percepción que tenemos, en gran parte inculcada y sembrada, tanto a los panameños como a nivel internacional. Buena parte de esa percepción se debe a hechos que no son ciertos.

SI HAY UNA FALSA PERCEPCIÓN, ¿QUÉ ES LO QUE NO CONOCEMOS?
Lo que no se ve es la mano oculta. La verdadera razón de la invasión reposa en documentos que aún siguen siendo clasificados. Yo tengo uno de esos documentos y puedo hablar de él.

SE NOS HA DICHO QUE LA INVASIÓN FUE PORQUE HABÍA QUE SACAR A MANUEL ANTONIO NORIEGA DEL PODER...
No es cierto. Sacar a Noriega era un pretexto, el verdadero objetivo era abrogar los Tratados Torrijos-Carter para que Estados Unidos mantuviera el control del Canal por mucho tiempo, aún después del año 2000. También, para plantar las bases de una política exterior que fuera más afín a los intereses de Estados Unidos.

¿LOS TRATADOS TORRIJOS-CARTER FUERON UN ERROR DEL QUE ESTADOS UNIDOS SE ARREPIENTE?
La mayor parte de los investigadores, quizás todos, coinciden en que la invasión fue un error. Voy a mencionar dos altos funcionarios estadounidenses: Fred Woerner, quien fue jefe del Comando Sur. Él se opuso totalmente a la invasión y a las provocaciones a las Fuerzas de Defensa. Él dijo que nada de eso era necesario. Como se opuso, lo sacaron del poder. El otro funcionario es Vernon Walters, embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas. Él le dijo al presidente George Bush que estaba en contra de todo lo que se estaba haciendo contra Panamá y Noriega, que no eran acciones necesarias. Mientras él hablaba con Bush para que no tomara acciones, un grupo de panameños fueron al Congreso a pedir la invasión.

DICE QUE ESTADOS UNIDOS QUERÍA REVERTIR LOS TRATADOS. ¿EL MUNDO LO HUBIERA PERMITIDO?
Las grandes potencias, Estados Unidos en concreto, hacen lo que les da la gana. Ellos querían abrogar los tratados completamente. Incluso se lo pidieron a Omar Torrijos, pero como se negó a eso y a cortar relaciones con los japoneses, lo mataron, dice John Perkins en su libro ‘Confesiones de un sicario económico'.

¿CUÁL ERA EL MIEDO DE ESTADOS UNIDOS CON JAPÓN?
En esa época eran la segunda potencia del mundo, en ese momento, con posibilidades de ser la primera gran potencia, según Estados Unidos, en un periodo de 20 años después de 1986 según el documento en mi poder y el que dice por qué había que desestabilizar a Panamá. Japón había negociado con Torrijos, y luego con Noriega, hacer un canal a nivel o estudiar qué otra alternativa era mejor.

JAPÓN QUERÍA CONSTRUIR OTRO CANAL, ENTONCES...
Estaban interesados en un nuevo Canal o en una transformación para aumentar la demanda.

¿NORIEGA FUE UN CHIVO EXPIATORIO?
Noriega fue un chivo expiatorio para la geopolítica estadounidense en relación con los llamados ‘intereses vitales de Estados Unidos'.

¿POR ESO NORIEGA ES EL ÚNICO QUE HA SIDO CONDENADO?
Cada uno tendrá que resolver sus responsabilidades legales, si aún están pendientes.

QUE SOLO ÉL ESTÉ PAGANDO, ¿ES ALGO PLANEADO?
¡Sí! Henry Kissinger decía que para resolver un problema, había que crearlo primero. El problema no existía, porque Noriega no era problema para Estados Unidos. Noriega era muy amigo de los Estados Unidos. El problema lo crearon a raíz de sus intereses, porque se metió la guerra en Centroamérica y el Congreso prohibió ayudar a la contra y hubo que utilizar métodos encubiertos. Quisieron involucrar a Noriega y él se negó. Eso fue lo que pasó: como se negó, lo amenazaron y le dijeron que tenía que atenerse a las consecuencias.

¿NORIEGA SABÍA QUE VENÍA LA MASACRE?
Noriega sabía que iba a haber una presión muy grande; pero ignoraba que los estadounidenses se decidirían a invadir. Los documentos que tengo no hablan de invadir, hablan de sacar a Noriega, poder abrogar los Tratados, y mantener buenas relaciones con las Fuerzas de Defensa, eso es lo que dicen. Querían abrogar unos tratados firmados de forma tan solemne ante los ojos del mundo a través de una invasión. Eso es completamente ilegal.

¿Y POR QUÉ JAPÓN NO REACCIONÓ ANTE TODO ESTO?
Hay que recordar que Japón tiene acuerdos de seguridad con Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial. No pueden tener ejército ni hacer la guerra, aunque tienen autodefensas que les da cierto poderío militar. Los estadounidenses presionaron fuertemente a los japoneses para que se separaran de Panamá (primero de Torrijos y luego de Noriega, ya que ambos tenían la misma línea sobre el rol que debían jugar los japoneses). Ni Torrijos ni Noriega querían quedar, otra vez, bajo la dependencia de Estados Unidos y querían hacerles un contrapeso.

ESTAS TEORÍAS, EL ROL DE JAPÓN, ¿SON CONOCIDAS POR LA GENTE?
Lo de Japón no se conoce mucho.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE CONOCER ESTOS HECHOS?
La historia es lo más importante, es lo que te guía hacia el futuro. Si no sabes de dónde vienes, no sabes hacia dónde vas. Más que la historia hay que saber la verdad. La verdad se divide en mi verdad, tu verdad y la verdad. Se debe buscar una aproximación lo más coherentemente posible de lo que sucedió.

LA VERDAD QUE SE CONOCE ¿CUÁL ES?
La impuesta por los Estados Unidos.

¿NORIEGA SE ATREVERÁ, EN ALGÚN MOMENTO, A DECIR LO QUE SABE?
En las memorias del general Noriega hay una cita de Lao Tse que dice lo siguiente: ‘Los que saben, callan; los que hablan, no saben'. Eso lo resume todo: Noriega sabe mucho, aunque quizás no todo. Hace poco pidió perdón, sin especificar por qué.

¿ESE SILENCIO LO MANTIENE CON VIDA?
A él lo mantienen con vida varias cosas: Es un hombre fuerte, mental y emocionalmente.

¿NO SERÍA PELIGROSO QUE ÉL EMPEZARA A HABLAR?
Pero no lo ha hecho. No conozco mucho la filosofía de los militares, pero he escuchado que a veces tienen un código de silencio.

¿QUIÉN MÁS, APARTE DE NORIEGA, DEBE HABLAR Y NO LO HA HECHO?
Los que todavía están vivos y estuvieron cortejando a los Estados Unidos, los que saben que hicieron cosas malas. Si Noriega pidió perdón, muchos otros deben pedirlo.

