Por Arysteides Turpana
"Enarbolando a Cristo con su cruz,
los garrotazos fueron argumentos
tan poderosos
que los indios vivos
se convirtieron en cristianos muertos”.
Neruda
Introducción
Los
francohablantes saben que Panamá en francés significa “le scandale des scandales”, un asunto de corrupción, que se explica
en un libro publicado en Francia en el
que se explica que es porque hubo: “ministros
comprados, diputados en venta o remate,
prebendas, gratificaciones, prensa comprada, publicidad superpagada”, (Les deux scandale de Panama: 1964: 7),
algo nada diferente de lo que se dice del actual gobierno de Panamá que
lideriza el etnoitaliano Ricardo Martinelli. Dentro de esta perspectiva, desde
la madrastra patria, España, nos llega una noticia que
en su totalidad se puede
leer pinchando, http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/2012/11/13/072.html,
cuyo título es
“Panamá
salva la pila bautismal de Balboa”. En su contenido dice que cinco siglos después, los
panameños no guardan
“rencor” al
descubridor
extremeño.
Muestra de ello es que cuando se está
a
punto de cumplirse los 500 años del
“descubrimiento”
del Océano Pacífico, nuestro
gobierno
se puso a financiar la
restauración de la pila bautismal de Vasco Núñez de Balboa. A
cambio de esa donación monetaria, Panamá
tendrá derecho a llevarse
una candorosa
réplica de la pila y dos de sus
“indios”
recibirán el Sacramento del Bautismo
en
la misma pila en que Balboa lo recibió. Esa es la intención de Miguel de la
Quadra-Salcedo, director de la Ruta del Quetzal BBVA, quien ha solicitado
permiso al arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil, para bautizar a
dos indígena de Panama, una kuna y otro wounaan, de la Selva de Darién, que
“desean” ser bautizados y hacerse
cristianos. Uno de ellos recibirá el nombre de Carlos, el mismo que recibió, el
primer indígena bautizado, en Tierra Firme en 1513, en honor
del entonces Príncipe de Asturias. La última
vez que se utilizó la pila de Núñez de Balboa fue en 1726
, cuando fue sustituida por la actual. Sin embargo 287 años, en
Jerez de los Caballeros, en una pila bautismal de granito, un “indio” a quien
apodarán
Carlos se acogerá al rito del bautismo como lo hizo
en el siglo XV
un rufián conocido en el
mundo entero como Vasco Núñez de Balboa.
El día 5 de marzo, el arquitecto
Orlando Costa en el diario La Estrella
de Panamá publicó un artículo en el
que nos hacía saber que La
Comisión del V Centenario del Descubrimiento del Océano Pacífico, órgano
oficial del Estado panameño, que preside la primera dama de la republica, la
señora Marta Linares de Martinelli, había realizado, como parte de esta farsa del “Descubrimiento”, el lunes 25 de febrero (de 2013) en las ruinas de Panamá
Viejo, un acto para recibir el libro Vasco
Núñez de Balboa y los cronistas de Indias, cuyo precio es de ciento cincuenta dólares. En dicho evento,
sigue diciendo el arquitecto Costa,
que uno de los autores del tomo,
el español Luis Blas Aritio, describió a Balboa como ‘un conquistador más pacífico que los otros’ (…) ‘para España y Panamá es muy importante la
figura de este señor, que se diferencia de los otros conquistadores por la
enorme visión que tuvo de tratar a los indígenas de una manera más pacífica’.(…)
la ‘única atrocidad’ que pudo
haber cometido (Balboa) es ‘castigar
la práctica de la sodomía que encontró entre algunos aborígenes de acuerdo a
las leyes de la época, que la consideraban un delito’ (…)Vasco
Núñez de Balboa y los cronistas de Indias es ‘un libro profundo y con mucha información, científico e histórico’.
A la luz de la realidad, existen dos Panama: el Panama de
los fenicios, de los vendepatrias, y el Panamá profundo.
Quien está preocupado por la pila bautismal de Vasco Núñez
es el primer Panamá, el de los fenicios,
el Panamá oficial, el Panamá de quienes nos gobiernan, el Panamá que desde la presidencia de la
república se prepara para celebrar con
fanfarria los 500 años de la llegada de un
español llamado Vasco Núñez de Balboa a los costas del Océano Pacífico,
un mar que los panameños aurorales había descubierto 11.000 años antes de que el mismo Cristo naciera, hecho que los ignorantes y antinacionalista
gobernantes de Panamá no saben porque ignoran la historia patria . Hay que
tener en cuenta que el actual gobierno panameño
está formado por minorías étnicas millonarias, comenzando por el
presidente, que es etnoitaliano, y sus acólitos que son griegos o hebreos o burgueses
vendepatrias para quienes el país es una mercancía ya que todo lo están
vendiendo a las compañía internacionales de explotación minera y a las hidroeléctricas , so pretexto
de que todo se va a abaratar y que viviremos como los señores del primer mundo,
como si en el primer mundo no hubiese homeless o
clochards . Aunado a esto, a estos
señores los adornan espléndidamente su complejo de inferioridad y su
servilismo, lo que explica su participación en la salvación de la pila bautismal de Balboa.
