domingo, 30 de noviembre de 2014

“La ciudad de los pobres”.

La ciudad de los pobres fue el título de un libro publicado por el sociólogo Raúl Leis en 1979. Pocos años después Alvaro Uribe, arquitecto y urbanista, daría a conocer su libro La ciudad fragmentada. Ambos títulos se referían a la ciudad de Panamá, las terribles contradicciones y las desigualdades sociales que la caracterizan. Además, estos autores y otros, presentan los mecanismos mediante los cuales unos pocos especuladores (banqueros, comerciantes y políticos) se organizan para convertir la capital en una “vaca lechera” que da grandes dividendos.
La ciudad de Panamá, ubicada en el distrito del mismo nombre, tiene una población de 600 mil habitantes. Los distritos de Panamá y San Miguelito que forman el área Metropolitana tienen una población que rebasa el millón de habitantes. La ciudad y sus áreas colindantes crecen en el marco de una lógica caótica que sólo se entiende si se observa como los especuladores se hacen millonarios en períodos muy cortos.
Leis lo planteaba en forma muy acertada: Mientras más pobres hay en la ciudad, más oportunidades hay de corromper todas las instancias gubernamentales y acumular enormes fortunas. Uribe era aún más concreto: El crecimiento de la ciudad valoriza las tierras y quienes son dueños de las mismas se convierten en millonarios rapidamente. 
Desde la fundación de la República (1903) la política en torno a la ciudad de Panamá ha tenido como objetivo único enriquecer los grupos que monopolizan las tierras urbanas y controlan las políticas públicas. Quizás la única excepción fue el presidente Belisario Porras (1912-1924) quien urbanizó La Exposición y Bella Vista.
El problema no es reconstruir la historia. Es cierto, hay que denunciar ese pasado corrupto, al servicio de especuladores, en combinación muchas veces con el crimen organizado. Más importante, sin embargo, es aclarar el presente para definir políticas hacia el futuro. En la actualidad, la ciudad de Panamá se encuentra pasando por un período de transformaciones en su infraestructura vial, de servicios y distribución demográfica.
Los 15 kilómetros del nuevo Metro revolucionaron el transporte público en un sector vital de la ciudad. Pronto la segunda línea cubrirá otros 21 kilómetros. Después sigue la Línea 3 con 28 kilómetros más. Sin embargo, el Metro no está diseñado para contribuir a la solución de los problemas estructurales del área metropolitana.
Los estudios se limitaron a la cuestión financiera. ¿Cuánto puede generar esta inversión a corto y mediano plazos? No se planteó la pregunta de ¿cómo podía la inversión de varios miles de millones de dólares resolver los problemas urbanos y, sobre todo, como podía contribuir a mejorar la calidad de vida de los panameños?
La ciudad de Panamá tiene una red vial desordenada y sin aparente solución. Muchos urbanistas dicen que está colapsada. Esto se debe a las políticas corruptas de beneficiar algunos pocos especuladores a costilla de un millón de capitalinos. Las líneas del Metro podrían contribuir a solucionar el desorden, sin embargo, las mismas tienen otra lógica.

Las autoridades anunciaron recientemente que habilitarán el llamado ‘Corredor de los Pobres’ que va de Pedregal (en el este de la ciudad, vecino de Tocumen y su aeropuerto internacional) a Chilibre (camino a la ciudad de Colón), pasando por el norte del populoso distrito de San Miguelito. Con esta válvula de oxígeno se aliviará un poco los problemas de quienes transitan por ese sector. 
Complementará la Línea del Metro y el Corredor Norte, así como la avenida Domingo Díaz.
Pero el medio millón de habitantes que viven en esa área seguirán sufriendo las consecuencias de una falta total de planificación y orden urbano. Habrá más crimen organizado, inundaciones en la temporada de lluvia, falta de transporte público, de servicios de aseo, de educación, salud y vivienda.
La ciudad de Panamá no cuenta con aceras, avenidas, alumbrado nocturno y, aunque parezca mentira, no tiene un sistema de numeración de casas y edificios. Las autoridades se peguntan ¿para qué? Darle calidad de vida a los ciudadanos asfixia a quienes hacen negocios. 
Las autoridades pueden resolver el problema del ordenamiento territorial de la ciudad de Panamá si leen a Leis y Uribe y se preocupan menos de las ofertas deshonestas que están acabando con la capital. Con cinismo hablan de turismo: Hace varias décadas destruyeron las playas sobre el Pacífico. También barrieron con los manglares que drenaban las aguas producidas por las lluvias y ofrecían albergue a una rica biodiversidad.