LAS VÍCTIMAS DE LA INVASIÓN AÚN SE DESCONOCEN...
Una vez el ex procurador de Estados Unidos, Ramsey Clark, dijo que en Panamá había entre 4 mil y 7 mil muertos. Nadie sabe la cifra exacta. Yo conduje una investigación de varios años, y sé que fueron varios miles. Si son 4 mil como dice Clark, es demasiado para un país tan pequeño que no tenía ejército ni fuerza aérea ni un radar. Ese es un crimen de lesa humanidad superior a cualquier otro ocurrido en el mundo (Vietnam, Irak, etc.). El mundo ha callado por hipocresía, temor, y por la gran manipulación mediática internacional. Los gringos en esto son muy eficientes, tienen un control mediático muy eficiente.
==========

‘[La invasión] es un crimen de lesa humanidad superior a cualquier otro ocurrido en el mundo (Vietnam, Irak, etc.). El mundo ha callado por hipocresía, por temor y por la gran manipulación mediática'.

José María Torrijos Legazpi

La invasión y las falacias históricas.

Por Olmedo Beluche

Sobre las razones de la invasión norteamericana contra Panamá, el 20 de Diciembre de 1989, al igual que sobre otras coyunturas políticas importantes, como la separación de Colombia en 1903, empiezan a tejerse una serie de falacias históricas mediante las cuales algunos sectores políticos quieren falsear su pasado dándole una envoltura heroica que no tuvieron. Las fuentes de esas falacias provienen de dos sectores contrapuestos: la oligarquía proimperialista y sus medios de comunicación, para quienes la invasión fue la "restauración de la democracia" perdida en 1968; la otra la constituyen sectores del Partido Revolucionario Democrático y el régimen militar, que intentan adornar el noriegato con unas luces antiimperialistas que no tuvo.

El régimen previo al 68 no fue democrático, como no lo es el actual

La corriente ideológica principal, idealiza al régimen político previo a 1968 presentándolo como una supuesta "democracia" interrumpida por un régimen militar odioso y odiado. La invasión del 89 se habría llevado al dictador y habría restaurado la democracia, según esa versión. La exaltación del régimen previo al golpe del 11 de octubre va de la mano con la supuesta democracia con que se describe al régimen post-invasión.

Cualquiera que escarbe un poco en los libros de historia y los diarios de la época puede darse cuenta que el régimen político panameño, anterior a 1968, aunque tenía elecciones periódicas como el actual, estaba compuesto por una corrupta institucionalidad al servicio de unas cuantas familias oligárquicas, serviles de los intereses norteamericanos, que decidían en el Club Unión la sucesiones presidenciales y las curules de diputados. Clase social que coqueteaba desde 1903 con la colonia zoneíta y que había intentado imponer los Tratado Tres en Uno.

Una oligarquía que había apoyado todos los fraudes electorales del Partido Liberal, hasta que Robles postuló a David Samudio, que pretendía una tímida reforma fiscal para que pagara impuestos el "club de los exonerados". Para impedirlo, se aliaron a su enemigo histórico, Arnulfo Arias, y desataron la crisis que culminó en el golpe de estado.

En una frase: el régimen anterior al 68 era tan corrupto, tan oligárquico, tan antidemocrático, tan antipopular, tan proimperialista, como el régimen actual. Así que, si alguien quiere conocer la verdad sobre esa "democracia", que murió el  11 de octubre, que asome la cabeza por la ventana y vea la "democracia" que impusieron los imperialistas yanquis el 20 de Diciembre del 89. Esa oligarquía, desplazada del gobierno por los militares, siguió gozando de las mieles del poder económico logrando amasar grandes fortunas bajo el auspicio de los coroneles.

Los sectores sociales y políticos de la derecha panameña se niegan a aceptar que el 20 de Diciembre del 89 hubo un genocidio en Panamá. Niegan el hecho o lo "justifican" insinuando que los muertos de la invasión eran "batalloneros", como queriendo decir "delincuentes". Y cuando ya no pueden argumentar más, sacan a relucir los asesinados por la dictadura entre 1968 y 1971, pero se les olvida el detalle de que esos otros muertos eran todos comunistas, revolucionarios de izquierda y que, entre ellos, no había ningún burgués, por supuesto. 

El régimen militar tuvo tres etapas diferenciadas

El régimen militar tuvo al menos tres momentos diferenciados: el primero 1968-69, claramente represivo y antiipopular; el segundo, 1971-77, de carácter populista, nacionalista y keynesiano; el tercero, 1978-89, pero más claramente 1981-89 (después de la muerte de Torrijos), neoliberal y antipopular.  Sí, el régimen militar bajo Manuel A. Noriega aunque tuvo rasgos heredados, no fue igual al de Omar Torrijos.

A partir de la década de 1980, nuestro continente y el mundo entraron en una nueva fase política caracterizada por la crisis económica, el fin del "boom" económico de la post guerra, el Consenso (neoliberal) de Washington, el triunfo de una serie de gobiernos reaccionarios en las principales potencias capitalistas y una ofensiva contra las conquistas sociales y económicas de los trabajadores. A Torrijos le tocó el inicio de esa transición, pero su propia y sospechosa muerte es parte del cambio de época en Centroamérica.

Noriega y su predecesor, Rubén D. Paredes, gobernaron cuando el signo de América Latina pasó a estar regido por el Consenso de Washington y el gobierno del ultraconservador Ronald Reagan y George Bush (padre). La cúpula militar panameña colaboró consciente y activamente en ese nuevo modelo económico y político, enterrando poco a poco las concesiones sociales y cambiando de la retórica anticolonialista de Torrijos a las  genuflexiones proimperialistas de Paredes y sus amenazas a Nicaragua sandinista.

Lo acuerdos entre el régimen militar panameño y el imperialismo yanqui a inicios de los 80

En la década de 1980 había tres objetivos centrales de la política norteamericana en Panamá, en coincidencia con la cúpula militar: 1. Que las elecciones de 1984 dieran la impresión de "retorno a la democracia"; 2. Que el gobierno surgido de esas elecciones aplicara un riguroso plan neoliberal; 3. Que la transición del canal se hiciera bajo control y seguridades para los intereses norteamericanos.

Los dos primeros objetivos se pretendieron cumplir con la imposición de Nicolás A. Barletta como candidato presidencial del PRD, el cual había sido funcionario del Banco Mundial. El tercer objetivo consistía en convertir la Guardia Nacional en un ejército (Fuerzas de Defensa) que sustituyera al ejército yanqui en el traspaso de 1999, objetivo en el que Noriega puso un empeño particular.

En 1983-84 hubo acuerdo completo entre el gobierno norteamericano y el régimen de Noriega en esos tres aspectos. La ley que creó las Fuerzas de Defensa contó con financiamiento del Pentágono hasta 1988. Se impuso a Barletta, primero en el PRD (del cual no era parte), y luego a nivel nacional mediante un fraude electoral escandaloso. El primer acto de gobierno de Barletta fue un decreto neoliberal que obligó a los empleados públicos a irse a una huelga general. Ahí empezó a torcerse la cosa.