Alfred Adler
desarrolló la teoría de la inferioridad y del complejo de inferioridad
que explica el comportamiento del actual gobierno panameño encabezado por el
etnoitaliano presidente de la república, de cara a los españoles. Para Adler el inferior es una persona que se
siente carente de autovalía. La
minusvalía es su engalanamiento. El inferior, sigue
diciendo Adler, es un neurótico que se caracteriza por su inseguridad,
vergüenza, indecisión, cobardía y timidez y son tan tontos que se
vuelven fanfarrones y dictadores de
pacotilla y se sienten más poderosos al cometer crímenes y ridiculizar a los
demás en virtud de su género, raza o creencias religiosas.
II
Antes de continuar, preciso recalcar que no soy ni
occidental ni cristero, pero entiendo por cultura general y porque las he visto
en los baptisterios de las iglesias católicas, que las pilas bautismales
son recipientes de agua bendita donde se
lleva a cabo el sacramento del bautismo de los cristianos.
La iglesia católica
suele bautizar a sus neófitos desde una edad muy temprana, en tanto que algunas
otras iglesias realizan este rito con los adultos y por inmersión en el mar o
en el río o en la piscina. El bautismo forma parte del plan de salvación que
incluye la limpieza del pecado original, la unión con Cristo y con él se recibe también el don del Espíritu
Santo al ser hijo adoptivo de Dios Padre; por otra parte, como integrante de la Iglesia el neófito se une a la
comunidad cristiana, por lo tanto, debe observar todos los mandamientos de Dios.
De esta manera, el cristiano se responsabiliza por observar el “Decálogo que encontramos en
Éxodo. El
“Decálogo” es un conjunto de mandamientos escritos por Dios en persona, quien se lo entregó a Moisés para
que todos sus hijos lo observaran y practicaran. ¿Balboa, cuya pila bautismal
ha tomado notoriedad gracias al apoyo económico de un país del tercer mundo,
observó y practicó los mandamientos de Dios tal como sus fanáticos inferiores y
enfermizos del gobierno panameño quieren vendernos su imagen?
Repasemos someramente su historia y su conducta en
Panamá, de cara a los Mandamientos de Dios y a la luz de la
lectura de la Historia de las Indias, del historiador español y dominico
fray Bartolomé de Las Casas.
II.1.: En uno de los textos de la Vulgata, podemos escuchar la
voz de Dios que dice: “Non occides” (No
mates). Exodus: 20-13. Ante estas palabras de Dios, he aquí lo que en
Panamá realizó Vasco Núñez de Balboa: “Vuelve
a medianoche Vasco Núñez con los suyos, y da en el pueblo (de Careta) por tres partes, dando grita, llamando a
Santiago que en tan buena obra les ayudase. Cuando la gente con su señor a huir
acordaron, estaban ya muchos dellos desjarretados y otros desbarrigados con las
espadas…”. Bartolomé de Las Casas: Historia de las Indias, T III., pág. 150.
II.1.2. “Escribió
Vasco Núñez al Almirante que había ahorcado treinta cacique y había de ahorcar
cuantos prendiese”. Ibídem, pág
1.57.
II.1.3: ¡Más, de los del Consejo (del rey) que eran obligados a lo saber, que
quisiesen castigar a Vasco Núñez por haber sido causa de la muerte de Nicuesa y
de diez u once que perecieron con él…!”. Ibídem, pág. 170.
II.1.4:En tierras de
Gwarugwa ( Quarequa, según el dialecto castellano de Panamá) : “Sueltan los españoles ciertas escopetas de
fuego y algunas ballestas que llevaban, de los tiros de las cuales cayeron
muertos luego no sé cuántos, y como vieron los pobres indios (panameños) salir el fuego y oyeron el trueno, pensaron
que eran rayos y que los españoles (gamberros) tenían poder para con rayos matarlos; vuelven aprisa las espaldas, sin
quedar uno que huir pudiese, todos tan espantados, que no creían sino que los
nuestros eran diablos. Van tras ellos, sueltos los perros, como tras una grey
de ovejas o carneros y a cuchilladas , a unos cortaban las piernas y
desjarretaban, a otros los brazos, a otros alcanzaban y cortaban las nalgas, a otros a estocadas
pasaban de parte a parte, a otros desbarrigaban, y los perros por su parte
desgarraban y hacían a muchos pedazos.”…: Ibídem, pág 175.