Marco A. Gandásegui, hijo

¡Que generosos!

El hecho que Juan Carlos Varela, no haya ordenado por lo menos la suspensión de las actividades del Programa de Ayuda Nacional (PAN) antes de la elección del contralor que la oligarquía decidió escoger, nos da la medida que aquí nada cambiará a menos que mediante un cabildo abierto este pueblo recupere su soberanía e independencia, asumiendo la facultad que le confiere el Articulo 2 de la Constitución Nacional.
 
Con una sola excepción, esa asamblea que definitivamente tenemos que propiciar que sea disuelta por completo porque todos sus actos están encaminados solo a su propio beneficio,  vimos como el contralor y la sub-contralora fueron  ratificados porque en realidad ya habían sido escogidos.
Todos sabemos que salvo una u otra excepción, cuyo número no excede los cinco dedos de una mano, no existe uno solo que no haya recibido del PAN para pagar su campaña política o adquirir votos mediante sobornos, el clientelismo y el populismo más obsceno,  por no haber sido representantes ni diputados en el pasado quinquenio.
Todos estamos claros que el Panameñismo actual, así como el PRD son meras caricaturas de lo que fueron en el pasado y que allí nadie se mueve si no hay un sobre, un maletín o un “suéltame” para emitir un voto en pro o en contra de una propuesta o una ratificación.
Quienes reprochamos y hemos combatido por años la corrupción en este país, estamos obligados a iniciar la convocatoria de un Cabildo Abierto para expulsar del poder a quienes están allí gracias a un sistema perverso que corrompió a este pueblo. 
A quienes no tienen perdón humano ni divino, porque aprobaron leyes, dictaron y siguen  dictando  decretos  y  manejan  fondos, que despojan  de sus derechos a los más desposeídos.
A quienes prefieren hacer puentes, avenidas y  calles, que usar ese dinero para  facilitar medicinas, hospitales y atención médica a los más desposeídos, o impulsar el agro y la industria local de abastecimiento para abaratar la comida, y prefieren dejar a la intemperie  a quienes no tienen un techo porque ni una casa porque esas tierras se las repartieron los corruptos, y que  como no los ven,  no existen.
Cárcel e inhabilitación perpetua para estar en la política  a quienes destruyeron y siguen demoliendo las instituciones republicanas de este país, y para quienes con su continuismo pretenden socavar nuestra soberanía, nuestra nacionalidad y a nuestra clase obrera con programas de extranjerización de empleo que conspiran contra el país.
A este país no lo salva nadie sino el pueblo.  Tenemos y estamos obligados antes de convocar a una asamblea constituyente originaria, pero antes tenemos que propiciar un cabildo abierto para disolver esa asamblea, expulsar a todos los magistrados de la corte suprema, y empezar  meter presos a jueces y fiscales cuyo único objetivo ha sido el enriquecimiento injusto.
Tenemos un pueblo esclavo de la ignorancia, de la codicia y la indiferencia. Y vale traer a colación la célebre frase pronunciada por Bolívar en su Discurso de Angostura que reza:   “ La esclavitud es la hija de las tinieblas; un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción; la ambición, la intriga, abusan de la credulidad y de la inexperiencia, de hombres ajenos de todo conocimiento político, económico o civil; adoptan como realidades las que son puras ilusiones; toman la licencia por la libertad; la traición por el patriotismo; la venganza por la justicia.”
Solo el pueblo salva al pueblo, y no debe haber paz para el gobierno mientras no haya justicia para el pueblo. Todo lo robado tienen que devolverlo y ser inhabilitados de por vida para participar en la política, no la estupidez hecha de darle un segundo aire a quienes se les demostró ganaron una elección con trampa.
Que generosos y probos, aparecieron anoche  los diputados del PRD,  CD y el Panameñismo al momento de consignar sus votos… por el contralor de la oligarquía panameña y financista de la campaña del actual ocupante del palacio de las garzas que dejaron de chillar cuando el otro salió para el Parlacen a  refugiarse….
Licdo.EvansA.Loo Abogado

jueves, 20 de noviembre de 2014

II Congreso por la Soberanía.