Las luchas populares pusieron en jaque acuerdo Noriega-Bush

La ola de huelgas que sacudió al país entre 1984 y 1985 no ha tenido parangón en la historia. La creación de la FENASEP y sus constantes Jornadas de Lucha; el surgimiento de COCINA, como coordinadora docente, salud y estudiantil con sus huelgas; y los paros nacionales de CONATO; con incontables movilizaciones diarias, pusieron en crisis el acuerdo entre el imperialismo yanqui y el régimen del general Noriega.

Las luchas populares contra el plan neoliberal del gobierno de "Fraudito", son el punto de inicio de la crisis que desembocará en la invasión, porque esas luchas paralizaron la aplicación de las medidas neoliberales y llevaron a la crisis de credibilidad del gobierno y del régimen militar. Pese a que Noriega sacrificó un peón, con la deposición de Barletta, se mantuvo su acuerdo con Estados Unidos los años subsiguientes. Todavía en marzo de 1986 se impuso a sangre y fuego una reforma neoliberal al Código de Trabajo.

Con el trasfondo de movilizaciones y huelgas contra la continuidad del plan neoliberal por el régimen Del Valle - Noriega, es la disputa por el poder entre los coroneles (Díaz Herrera) la que vuelve a escalar la crisis en junio-julio de 1987.

A este punto, mediados de 1987, la fuerza de la movilización y la crisis de credibilidad del régimen llegó a tal grado que el imperialismo yanqui tomó dos medidas complementarias: 1. Solicitarle a Noriega que pusiera una fecha para su jubilación de manera que se disimulara que el "poder real estaba en los cuarteles"; 2. Empezar a construir una dirección burguesa de recambio, pero con la credibilidad de la que carecían los partidos tradicionales de la oligarquía, para lo cual apoyó la creación de la Cruzada Civilista, dirigida por los gremios empresariales.

Recién a mitad de 1987 es cuando empiezan las contradicciones entre el régimen de Noriega y el gobierno de Estados Unidos, las cuales escalan a inicios de 1988 cuando se formaliza la acusación contra Noriega por narcotráfico y cuando el Departamento de Estado ordena a Del Valle que intente destituir por la fuerza al general. Aquí ya se ha producido la ruptura definitiva del acuerdo que databa de 1983-84. Aquí es cuando sectores de la oligarquía que habían estado con los militares, como los hermanos Lewis Galindo, se apartan y crean el Grupo Modelo para lanzar la estrategia del recambio.

El imperialismo interviene para salvar su plan de democracia neoliberal y Noriega se disfraza de antiimperialista para seguir gobernando

Para defender su posición Noriega también cambia y, de aliado dócil de Estados Unidos, pasa a levantar un discurso nacionalista y antiintervencionista.  Pero ese ropaje "antiimperialista" no le sentaba muy bien al general que ya carecía de credibilidad en amplios sectores de la población por sus actos anteriores. Durante el crítico año de 1988, el régimen militar levanta un discurso que oscila entre confrontación y enamoramiento con el gobierno de Bush; se reprime a los sectores sindicales, a la vez que se crean milicias como los Batallones de la Dignidad, pero muy controlados por la oficialidad.

Los sectores independientes del movimiento popular estuvieron atrapados entre dos posiciones extremas encabezadas por fracciones opuestas de la burguesía que influían en la mentalidad de la gente: 1. El régimen militar que denunciaba la intromisión imperialista y la agresión creciente que presagiaba la invasión, pero que vulneraba los derechos económicos, sociales y democráticos; 2. La oposición nucleada en la Cruzada, que sólo enfatizaba el problema democrático, pero se hacia de la vista gorda ante la creciente agresión del Comando Sur y las sanciones contra el país.

Esa realidad hizo difícil a la izquierda panameña encontrar y explicar un discurso revolucionario que fuera antiimperialista sin claudicarle a los militares, y que fuera democrático y social sin parecer que se coqueteaba con la Cruzada Civilista y el intervencionismo yanqui.

La anulación de las elecciones de 1989 puso en evidencia las inconsecuencias del régimen: 1. Estas fueron pacíficas durante la campaña y conteo de votos, sólo se rompieron cuando Endara-EE UU se negaron a aceptar continuidad de Noriega en la Comandancia; 2.El mando militar usó policías disfrazados de "batalloneros" para apalear a la oposición en Santa Ana, tratando de cubrirse con que fueron los "comunistas".

El golpe de Giroldi, el 3 de octubre, demostró que el problema para EE UU no era solo Noriega, sino que había intenciones de invadir para destruir toda la institucionalidad precedente, creando un régimen político dócil a los dictados de Washington, que aplicara el esquema neoliberal, pero con apariencia "democrática" y se resolviera el tema del canal a manos seguras de acuerdo a los intereses yanquis.

La invasión y el comportamiento cobarde de Noriega y del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa, salvo contadas y honrosas excepciones, demostraron la inconsecuencia de su discurso antiimperialista. Ninguno de los altos oficiales cayó en combate. Ni siquiera organizaron la resistencia. Los que combatieron, oficiales, suboficiales, tropas, batalloneros y ciudadanos, lo hicieron por su cuenta e improvisando. Ni si quiera se advirtió a la población.

La invasión impuso el régimen oligárquico, corrupto y neoliberal que tenemos

Sobre las ruinas humeantes de El Chorrillo, sobre las fosas de cadáveres no identificados, y la economía destruida, en 1990, el gobierno norteamericano impuso el acuerdo político que dio nacimiento al actual régimen político panameño. Los dirigentes del PRD, de la Democracia Cristiana (PP), del Arnulfista (Panameñista) y del Molirena auspiciados por EE UU acordaron el reparto institucional sin mediar nuevas elecciones ni Asamblea Constituyente. Allí nació el régimen antidemocrático, oligárquico y corrupto que padecemos hoy en día.

El baño de sangre de diciembre de 1989 se vio seguido, en junio de 1990, con el llamado "Convenio de Donación", por el que Estados Unidos daría financiamiento al gobierno panameño a cambio de someterse a los planes dictados por Banco Mundial, el FMI y el BID. Ese detallado plan económico ha sido seguido al pie de la letra por todos los gobiernos que han pasado estos 25 años, no importa la camisa de qué partido político se pongan. Privatizaciones, despidos de empleados públicos, alzas de impuestos al consumo y baja de impuestos a los que más ganan, reformas a la seguridad social, descomposición de las escuelas y centros de salud del estado, etc.