II.2.: Luego dice Dios en Exodus: 20-14: “Non moechaberis” (No cometas
adulterio). Sabe el cristiano, y
cristiano era Vasco Núñez de Balboa, que a los ojos de Dios el adulterio es un
pecado tal como está conceptuado en este libro. Posteriormente, en el Nuevo Testamento, nos encontramos con estas
serenas palabras de Cristo que se
refieren al mismo delito:
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27“Ustedes
han oído que se dijo: ‘No cometerás adulterio.’ 28 Pero Yo les
digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con
ella en su corazón. Mateo 5:27-28.
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El adulterio es uno
de los pecados que se comete con un atrevimiento muy ligero. En el caso que nos
ocupa, la historia nos dice que
Balboa vivía en barraganería con
una hija de Careta y que al mismo tiempo
estaba casado con María de Peñalosa,
hija del gobernador, el marrano Pedro Arias de Ávila. Respecto a esta última
realidad, nuestro cronista apunta: “Hízose
el desposorio con autoridad del obispo y las demás ceremonias que requerían”. Bartolomé
de Las Casas: Historia de las Indias, T III.,
pág. 265.
II.3.: Prosigamos con
el Exodus 20-15. Allí dice Dios “Non
furtum facies” (No robes), pero Balboa en otro de los episodios de su vida, cuenta Las Casas,
que al llegar a la patria de Ponca:
“…destruyéronle toda la tierra,
tomándole todos los bastimentos que pudieron y el oro que hallaron en joyas
escondidas, y lo demás abrasado dejaron, como siempre los españoles,
dondequiera que llegan, suelen. Bartolomé de Las Casas: Historia de las Indias, T
III, pág 152.
II.3.1: “La costumbre
de Vasco Núñez y su compañía era dar tormentos a los indios (a los
panameños) que prendían, para que
descubriesen los pueblos de los señores que más oro tenían y mayor abundancia
de comida: iban de noche a dar sobre ellos a fuego y a sangre, si no estaban
proveídos de espías y sobre aviso”. Ibídem,
pág 157.
II.3.2:“Enviaron con el dicho Valdivia 300 marcos
de oro, que son 15000 castellanos o pesos de oro, para que enviasen al Rey los
oficiales desta isla, que le había cabido de su quinto; por manera que habían
los infelices salteadores robado 75000 pesos de oro, de los cuales, sacado
15000, que fue el quinto, quedaron con ellos los 60000”. Ídem.
II.3.3:( Al cacique
Abeíba): “Róbanle toda su casa, y los que
de su gente pudieron haber le cautivan, y, hartos de comida, porque allí
hallaron abundancia, tórnense por el río Grande arriba; por el cual, andando
algunas leguas, todas las poblaciones que topaban hallaban vacías, porque por
toda la tierra estaban ya sus nuevas
extendidas, y del evangelio que predicaban y honra que llamándose cristiano
causaba a Jesucristo, tenían ya larga noticia. Visto Vasco Núñez que no hallaba
qué robar, dio la vuelta el rio abajo…” Bartolomé de Las Casas: Historia
de las Indias, T III, pág 161.
II.3.4. (a Rodrigo de Colmenares) “Vasco Núñez lo favorecía y ayudaba de los
robos que hacían y de los indios vivos que tomaban y hacían esclavos, llevaba
Colmenares, después de Vasco Núñez, la mejor parte…”.Ibídem, pág 168.
II.3.5: (los otros
gamberros españoles) “acordaron de
prender al Vasco Núñez alegando por causa que no repartía, según los
merecimientos de cada uno, el oro y los esclavos que robaban y cautivaban…”.Ibídem, pág 172.
II.3.6:“Fue inestimable el gozo y placer que Vasco Núñez recibió verse ya con autoridad
del Rey o de quien su poder tenía, por capitán general sublimado, porque hasta
entonces, por fuerza y por mañanas tenía
la superioridad sobre los españoles usurpados. Fue lleno su gozo, según sus
buenos deseos de ir a robar e inquietar y sojuzgar las gentes de aquellas
tierras…”. Ídem.
II.4.Ahora escuchemos
lo que dice Dios en Exodus: 20-17.:
“Non ,
concupisces domum proximi tui: nec desiderabis uxorem eius, non servum, non
ancillam, non bovem,non asinum, nec omnia quae illius sunt”.”
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“No codicies la casa
de tu prójimo. No codicies su mujer, ni sus servidores, su buey o su burro.
No codicies nada de lo que le pertenece”.
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Pero, una vez más: “Salió
luego Vasco Núñez con cien hombres al campo y anduvo ciertas leguas hacia la
provincia de Cueba, cuyo rey tenía por nombre Careta, donde tenían nueva que
había mucho de aquel cebo del oro que todos pretendían…”. Bartolomé de Las
Casas: Historia de las Indias, T III,
pág 147.
II.4.1:“…hubo Vasco
Núñez grande alegría …y sabida las nuevas
que traían (los gamberros españoles) de la tierra y del aparejo que
para prender al rey Careta (…) infórmese
muy en particular de la disposición de la tierra y de la gente della, y de todo
lo que a su propósito y deseos pertenecía(…) aparejóse muy de propósito para, en siendo venidos, ir a infestar,
turbar y angustiar y robar al cacique Careta, que nunca le había ofendido. (…)
y (Balboa) tomó ciento treinta
hombres, los más sanos y dispuestos, en demanda del rey Careta, señor de la
provincia de Cueba. (…) Llegado Vasco Núñez con sus ciento treinta apóstoles a
la tierra y pueblo y casa del cacique y señor Careta(…)Vasco Núñez, empero, no
como quien venía a tierra y señorío ajeno , ni
a casa de señor y debajo de cuya jurisdicción según ley natural estaba y
a quien hacer reverencia por la misma ley y razón natural era obligado, sino
como si viniera a su propia casa y a tomar cuenta a su criado y esclavo, con
rostro feroz y mandando, dice al cacique que haga aparejar comida y bastimentos
para los cristianos, conviene a saber, para llevar al Darién y para los que
allí venían ,responde Careta, que las veces que por su casa cristianos habían
pasado, le había mandado dar los bastimento que tenía liberalmente y que al
presente no tenía qué darles”,. Bartolomé de Las Casas: Historia de las Indias, T
III, pág 149.
Sigue contando Bartolomé de Las Casas que Balboa fingió
haberse marchado, pero,
II.4.2 “Vuelve a media
noche Vasco Núñez con los suyos, y da en el pueblo en tres partes, dando grita,
llamado a Santiago que en tan buena obra les ayudase. Cuando la gente (los
panameños) y su señor a huir acordaron, estaba ya muchos
dellos desjarretados y otros desbarrigados con las espadas (…). Por esta orden fue preso Careta, en premio de las
buenas obras que había hecho a los cristianos; prendieron también dos mujeres
suyas e hijos y otras muchas personas, y mandólos a todos llevar al Darién,
robado todo lo que pudieron hallar en su pueblo y casa (pueblo y casa del
panameño Careta); y por esta manera cargó
los bergantines de bastimento y tornóse al Darién, en esta grande hazaña hecha”
.Ibídem, págs.150.
III
¿Cuánto le Cuesta al Pueblo Panameño Bautizar a un “Indio” En España?
Dijo Cristo:
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"Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y,
¡miren!, estoy con ustedes todos los días hasta la consumación de los
siglos". Mateo:
28:19-20.
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Ante estas palabras, los
ilustres españoles Francisco de
Vitoria, Ginés de Sepúlveda, Francisco Ruiz, frailes todos ellos, y educados en aquello de “amaos los unos a los otros” (Juan:
13-34) junto a los Fernández de Oviedo,
a los López de Gómara y compañía, invocando las doctrinas de los
padres de la Iglesia, engendraron
un adefesio declarando que el abyayalense (americanos autóctono y no “indios” como dice la ignorancia)
carecía de alma y que por lo tanto no
era digno de ser cristianizado , en otras palabras, Cristo podía decir misa. El hispano Fray Tomás Ortiz, en un arranque de orgullo y
blasfemia, llegó a afirmar: “nunca crió Dios tan
cocida gente en vicios y bestialidades, sin mezcla de bondad o cortesía”. Sin embargo ,en Génesis:1-27,
encontramos este texto: “
et creavit Deus hominem ad imaginem suam ad imaginem Dei creavit illum masculum et feminam creavit eos”
27 (Y Dios creó al ser humano a su
imagen: lo creó a su imagen de Dios. Hombre y mujer los creó”). Si Dios creó al hombre a su imagen y
semejanza, y retomamos el argumento de Fray Tomás Ortiz
llegamos a la conclusión que el Dios judeo-cristiano del padre Ortiz es un
Dios bestial, vicioso, pleno de villanía
y vulgar como él mismo lo afirma.Esta visión racista y cretina que tiene
el español de nosotros los abyayalenses
continúa hasta nuestros días, hasta tal punto que el satinado Unamuno
llegó a decir:
“no se puede poner el catecismo en
guaraní ni azteca sin que inmediatamente resulte una herejía”.
Se afirma que la historia la escriben los vencedores, y tal
vez sea por ello que cuando se realiza una investigación de tipo bibliográfico,
el investigador se encuentre ante una gran maraña de informaciones que en vez
de aclararle las dudas lo que hace es
conducirlo por las mismas miasmas de la oscuridad. En otras palabras, la
historia es una ciencia tiernamente manipulable. Ahora, gracias a ese montón de legajos amarillentos, no sabemos quién fue la primera persona
bautizada en Panamá: si la hija del cacique Careta o el cacique Comogre o su
hijo Bab Giakwa. Veamos:
Según la
cronología de la invasión a Panamá, Vasco Núñez de Balboa le hace la guerra al
cacique Careta, a quien vence y una de sus hijas llega a ser la barragana del
gamberro español. Se infiere de la lectura de la historiadora francesa Marianne
Mahn-Lot, que Núñez de Balboa al hacer
bautizar a una panameña (une Indienne, según
el texto de La Conquête de l’ Amérique
Espagnole: 1974: 25) que le servía de intérprete, pero cuyo nombre
cristiano desconocemos, se infiere, repito, que esa panameña es la hija de
nuestro compatriota Careta. Por su parte, el historiador ladinopanameño don
Abel Lombardo Vega, en su Crónica de la
Conquista del Istmo (1979: 49) sostiene: “Careta persuadió al capitán (el salteador español Balboa) que lo soltase y en agradecimiento le dio una de sus hijas: Fulvia”.