La liquidación de la soberanía nacional en 1989, creo las condiciones para que los partidos del régimen de la invasión pactaran el nuevo título constitucional sobre el canal que permitió convertir a la vía revertida en una nueva "zonita" fuera del control del pueblo panameño y en manos de un puñado de oligarcas. De esa manera se le da el "uso menos colectivo posible", y los millones del canal son desviados a gastos superfluos de los que se benefician algunos empresarios, mientras la deuda social sigue creciendo.

Incluso con el gobierno de Pérez Balladares, los norteamericanos intentaron mantener una base militar disfrazada de combate al narcotráfico, el CMA. Fracasado ese plan han ejecutado con los sucesivos gobiernos acuerdos de seguridad, que les garantizan su presencia e intervención solapada, como: el Salas-Beker, el Plan Mérida y las bases aeronavales. Todo ello arropado por el Pacto de Neutralidad de 1977, que nos cubre "bajo el paraguas del Pentágono (Torrijos dixit), verdadero Hay- Bunau Varilla del siglo XXI.

Así que toda la irracionalidad que pueda haber detrás del genocidio de Diciembre de 1989, obedece a una racionalidad con arreglo a fines para los intereses del imperialismo yanqui, que se ha venido ejecutando durante un cuarto de siglo.

Así que, los jóvenes de hoy, no piensen que la invasión fue un hecho del pasado que le sucedió a una gente por aquel tiempo. No. La invasión y sus consecuencias se siguen sintiendo cada día y la sufren las generaciones presentes: con el régimen corrupto, con la falta de empleos, con el desastre de los servicios públicos, con un canal ajeno alas necesidades del pueblo panameño.

domingo, 13 de diciembre de 2015

¿Cómo se ve el panorama del futuro próximo?

Oscar Ugarteche

ALAI AMLATINA, 11/12/2015.-  El problema de la economía internacional está centrado en el impacto de las políticas de ajuste en las economías líderes: Japón, Estados Unidos y Europa.  La caída del consumo en estas economías tiene un efecto depresivo en la demanda de materias primas y de comercio internacional en general.

Lo que eso significa es que los precios de las materias primas son precios débiles, sujetos a vaivenes financieros y que los exportadores de materias primas la están pasando mal, con tasas de crecimiento menores de lo que eran hace cinco años.

El otro lado de los precios de las materias primas son las tasas de interés que, estando en niveles negativos desde hace casi ocho años, están impactando sobre los niveles de arbitraje que se están llevando a cabo.  Esto es serio porque levantó exageradamente los precios y ahora los deprime, mucho más allá de lo que lo harían la oferta y demanda reales.

Al otro lado, el consumo de bienes finales ha bajado en los tres espacios mencionados y eso ha impactado sobre el comercio exportador de China, que crece liderado por exportaciones.  Todos han indicado que las exportaciones no lideran más el crecimiento pero el tiempo de virar las políticas de exportadoras orientadas al mercado interno no es corto ni sencillo.  Para virar se necesita que los salarios suban, el empleo crezca y la tasa de inversión se mantenga alta, orientada a actividades internas.

China tiene una tasa de crecimiento muy alta, no obstante lo que dice la prensa occidental, pero el largo enfriamiento mundial está afectando su comercio.  No hay nada que indique que este largo enfriamiento occidental vaya a recuperarse, a pesar de que la prensa occidental habla del auge europeo cuando pasa de 0.3 a 0.4% de crecimiento y de recesión cuando la economía china desciende de 7.1% a 7%.  Ese tipo de manejo desinformativo lo que hace es encubrir el desconcierto que hay con lo que pasa y con las teorías que lo sostienen.  Si todo estuviera bien, Estados Unidos no habría pasado al segundo lugar en la economía mundial medido en paridad de poder adquisitivo (PPP, por sus siglas en inglés) según el CIA World Factbook, ni Gran Bretaña hubiera descendido del segundo lugar en el mundo al décimo primero entre 1975 y 2015.

Hay un problema de incomprensión y de desconcierto de cómo hacerlo.  Si Janet Yellen anuncia que el FED (Reserva Federal estadounidense) sube la tasa de interés, el consumo en Estados Unidos se cae, y el PIB con él.  La tasa de crecimiento del consumo es frágil y muy volátil.  Si no lo hace, los bancos se meten en un lío.  No pueden estar más tiempo con tasas de interés cero que no les permite prestar.  Les permite invertir y hacer arbitraje, pero no prestar y sin préstamos no hay inversión real ni recuperación de la tasa de inversión.  Quizás por esto es que se ha visto tanto fraude en los mercados cambiarios, de commodities y de tasas de interés.  Es la desesperación por tener ganancias a toda costa, aunque deban pagar multas multimillonarias.  Pero eso no puede ser indefinido.  Los nueve bancos más grandes han pagado 300 mil millones de dólares en multas en los últimos tres años.  Eso equivale a la suma del PIB del Perú más Ecuador más Panamá; o Colombia más Ecuador.

Las tasas de interés.

Nunca en la historia la tasa de interés ha sido negativa por tanto tiempo.  Esto no pasaría de ser un dato anecdótico si no fuera porque tarde o temprano debe regresar a su nivel histórico del 6%.  ¿Se puede sostener una tasa tan alta con crecimientos que rondan entre 0 y 2% en las economías líderes?  O diremos, las ex economías líderes.  Hay un problema allí.  Si Estados Unidos sube su tasa y no Europa ni Japón, entonces el dólar se fortalece aún más y se debilita más a Europa y a Japón.  Como Estados Unidos casi no exporta en relación a su PIB (11% del PIB), no le interesa mucho el asunto.  A la inversa, comprar barato en dólares es mucho más importante sobre todo si se compra la planta productiva del mundo, que es la idea del TPP y TTIP (Acuerdo de Asociación Transpacífico y Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión, respectivamente); y los derechos para brindarle los servicios al mundo.

Si se mira el PIB de Estados Unidos, es más fuerte que el crecimiento de Europa o Japón, pero es como decir que un paciente con cáncer al páncreas está mejor que uno con leucemia, o alguna otra enfermedad muy grave.

El resto del mundo empresarial que ha tomado dinero prestado en dólares, euros y yenes a tasas cero va a resentir cuando éstas suban a, digamos, 3%.  La cartera de los bancos en ese momento va a sentir el peso de operaciones efectuadas en un mercado distorsionado.  Por eso los bancos prestan muy poco para producción y lo hacen más para consumo a tasas muy altas.

El negocio de la guerra.

La escalada de la guerra es evidente.  Lo que comenzó como la invasión a Irak, montada como una película sobre una gran aventura para ver si Estados Unidos conseguía agilizar el multiplicador fiscal, no lo logró.  Sí logró agilizar los índices precio/ganancias de las empresas que cotizan en bolsa que están relacionadas a las actividades de defensa y alta tecnología de comunicaciones y transporte.  Así, los índices financieros suben, mientras el PIB no va a ninguna parte y el desempleo se maquilla detrás de las personas que dejaron de buscar empleo.