Un grupo de historiadores formado por
Celestino Andrés Araúz, Carlos Manuel Gasteazoro y Armando Muñoz Pinzón,
en La
historia de Panama en sus textos apunta que el escritor nicaragüense
Salvador Calderón Ramírez al escribir su
novela Caciques y Conquistadores inventó el nombre de Anayansi para la
barragana de Balboa, a quien Marianne Mahn-Lot no le dio nombre, pero si Lombardo
Vega: Fulvia. Le tocó al historiador
estadounidense Charles L.G. Anderson,
quien, al no saber el verdadero nombre de la barragana de Balboa, pero tenía
noticias de que era una de las hijas del panameño Cartea, le dio el nombre de
Caretita. ¡Cuánta simpleza para escribir
historia! Total que para Mahn-Lot, Fulvia habría sido la primera persona en ser
bautizada según el ritual cristiano en Panamá durante los siglos de la invasión y el pillaje.
La
hipocresía ha estado muy unida a los fariseos, y Balboa es la encarnación del
cristiano hipócrita y fariseo, por ello, después de que Bab Giakwa le hablara
del Océano Pacífico, en gesto de “agradecimiento” y después de tanta
rapiña ordenó bautizar a Comogre.
Respecto a este bautizo, observa Las
Casas desde la perspectiva de un teólogo lo siguiente:
“Y aquí no es de callar, sino referir, un
desatino y a un sacrilegio, que cometieron, harto notable, semejantes al cual
se ha hecho en estas Indias (Abya Yala) hartos:
éste fue, que, sin más instrucción y doctrina de las cosas de la fe que tenían
de antes, al rey Comogre susodicho y a la gente que con él pudieron haber,
bautizaron. Hízose y hácese ofensa y pecado contra Dios dar el Sacramento del
bautismo a los infieles idólatras, puesto que muestren voluntad de quererlo y amarlo, sin que primero sean muy
enseñados y examinados si con verdad renuncian sus ritos y errores con las
pompas del diablo, y que sepan muy bien lo que reciben, y por qué y para qué y
qué les prestará recibiéndolo y dándoselo. Considérese qué premio recibirán de
Dios los que fueron causa que aquel señor y sus súbditos tornasen, por
ignorancia de no ser informados, a idolatrar después de bautizados; porque es
manifiesto, como habemos visto por larga experiencia, que cuando a los indios
(abyayalenses) se dice, sin otra
información de la fe, “sé cristiano, o ¿quieres ser cristiano?”, no entienden
sino que les dicen que se llame como cristiano o que sea amigo de los
cristianos. Pusieron por nombre al cacique y señor Comogre, don Carlos, por amor
del emperador, que por aquel tiempo era príncipe de España”. Bartolomé de
Las Casas: Historia de las Indias, T III.,
pág. 155.
Por su parte López de Gómara afirma que Bab Giakwa
(Panquiaco según los textos de historia), el hijo mayor del cacique Comogre,
presenció la camorra que armaron los endemoniados españoles por unas
menudencias de oro que habían fundido y transformado en barras junto con otra
cantidad que habían robado en otros lugares. Al repartirse el botín, los
cristianos montaron una gran bronca, y
ante tan inculto comportamiento el príncipe panameño Bab Giakwa les habló a los ladrones de España sobre la existencia del Océano Pacífico y sus riquezas. Cuando
Bab Giakwa terminó su discurso,
el jefe de los asaltantes, Balboa, lo
abrazó y le solicitó que se bautizara. Bab Giakwa aceptó, y le apodaron "Carlos", como el Rey de
España.
Desde estas perspectivas, no sabemos quién fue el primer
panameño que recibió las aguas bautismales del rito cristiano, si Fulvia, la
hija de Careta ,o Carlos, que según Las Casas es el cacique Comogre, y según
Gómara ,Bab Giakwa ,o tal vez, padre e hijo recibieron el mismo nombre en
castellano (¿y para que querrían otro nombre y exótico?).
Para festejar el
pseudodescubrimiento de los 500 años
del Océano Pacifico, el
gobierno del etnoitaliano Ricardo Martinelli regaló parte de los
impuesto del pueblo panameño al gobierno español con el propósito de que
restaurara la supuesta pila bautismal en
la que el futuro seudodescubridor del Océano Pacífico, Balboa, habría sido cristianizado y cuyas prácticas cristianas y morales acabamos de revisar. A
cambio de ese aporte, el pueblo panameño recibirá una cándida réplica de la
pila y dos de sus “indios”, una kuna (dule) y un wounaan
recibirán las aguas bautismales en la misma pila en la que se le limpió el
pecado original al ladrón y gamberro Vasco Núñez de Balboa, el gran cretino y
engañabobos que ha se ha adueñado de la testuz del gobierno panameño.