La política de sembrar vientos ha dejado una cosecha de tempestades que ha regresado a casa y Europa se ha convertido en el primer blanco.  Como en Siria, Europa es un blanco para Estados Unidos, que se lo quiere sacar de encima para quedarse en una relación bilateral con China; y es un blanco para los sectores musulmanes más radicales, que son gente joven, pobre, que no tiene nada que perder.  Todos recordamos que fue la CIA quien inventó Al Qaeda para frenar la presencia rusa en Afganistán hace treinta años.  Se les fue de las manos.  La multiplicidad de grupos derivados de ese radicalismo ha abierto una guerra de guerrillas mundial que es fenomenal para las empresas de alta tecnología, pero fatal para la vida cotidiana en Europa, hasta ahora.  Esto es, fuera de Oriente Medio, donde en nombre de la democracia ahora hay regímenes religiosos intolerantes en casi todas partes donde se produjo una de esas insurrecciones “democráticas”.  Extraña definición de democracia.

Lo que está claro es que el multiplicador fiscal de estas guerras de guerrillas es inexistente.  Los PIB no crecen en ninguno de los países occidentales metidos en la guerra, arrastrados por el gasto en defensa.  En cambio, los efectos sobre desplazamientos poblacionales derivados de la guerra están a la vista.  Hay tantos desplazados como en la segunda guerra mundial.  Estados Unidos sembró vientos en Medio Oriente y las tempestades llegaron a las costas europeas.  La mitad de Siria está desplazada.

América Latina.

La navegación por instrumentos de los bancos centrales de América Latina parece estarse alineando con la próxima reconversión del Banco Central de la República Argentina a la línea “correcta”.  El único problema es que si el mundo no crece, por lo dicho al inicio, América Latina tampoco, y se puede retornar a las políticas que tenía Argentina antes y que la llevaron a la crisis del 2001, y eso no va a garantizar crecimiento económico.

Esa es la desesperación en el Perú en la campaña electoral.  Los tres candidatos de derecha que podrían ganar están atados al mantra de la eficiencia del mercado, a pesar de haber pasado por el 2008 con los ojos abiertos y haber visto cómo el “mercado” fue rescatado.  México es un caso patético donde la falta de crecimiento va acompañada por la necesidad de darle un margen de ganancia a los inversionistas de corto plazo en un mercado desregulado e integrado con Estados Unidos.  Así, las probabilidades que suban la tasa de interés en América Latina cuando suba en Estados Unidos son todas, con el impacto negativo sobre el consumo mexicano y del resto.  Los efectos en Brasil están a la vista.

Sea quien sea el gobernante, no va a haber mucho crecimiento económico.  Lo peligroso es que dejemos de pensar y se sienten los bancos centrales sobre teorías que no están teniendo resultados en las economías más avanzadas.  El proceso crítico que se inició en el 2008 ya llegó a América Latina y está para quedarse hasta que se relance la economía mundial, salvo que alguien retome la idea de mercados internos en América Latina, como lo ha hecho Bolivia.

En suma, no se ve bien ni está claro el horizonte.  Lo cierto es que marchamos hacia el futuro con la derecha a pie firme, y con la garantía de mayor concentración del ingreso y tasas muy bajitas de crecimiento que podrían converger con las europeas en el mediano plazo.

- Oscar Ugarteche, economista peruano, es investigador titular del Instituto de Investigaciones Económicas UNAM (México), SNI/CONACYT, Coordinador del proyecto Obela www.obela.org.

* Artículo publicado en la Revista América Latina en Movimiento, No. 510 (diciembre 2015) sobre el tema ¿Fin del ciclo progresista? http://www.alainet.org/es/revistas/510

Ecocidio en curso.

Marcelo Colussi

La actividad productiva del ser humano, imprescindible para su sobrevivencia, modifica el medio ambiente. Esa es una característica distintiva básica que nos diferencia de todo el reino animal: nuestro trabajo va creando un mundo nuevo, “artificial” podría decirse: desde la primera piedra afilada por el Homo Habilis hace dos millones y medio de años hasta las estaciones espaciales que circundan el planeta, ese proceso nunca se ha detenido, y no se ven motivos para que suceda.

La productividad humana crece; eso siempre ha sido así, y sumado a los cambios que experimenta el clima a lo largo de los años, de los siglos o de los milenios, el medio ambiente en que nos movemos como especie sufre modificaciones a las que debemos ir adecuándonos.

Pero algo está sucediendo desde hace un par de siglos, que no puede explicarse solo por razones naturales. En estos últimos 200 años los cambios en el clima han sido abrumadoramente dramáticos. Todas las evidencias científicas así lo atestiguan.

Catástrofes derivadas de la obtención de recursos necesarios para la vida no son nuevas en nuestra historia; el agotamiento de selvas o de tierras cultivables por la sobre-explotación marcan el paso del Ser Humano por el planeta (pensemos en el agotamiento de la gran cultura maya en nuestras tierras, por ejemplo). Sin embargo, desde que entra en escena el capitalismo con su Revolución Industrial, la producción cambió radicalmente: se empezó a producir no sólo para satisfacer necesidades sino, ante todo, para vender, para obtener lucro económico. En otros términos: se comenzaron a “inventar” necesidades, pues todo pasó a ser mercancía. Todo, absolutamente todo se comienza a hacer para el mercado: la salud, la educación, la espiritualidad, el sexo, la diversión, etc.

Debe quedar claro que el cambio climático por efecto del calentamiento global es un proceso natural que comenzó hace 12,000 años atrás a partir del retiro de la última glaciación, luego de lo cual se pudo llegar a la agricultura y a la domesticación de los primeros animales, transformándose el Ser Humano de nómada en sedentario. Surgió ahí el establecimiento fijo de sociedades agrarias con una producción excedente, a partir de lo que nacen las aglomeraciones humanas basadas en la propiedad privada con clases antagónicas. Desde ese entonces ya conocemos la historia: las clases poseedoras defienden a muerte (¡a muerte!) su propiedad, y la “violencia” se ha transformado en la “partera de la historia” (ningún cambio en las relaciones de poder ha sido –ni parece que pudiera ser– pacífico). Quien tiene, quien se siente poseedor, se resiste a ceder lo que considera propio (propietario de los medios de producción, el varón de las mujeres, etc.)

En estos momentos cursamos el final de ese proceso de glaciación por el deshielo de los polos Norte y Sur y de los glaciales en las cordilleras del Himalaya, Los Andes y Los Alpes. Pero a ello hay que sumar algo novedoso: en el actual calentamiento global hay mano humana comprometida. La industria moderna, que se alimenta en muy buena medida de productos no renovables para su funcionamiento, ha causado daños irreparables a los ecosistemas. No pareciera que el actual ecocidio fuera consecuencia de ciclos naturales: el desmedido afán de ganancia ha llevado a la presente (y catastrófica) situación.