Según la
periodista Almúdena Martínez-Fornés: “De
hecho, es casi un milagro que se conserve (la pila bautismal de Balboa) pues hasta finales de los años 60 se daba
por perdida”. Debo confesar que yo
no sabía que existía una categoría católica llamada “casi milagro”, siempre pensé que Dios ejecutaba milagros
enteros, sólidos y claros. El 4 de diciembre de 2010, estuve en la
ciudad española de Logroño. Antes, pasé a visitar la catedral de Burgos.
Durante la cena les comenté a mis anfitriones, una simpática familia española
de quien tengo gratos recuerdos, que
había visto la tumba del Cid en aquel templo. Me quedé desconcertado cuando mi
convidante me dijo:
-¡Hostias! ¡Quién sabe quién carajo está
enterrado allí y dicen que es el Cid!
Ese “casi
milagro” y las palabras de mi hospedador me trajeron recuerdos de la
historia del hombre de Piltdown, el famoso fraude del universo paleo-antropológico que el medio científico
se encargó de desbaratarlo, porque alguien sembró cráneos por aquí y por allá y
los hizo pasar por restos de una antiquísima humanidad que nunca existió, hasta
que un equipo de paleontólogos, historiadores, antropólogos arqueólogos y
dentistas, demostró científicamente el dolo y no ofreció explicaciones de tipos
espirituales o “casi milagros”, como
en el caso que nos ocupa, salvo que se
me explique a la luz de Descartes que Dios hizo medio milagro y Martinelli la
otra mitad.
Quiero pensar que no hay suficientes religiosos en
la provincia de Darién, de donde son oriundos los dos jóvenes nativos, y que
por ello no han sido bautizados hasta ahora, aunque me consta que los claretianos han estado
trabajando en dicha región, donde muchos de ellos allí llegaron a la
ancianidad como el vasco Mauro Ocharan,
por ejemplo, el padre Pascual, el padre Villar, el padre Emiliani y muchos
otros, cuyos nombres se me escapan de la memoria.
Por otro lado,
todos los panameños cuando nacemos nuestros padres nos inscriben inmediatamente
en el Registro Civil, institución que cuenta con coadjutores hasta en los más
recóndito parajes de nuestra patria. Me parece que el futuro cristiano Carlos y la señorita gunasdule han estado indocumentados durante todo este
tiempo, porque cuando a uno se le afilia en el Registro Civil enseguida los
padres dan a conocer los apelativos de los nuevos ciudadano. ¿Será que por esos
designios de Dios, el futuro Carlos
ya se llama Carlos o sencillamente se
va a cambiar de nombre? No me extrañaría que el “indio” panameño a la hora de su bautismo se llamara Carlos
Ricardo: Carlos por el emperador español y Ricardo por el etnoitaliano
presidente de Panamá.
Siendo
niño, un día mi padre me entregó un par de tomates para que fuera a
venderlo a las monjas de la Misión. La madre Clementina, una franciscana
alemana, fue la que me atendió. Cuando le dije que eran 0.50 centavos (de dólar), me dijo que mis tomates estaban
feos, que ella recibía unos grandes y bonitos
todos los jueves que las hermanas le enviaban por avión desde la metrópoli. Regresé marchito a mi hogar,
porque mi padre me había dicho que me quedara con el producto de la venta y que
con eso me pagara la entrada al cine. Unos días después, mi madre se dio cuenta de los
tomates. Me dijo que fuera a la casa de
las monjas y se los llevara como regalo. Una vez más me atendió la madre
Clementina. Cuando le dije que esos tomates se los enviaba mi madre, me dijo
¿eres hijo de Felicia y hermano de
Benilda? La madre Clementina recibió
de muy buena voluntad los mismos tomates que unos días antes los había calificado de ser harto menudos,
pero ahora en calidad de regalo le pareció que eran soberbios. Los recibió cálidamente y antes de
entrar al convento, me dijo que la esperara. De vuelta, a cambio de mis
tomates, me dio una medalla hecha de una lámina delgada que llamamos lata.
Recuerdo esta parte de mi vida, en estos momentos en que los inferiores se
preparan para homenajear al
pseudodescubridor del Océano Pacífico, y como parte de tales sumisiones dos de
nuestros compatriotas van a ser bautizados en la misma pila bautismal en la que recibió las aguas
bautismales el pseudodescubridor Vasco Núñez de Balboa, quien vivió en esta
nuestra tierras de puro robo y pillaje de oro, perlas y de otras riquezas, tal como lo atestigua fray
Bartolomé de las Casas, y si nos ponemos a sumar todo el patrimonio que nos
desvalijó Balboa, entre oro, perlas,
vidas humanas, esclavitud, violaciones, tierras y a ello le
integramos la donación hecha por
Martinelli de nuestros impuestos al gobierno español, nos damos cuenta que el
bautismo de los dos compatriotas son los bautismos “más súper-
híper-archí-carísimos” (la gramática no me da más) de la historia de toda la
cristiandad, digna de estar escrita con tintas de sangre del corazón en el
libro de los Records Guinness. Resulta
absurdo y es una estolidez de
marca mayor que paguemos pilas de millonadas por el simple hecho de que dos personas vayan a ser bautizadas. En mí
pueblo, los claretianos no cobran ni un solo centavo por bautizar a un niño: lo
hacen por caridad y por amor a Dios.
Ya me imagino que el
día de esos dos bautizos, un diluvio de
dólares (la moneda corriente de Panamá) transformados en euros inundarán la
calle de la iglesia de San Bartolomé, de la ciudad de Jerez de los Caballeros.
La verdad es que a pesar de todo, yo quisiera estar allí para gritar al menos
como cuando era niño: “padrino patacón,
padrino patacón…”
IV
Conclusión: A
lo largo de mi vida, me he encontrado con que hay una mórbida mitomanía por
ocultar la verdadera personalidad
destructiva gamberra de Vasco Núñez de Balboa, hasta tal punto que sus aduladores,
que son inferiores según la expresión de Adler,
no han ahorrado esfuerzos para convertirlo casi en una divinidad benefactora, si no fuera porque
el punto de vista semiótico de la historia se ha encargado de develar su escasa
y esmirriada hidalguía. A los inferiores se les pueda aplicar lo que decía
Alejo Carpentier:
“Es en América Latina donde más se afanan algunos en demoler la
“leyenda negra” de la conquista; en alabar exageradamente las instituciones
religiosas y jurídicas traídas a este continente
por adelantados y encomenderos; en demostrar que más hizo el burrito hispánico
por dignificar la condición del indio (abyayalense) que todas las ideas liberales o democráticas del siglo pasado…tras la
hispanidad se oculta un racismo solapado…ni el mito de una latinidad, de una
hispanidad…vendrán a resolver nuestros problemas agrarios, políticos,
sociales”.
Quien mejor conoció a
Balboa fue fray Bartolomé de Las Casas, por lo tanto quién mejor que él para finalizar el escrito
que estoy llevando a cabo:
“Todas estas obras, que por aquella tierra Vasco Núñez y sus compañeros
hacían, era disponer aquellas gentes( abyayalenses) para que amasen el nombre cristiano y se aficionasen para recibir la
religión cristiana; bien creo que pensaban los pecadores (los españoles) que ofrecían a Dios algún sacrificio
agradable, so color que punían o castigaban los quebrantadores de la ley
natural, no advirtiendo con su ceguedad cuántas más veces ellos a cada paso la
quebrantaban con mayores ofensas a Dios, destruyendo aquellos reinos y tantas
gente en ellos y haciendo heder el nombre de Jesucristo entre aquellas naciones
, en sus obras tan detestables…”
N.B: Antes de poner punto final a esta reflexión quiero
agregar un par de palabras más sobre cierto aspecto puntuales, como, por
ejemplo, hay , de parte de los inferiores, un interés mórbido por esconder la
crueldad de este gamberro. Según el Diccionario Enciclopédico Océano,
(1996:180) Balboa “se distinguió por su
crueldad”. Bartolomé de Las Casas supo transmitirnos muy claramente
ese comportamiento enfermizo del
malhechor nacido en Badajoz.
2. En todos los robos
de nuestras riquezas que realizaban los asaltantes, un quinto era destinado al
rey de España. Es decir que el rey español era tan pillo como cualquier otro
pillo o como Balboa. De allí les viene
la costumbre a nuestros gobernantes de robar desde el solio presidencial
.El robo desde el poder es histórico y estructural. En la prosa de Las Casas es
común encontrar los términos secuaces, ladrones y delincuentes cuando
se refiere a los españoles .Intelligenti
pauca.
3. La noticia que nos llega
desde la madrastra patria “Panamá
salva la pila bautismal de Balboa” y que en su totalidad puede ser leída pinchando http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/2012/11/13/072.html,
dice que no hay
odio: Cinco siglos después, los panameños no guardan rencor al descubridor
extremeño. Han financiado la restauración de la pila bautismal de Balboa y a
cambio se llevarán una réplica y dos
de
sus indios serán bautizados en esa misma pila.
Como un mentís a esa paparrucha se puede leer el artículo
del ciudadano Guillermo Walker Franco,
publicado en el diario La Prensa de esta ciudad, el día 11 de
diciembre de 20112, cuyo título es ´Balboa, un serruchador de piso´.