Esa cultura del consumo a que dio lugar el capitalismo mercantil es insostenible, más aún la basada en el petróleo. Al generarse artificialmente las necesidades, eso no tiene fin. De ese modo, en función de ese modelo de desarrollo, el planeta se está empezando a poner en serio riesgo, pues todo entra en la lógica de la depredación, todo pasa a ser botín. Es decir: el planeta en su conjunto se constituye en materia prima para una industria que lo único que busca es vender, forzar a consumir a cualquier precio.

Esa locura consumista puede observarse a diario en cualquier rincón del planeta, pero este momento puntual entre fines de noviembre y principio de diciembre del 2015 permite apreciar en su más descarnada expresión la contradicción en juego: mientras se reúnen en París, Francia, mandatarios de todos los países del mundo más una presencia enorme de técnicos y allegados que eleva la cifra de participantes a 45,000 personas, todos oficialmente empeñados en detener el cambio climático en curso, la proximidad de las absurdas fiestas navideñas ha disparado una vez más la típica fiebre del consumo de esta época, haciendo que se aumente exponencialmente la venta de las más interminable lista de productos. ¿Realmente se quiere salvar el planeta? Pareciera que no. ¿Hay acaso alguna declaración, o siquiera mención, en la Cumbre de París sobre este aluvión de consumo navideño irracional?

Es eso, el alocado consumo de “necesidades inventadas”, lo que produce el colapso de la Madre Tierra, y no otra cosa. El problema no es el “natural” cambio climático; el verdadero problema es el modelo capitalista en curso. La progresiva falta de agua dulce, la degradación de los suelos, los químicos tóxicos que inundan el globo terráqueo, la desertificación, el calentamiento global, el adelgazamiento de la capa de ozono que ha aumentado por 13 la incidencia del cáncer de piel en estos últimos años, el efecto invernadero negativo, el derretimiento del permafrost o permagel, son todas consecuencias de un esquema productivo devastador que no tiene sustentabilidad en el tiempo. ¿Cuánto más podrá resistirse esta rapiña de los recursos naturales? Las sociedades agrarias “primitivas”, o inclusive las tribus del neolítico que aún se mantienen, son mucho más moderadas en su equilibrio con el medio ambiente que el modelo industrialista consumidor de recursos no renovables que puso en marcha el capitalismo.

Ahora bien: ¿para qué entonces esas periódicas reuniones monumentales donde se discute, supuestamente, el destino de la Humanidad y de su casa común, el planeta Tierra, tal como la que ahora se vive en París? ¿Para qué toda esta parafernalia, insustancial en definitiva, que se mueve de un punto a otro del mundo cada tantos años: Montreal, Nairobi, Kyoto, Copenhague, Cochabamba, París? ¿Por qué la situación no mejora realmente? Pues porque no hay la mínima intención de cambio en las grandes corporaciones globales que manejan el mundo. Así de sencillo.

¿Para qué se reúnen entonces, con tanta pompa y bulla, estas Cumbres? Por un lado, para salvar al capitalismo en tanto sistema, dado que es el acusado principal del calentamiento global que se vive. Y el sistema no se puede dejar venir abajo. Pero por otro lado –quizá es el objetivo principal– para incidir en forma planetaria en las decisiones fundamentales que pesan en el mundo, para marcar las líneas de acción que deberán tomar los países dependientes (la gran mayoría) y la ONU. En definitiva: para que las grandes corporaciones globales que mueven fortunas inconmensurables puedan seguir produciendo alocadamente y no pierdan ni un centavo, buscando mecanismos alternativos para continuar con sus negocios. Por ejemplo: certificando el “derecho a contaminar”. Es decir: distribuyendo entre todos los países miembros de Naciones Unidas cuotas de desarrollo (léase: contaminación tolerada), que luego el país, si no la utiliza, podrá venderla a uno industrialmente desarrollado. O para cumplir con la “corrección política” de firmar Protocolos que luego nunca cumplen en sus procesos industriales, pues no hay fuerza real que los puede poner en cintura.

Es evidente que dentro del marco del libre mercado no hay solución posible para estos problemas. Se necesita, entonces, pensar en nuevas salidas, nuevos modelos. ¿Qué hacemos?

domingo, 6 de diciembre de 2015

¿POR QUÉ NO LLAMAN A BOLÍVAR EL EURO DESCENDIENTE y si a los negros con el apelativo de Afro descendientes?

Alternativa y Comunitaria EL NEGRERO
de San Agustín del Sur


“Querido primo: acaba de morir el Libertador, y en su testamento ha ordenado que me den 8000 pesos. Quiero que vengas urgente porque hay objetos que quiero llevarme a Caracas. Desde su muerte han venido a rebuscar sus baúles en la Hacienda de San Pedro Alejandrino.
            Un abrazo. Tu primo José Palacios”.
             Fuente: Antonio Capel Riera :
EL MISTERIOSO PEQUEÑO BAÚL DEL LIBERTADOR.

En el ambiente de la creación y producción intelectual, es  necesario escribir sobre la historia negra americana, sobre los que nos preocupa, nos emociona, nos alegra y nos produce…, angustia.

Permitirnos compartir ideas y romper con la tiranía del silencio, no es una tarea fácil, en un espacio geográfico controlado por quienes adquirieron a nuestra herencia negra a través de un proceso de intercambio (producto del proceso que implicó el desarraigo africano), porque simplemente esos seres humanos no valían nada y hoy lo vemos sumidos, dentro de los que ha sido el desarrollo de las  nuevas naciones, producto de lo que fue la conquista y colonización de América, en esa actitud de expansión que tuvieron los europeos por controlar la humanidad, porque  es necesario para considerar los horizontes de presentes y futuros, la transformación de las realidades y la consecución de lo justo para todos, en vista que está en boga una nueva forma de controlar los recurso naturales de los países en desarrollo y por ello EE.UU, ha desplegado bases en todos los continentes del mundo.