Otro
artículo de este mismo tono es el de Jessica Young: “Qué descubrimiento no qué ocho cuartos” que se puede leer en el
siguiente link:
4.- Leer un texto de fray Bartolomé corresponde a leer una
prosa de latín en castellano. En las oraciones cortas procesa una construcción
de S-V-O, de tal forma que a la luz de
la estadística léxica es común encontrar en sus textos este tipo de oración: Balboa
(S)-roba (V)-oro (O). Tanto los
sustantivos Balboa y oro como el verbo robar son frecuentemente usados por este santo varón de la iglesia
católica. Hay otros giros como “cristianos malos”, “ladrones” y otras semejantes o construcciones enteras como: “porque matar ni robar indios nunca se tuvo
en estas Indias por crimen”.
6.-Así mismos, aludimos a las palabras del arquitecto Orlando
Costa, quien el día 5 de marzo, de este 2013,
publicó un artículo en el diario La
Estrella de Panamá sobre una actividad relacionada con una obra referente a Balboa, y en la que su editor, el
español Luis Blas Aritio, dijo que la ‘única
atrocidad’ que pudo haber cometido (Balboa) es ‘castigar la práctica de la sodomía que
encontró entre algunos aborígenes de acuerdo a las leyes de la época, que la
consideraban un delito”.
El
enunciado “pudo haber cometido” tiene
una gran carga dubitativa; sin embargo, cuando Las Casas se refiere a este acto
criminal, su frase se convierte en una
oración asertiva. Pero lo que el librero no dijo es cómo se había
realizado ese “castigo”. Fray
Bartolomé de las Casas describe la
escena con estas palabras:
Murió el rey Gwarugwa (Quarequa,
según el dialecto castellano de Panamá),
“Prendieron algunos (panameños) y
llegaron al pueblo, donde cautivaron otros y robaron todo lo que valía algo; no
supe qué cantidad en él hallaron. Entre los presos que allí tomaron, fue un
hermano del mismo señor (Gwarugwa o Quarequa), y otros, no sé cuántos, que dizque andaban vestidos de hábito de
mujeres, a los cuales, juzgando que del pecado nefando eran inficionados, los
mandó luego, sin otra indagación ni juicio, aperrear, conviene a saber, echar a
los perros bravos, que, mirándolos y regocijándose como si miraran una graciosa
montería, en un credo los despedazaron”. Sigue comentado De las Casas “ Y que fuera verdad muy bien averiguada que
aquellos que traían aquel hábito mujeril era por aquel pecado, ¿ quién hizo
juez a Vasco Núñez, o con qué autoridad se constituyó alcalde en señorío y jurisdicción ajena, siendo él súbdito de
aquellos naturales señores (panameño
originarios)por estar en su tierra, y que
de justa justicia, por sus tiranía, invasiones y robos tan universales y por
toda ley natural, divina y humana, dañados, si fuerzas tuvieran, podían
hacerlos cuartos y tajadas”. Historia
de las Indias, T III., pág. 176.
El historiar criollo Abel Lombardo Vega explica que:
“Acaso fue un error. Los chibchas vestían de mujer, como castigo a los
cobardes”. Crónica de
la conquista del Istmo (1979: 62). Y sobre este
mismo tema y en relación al pseudodescubridor escribe el mismo autor que pese a
la presencia de su barragana, (Balboa y Nicuesa) "veinte
días estuvieron comiendo y durmiendo en el mismo lecho”. (Ibídem: 45). Si durante el
Coloniaje hubiera habido justicia de verdad, entonces Balboa hubiera sido digno
de ser presa de los mastines. Tal vez por ello le cayó la mano de su suegro don
Pedro Arias de Ávila.
A los oídos de Balboa
se puede murmurar estas palabras de Cristo:
“Hypocrita,
eiice primum trabem de oculo tuo…” Mateo:7-5.
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“¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo…” Mateo: 7-5.
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El monseñor Luis Bambarén, obispo
de Lima y de Chimbote, dijo en público y a la prensa que a los “gays” había que llamarlos por su propia
denominación: Maricones. ¿Entonces
cómo llamaríamos a Balboa y a Nicuesa que compartieron el mismo lecho durante
tres semanas que pasaron juntos, hasta que un día se cansó Balboa y lo despachó
en un navío completamente carcomido?
A lo largo de esta consideración
hemos retratado el alma de una persona que se ha convertido en el ídolo de la
burguesía panameña y ese ídolo se llama Vasco Núñez de Balboa, que por haber
llegado hace 500 años al Océano Pacífico ha desatado la balboalatría ,
cuyos adláteres son los inferiores de nuestra patria, inferiores
según la semántica de Adler, quienes aplauden todos sus valores que se expresan
en bigamia , adulterio, asesinatos,
actos criminales, robos, asaltos, homicidios, hasta llegar a ser maricón, para utilizar el feliz término del reverendo monseñor Luis Bambarén, término
que explica por qué entre Fulvia y el truhán Balboa nunca hubo un hijo.
7. A Vasco Núñez de Balboa también
se le conoce como ASCO Núñez de
Balboa.