En este contexto, la vida y la muerte, parecen cosas opuestas, pero es posible morir en vida sin darse cuenta, cuando entregamos nuestros sueños y esperanzas, a la casualidad, al dejar hacer, porque tenemos miedo de enfrentar nuestra propias conjeturas, productos, posturas, ideas, etc. Por ello, necesitamos, recuperar nuestro rumbo, sueños, conexiones con el más profundo que representa el devenir histórico, para poder creer en nosotros mismos, tener fe en esa piel negra, color cacao que poseemos, porque necesitamos recuperar la memoria de los innombrables, de los que oscurecieron, a los que les impusieron el término negros/negras para descalificarlos y quitarle su raciocinio, para que no sintieran que eran originarios de África…, lo que significamos, lo que fuimos, el ser,  los sueños, anhelos, para que se crearan una muralla que no les permitiera ir rompiendo las implicaciones que representan al miedo y de esta manera, no asumir los costos históricos que este representa para estar sumiso ante una historia que no nos representa y que nos cobra la dote cada vez que se menciona el tema.
Por lo tanto,  tanto hombres como mujeres, hemos sufrido la tiranía del silencio, la imposibilidad de encontrarnos con nosotros mismo, por ello, son muy pocos los espacios en lo que son posibles estos encuentros, sin contar con el incontrolable miedo a la soledad, al solitario encuentro de los propios latidos y sensaciones. Sin embargo,  esta tiranía del silencio, ha sido más visible en quienes hoy se esconden bajo la personalidad de quienes los intercambiaron, en el que no se quiere comprender…, que asumir la postura del que nos intercambió y nos convirtió en negro o en una propiedad de un europeo, es asumir un error imperdonable que la historia algún día nos va a cobrar y por ello hemos insistido en que los organismos Internacionales en donde se discute la discriminación, xenofobia, racimos y otras formas de intolerancia, reconozcan que de África salieron negros y negras, intercambiados por los propios africanos y que la culturas africana cayeron en un delito de lesa humanidad que dio origen al Capitalismo en el mundo.
Por ello asumimos que no somos afros y menos descendientes de africanos, porque nacimos en tierra americana, caribeña y ya no hay nada que nos una África, sino una historia que es no favorable para nosotros y que se perdió, en la medida que los intercambiados (o desarraigados) internalizaron su nueva geografía espacial (término utilizado por el Soc. Pedro Liendo de estado Vargas/ Venezuela) y que los desarraigados (como negros/negras) se expandieron en los nuevas tierras conquistadas y colonizadas por los europeos. Por lo siguiente, no podemos  seguir aceptando que nos llamen afro descendiente…, después que los africanos nos impusieron el término negro para intercambiarnos por cualquiera bagatela y para diferenciarnos de los africanos y poner cambiarnos a los barcos negreros europeos. Por lo tanto…, ¿Hasta cuándo aceptar a los que intercambiaban sus hijos, secuestra niñas, mata por ser cristianos, no les importa sus mujeres y siguen vendiendo que es  la pobre y vilipendiada África?, mientras los africanos los vemos haciendo grandes negocios con la Unión Europea y por otro lado, porque nos hemos dado cuenta que el termino AFRODESCENDIENTE" significa: desarraigo, esclavitud, des humanización, intercambio de seres humanos, pérdida de la identidad, Trata Negrera…, porque eso es lo que hemos sentido y hemos podido comprobar a través de diferentes redes sociales, en el que se deja claro que la crueldad contemporánea de los africanos, no es nada en comparación al trato que les dieron a su propios coterráneos, cuando los convirtieron en negros/negras y los cazaban como animales para después ser intercambiados y es lo que nos lleva a sostener que es error imperdonable, sostener que somos descendientes de africanos y negar la tierra americana que es donde nacismos y porque fue la que nos dio identidad.

Por tales razones, creemos que es irracional seguir alimentando un sentimiento que no es parte nuestra, porque la realidad nuestra está en América y pensamos que  es lo que no debemos perder y elevar, por encima de todas las cosas, porque seguir sosteniendo que somos afro descendientes, implica seguir alimentando una patología que no nos deja salir y avanzar hacia un futuro mejor…, en el que tenemos que comprender que somos distintos a los africanos, y ciudadanos de un mundo distinto al de los africanos…, producto de que nos fundimos en tierras distintas, diferentes y con seres con otra cosmovisión del mundo.

Por ello, no debemos seguir con el cliché y chantaje de la africanidad, porque ya ello, se ha convertido en una traba de poca monta para los ciudadanos que poseemos una piel oscura y a veces nos preguntamos ¿Por qué no utilizamos el mismo criterio para calificar al Libertador Simón Bolívar como euro descendiente? A pesar de que Bolívar era heredero Universal, descendiente directo de dos europeos (españoles), pero nadie en Venezuela lo reconoce  como euro descendiente y Europa nunca lo ha reclamado, ni lo ha considerado, con este apelativo, sino como venezolano, por haberse convertido en  el incomparable venezolano, predilecto de la libertad y favorito de la gloria que tenía muy claro el papel jugado por los negros, indígena y blancos peninsulares pobres, al lado de Boves y que tuvo que cambiar su estrategia militar y entender que la independencia de Venezuela, era un problema solamente de una clase social (la mantuana), sino  de todos los venezolanos y que por lo tanto debió incluir y negociar con todos los estratos sociales de la época (aunque después ese pacto fue traicionado por los mismos mantuanos y a los negros se les otergó la libertad en 1854).

Pero sentimos que los venezolanos que se consideran  “Afro venezolanos o Afro descendientes” desde hace mucho viene jugando al fraccionamiento de la venezolanidad, porque al asumir esa actitud, se está utilizando un mecanismo para buscar una identidad que no poseemos y no sentimos, en el que se quiere imponer el chantaje histórico de la deuda histórica, cuando son los africanos quienes la tienen con  los venezolanos/americanos que poseemos una piel negra, por haberse dedicado a cazarlos como animales, controlar los asientos y darse el cache de intercambiarlos por cualquiera bagatela a los barcos negreros europeo. Por ello sentimos que esta actitud colonizadora de “los afro descendiente”, lo que trae como consecuencia, es, que no reconozcamos nuestra identidad original y los esfuerzos realizados por nuestros epónimos negros, blancos e indígenas, blanco europeos pobres, etc., por darle independencia a esta patria libre y revolucionaria que se llama Venezuela, para ahora reconocer que fue sangre africana, la que motivó tales actos y acciones de irreverencia, cuando todos sabemos la entrega que hicieron los africanos a los europeos del continente africano.

Por ello es peligroso la actitud asumida por los “Afro descendientes” en Venezuela, porque pone en tela de juicio nuestra identidad venezolana y la hombría de nuestros epónimos, puesto que  tenemos que también reconocen la participación de los “euro descendientes” en las lucha libertarias, así como reconocer nuestro origen y raíz europea, la cual, no mencionan los “afro descendientes” y oscurecen para solo reconocerse como descendientes de africanos, en el que se olvidad, que esta patria bolivariana, fue libertada por uno de los hombre más significativo en la historia del mundo, que libertó cinco naciones y que no las consideró, sus periferias,  ni colonias venezolanas, puesto que Bolívar manejaba el concepto de la patria grande y reconocía su soberanía.

Ese silencio es lo que ha llevado  a grupo minoritarios de venezolanos a auto autocalificarse de afro descendientes (0.7 por ciento del total de la población venezolana. Véase Censo 2011, realizado por el INE), para no querer asumir la realidad del desarraigado y esclavitud, porque casualmente reconocer que fueron intercambiados y casados por los propios africanos, produce una patología post neurótica, en vista que es ir a las fuentes de nuestros miedos más profundos, el miedo a la censura, al señalamiento, a la dolorosa crítica, porque es  permitir la emergencia de la polifonía de nuestras voces y visibilizar en nuestras realidades, las distintas formas de exclusiones que nos atraviesan y la que hemos pasado; ya que representa luchar por nuestra existencia plena, en términos materiales, culturales, simbólicos y políticos, es reconocer que ya no nos queda rasgos que nos una a África, sino la presencia de  una historia patológica que después de quinientos años se perdió y que no podemos decir que es parecida a la del Libertador Simón Bolívar, porque tenemos que reconocer que de África salieron negros y negras, no salieron africanos, ni africanas, porque ellos mismo se encargaron de quitarle su identidad africana e imponerles el calificativo peyorativo de negros/negras para diferenciarlos, no reconocerlos como africanos. Porque tal situación, nos lleva a comprender que tenemos que debemos empezar a estimularnos con nuestro propios esfuerzos, es abrir nuestro entendimiento y comprensión a sacar lo positivo de ese proceso histórico que vivimos en las Américas y empezar a entender que  el término “afro descendiente” no nos reivindica, porque no nos ayuda a estimular y fortalecer nuestro autoestima, en el que está inmerso, la aceptación de que nuestra herencia histórica fue desechada, como aquel que bota un perol vacío sin agua en cualquier vertedero,  como que si fueran animales y que  los propios africanos incentivaron, debido a que ellos controlaban todo el proceso que tal proceso implicaba el negocio trasatlánticos negrero.
Por lo tanto, necesitamos reconocernos como seres inteligentes que posemos una cultura diferente a la del africano, etc., donde tenemos que internalizar nuestras frustraciones,  miedos, etc. , para que no se convierta y nos permitan poder conectarnos con esa voz profunda, que a veces oímos desde lo profundo…, pero que en ocasiones somos incapaces de oír, para no actuar y de esta manera reivindicar  que somos americanos, puesto que fue la tierra que nos dio identidad, ciudadanía (así como nacionalidad) y nos reconoció como seres humanos con una alta capacidad de raciocinio que hemos hecho un aporte importante a la humanidad.
Nos preguntamos ¿Cómo nos podemos reconocer como afro descendiente, cuando nacimos en América, tenemos esta cultura, hablamos el español, inglés, francés, y nunca se nos enseñó a cultivar los idiomas africanos?, porque nuestro legado histórico comprendieron la situación inhumana en que los imbuyeron  los africanos y es lo que nos lleva a sostener que quienes se consideran “Afro descendiente” no deben seguir instigando y alimentando el endorracismo, racismo y discriminación contra los otros venezolanos de piel oscura, puesto que se  han dedicado a negar su patria de origen (que es Venezuela), al no querer asumir …, el tratos impío, antihumano, racista, discriminador y xenofóbico que le dieron los africanos a nuestra herencia histórica que llegó América.
El problema es que debemos entender que somos diferentes y que tal realidad, implicó cambiar los supuestos teóricos que tienen que ver con la belleza, estética, confort y con los diferentes patrones en el mundo, puesto que debemos aceptarnos los unos a los otros sin distinciones…, internalizando esa voz que se hace presente desde hace más de trecientos años y que se oye desde lo más profundo, que nos exige, desarrollar nuestro potencial para adquirir la disciplina necesaria, que nos permita capacitarnos para trabajar cada día con dignidad, el que seamos reconocidos por nuestras capacidades, tal como debiese fundamentarse la sociedad, para que se nos dé el lugar que nos merecemos; porque  somos una cultura diferente a la africana y europea y no tenemos que competir con nadie, porque somos únicos, diferente, con una belleza natural y un tongoneó propio que demuestra lo que somos, porque somos el color purpura, la melaza que hace mover a cualquiera, el azúcar y cacao de los europeos, negros e indígenas que nos dejaron y que se mezcló como una herencia viva que se hace presente en cada uno de los humanos que posee este color. Eso es, lo que no debemos olvidar, porque somos un pedacito de cada uno de ello, que en nuestra melanina se hacen presente y esa es la respuesta que les dio la provincia a los africanos y a los europeos por haber tratado como inhumanos a seres inteligentes y haberle impuesto el apelativo de negro/negra para discriminarlo y no reconocerlos como africanos.

Por ello, debemos defender el valor que como seres humanos tenemos, ante la vida, sin distingos…, porque hay  que alimentar la idea de que somos venezolanos, americanos, caribeños y latinoamericanos, orgullosos de nuestra  piel y de nuestra cultura venezolana, de las influencias que integran nuestra textura, producto del inminente mestizaje que en mi historia de venezolano, se han producido en los últimos doscientos años, porque  la lucha de las personas de raza negra tiene que tener como raíz, un pensamiento, posturas, concepciones políticas propias, en el que hay que mirarlas a partir de nuestros propios ojo de hombres y ciudadanos negros, puesto que tenemos que librar caminos, que no tengan necesariamente, que pasar por el cambio de mentalidad o la aceptación de ningún otro colectivo humano, porque tenemos que internalizar,  que uno de los fuertes del racismo, ha sido “el de la manipulación cultural e intelectual que presentaba al hombre de raza blanca, como el tótem de la civilización y el humanismo, y al resto de razas (especialmente la negra), como un ser deforme tanto física,  como moralmente, que solo era digno sino de compasión, de castigo"
También es el caso del Mariscal Francisco de Miranda. Otro hombre Universal.

El Negro José Palacios (1777 - 1845), fue Durante la Misión Diplomática encomendada a Bolívar por la Junta Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII, nacida tras los sucesos del 19 de abril de 1810, le acompañó a Londres, junto a Andrés Bello y Luis López Méndez. El fiel mayordomo, de invalorable ayuda espiritual, acompañó al Héroe en momentos de fatalidad y de grandeza, por ello, estará en los destierros en Jamaica y Haití, así como también en las campañas emancipadoras en Venezuela, valiéndole alcanzar la jerarquía de sargento primero, en 1820. José acompañó al Campeón de la Libertad en la decisiva Campaña de Carabobo y al Sur del continente hacia Bogotá, Lima, Quito y La Paz.
El 16 de diciembre, ya en sus delirios febriles, la última persona a quien se dirigió Bolívar fue al fiel mayordomo: "Vámonos, vámonos, esta gente no nos quiere en esta tierra... lleven mi equipaje a bordo de la fragata", al referirse a una nave puesta a la orden para llevarlo a Las Antillas

Cuando sostiene ese slogan racista y discriminado “Lo negro es un Color…., la afro descendencia    es una identidad”.

Sin dejar a un lado el actuar conforme a nuestro sueño.

Esto quiere decir que lo dicho anteriormente no tiene  matices peyorativos, porque al negro debe relacionarse con costumbres y sentires diferentes, como parte de la mezcla de sabores y tradiciones de la tierra americana.
Ana Lourdes Esono (2015). Nuestros problemas, nuestras soluciones.