Marco A. Gandásegui, hijo

En el marco del cincuentenario de la gesta heroica del 9 de enero de 1964, la Universidad de Panamá convoca al II Congreso por la Soberanía que se inaugurará mañana viernes, 21 de noviembre, a las 8:30am en el Paraninfo de la Universidad de Panamá. La clausura será el sábado, 22 de noviembre, a las 4pm. El encuentro será oportunidad para hacer un balance de los avances realizados por el pueblo panameño con relación a la soberanía nacional. Igualmente, se pasará revista de la situación actual, así como los retos que nos presenta el futuro.

El I Congreso por la Soberanía se realizó en febrero de 1964 en medio del fervor patriótico creado por la gesta del 9 de enero y por el sacrificio de los mártires caídos en el enfrentamiento desigual con las tropas norteamericanas acantonadas en la llamada ‘Zona del Canal’. El primer Congreso, realizado en el Paraninfo de la Universidad de Panamá, reunió a numerosas organizaciones de todo el país bajo la co-presidencia del doctor Jorge Illueca, entonces dirigente del Colegio Nacional de Abogados, y del profesor Víctor Avila, entonces secretario general de la Federación de Estudiantes de Panamá (FEP). 
 
El II Congreso tendrá seis comisiones de trabajo. Abarcarán temas de actualidad de gran importancia como el Canal de Panamá, las relaciones entre Panamá y EEUU, la realidad nacional, cultura e identidad nacional, seguridad nacional y los problemas socio-económicos del país. Cada Comisión aceptó ponencias de todos los interesados en presentar sus propuestas. En las sesiones los presentes también tendrán derecho a participar con sus intervenciones. Las ponencias deben guardar relación con el   segundo Congreso por la Soberanía. La versión escrita debe tener entre 8 y 10 páginas. Se le dará al ponente un máximo de  diez minutos para hacer su exposición. 
 
En el primer Congreso celebrado en 1964 se aprobaron más de 60 resoluciones. Entre ellas se destacaron la que reclamaba la jurisdicción sobre la Zona del Canal y recomendó que se “denunciara (sin pérdida de tiempo) el convenio del Canal”. También se aprobó una resolución para que Panamá reconociera a todos los países del mundo.
 
El comité organizador del II Congreso por la Soberanía es encabezado por el vicerrector de Asuntos Estudiantiles de la Universidad de Panamá, profesor Eldis Barnes. El coordinador académico es el profesor de Historia, Luis Navas P.
 
Según el profesor Barnes, “el II Congreso es una actividad para la cual la Universidad de Panamá abre sus puertas a todos los sectores sociales del país. Al igual que en el I Congreso celebrado en 1964, se extendieron invitaciones a todas las organizaciones del país y, de igual manera, a todos los individuos que quieren hacer aportes que contribuyan a la consolidación de la soberanía panameña sobre la totalidad de su territorio así como de sus riquezas”.Los participantes que se inscriben recibirán, en forma gratuita, documentos y certificados que acreditan su asistencia.
 
La primera mesa sobre la Nación y el Canal de Panamá, coordinada por Celestino A. Araúz, contará con ponencias de Abdiel Rodríguez, Guillermo Rolla Pimentel, Pedro Prados y Marco A. Gandásegui. La segunda mesa sobre La soberanía y la seguridad nacional, coordinada por Severino Mejía, contará con ponencias de Daniel Delgado D., Alexander Alleyne y Fernando Murray.
 
La tercera mesa sobre Cultura e identidad nacional, coordinada por Margarita Vásquez, tendrá ponencias de Enrique Illueca, Marcela Camargo, Indira Moreno y Nicolás  Liakópulos.  La cuarta mesa sobre Relaciones entre Panamá y EEUU, coordinada por Denis Chávez, contará con ponencias de Ana Elena Porras, Luis Navas, José Alvaro y Olmedo Beluche.
 
La quinta mesa sobre La geopolítica mundial y Panamá, coordinada por Azael Carrera, contará con ponencias de Briseida Allard, Enoch Adames, Virgilio Araúz, Ibrahim Asvat y Angel Martínez. La última mesa sobre Realidad nacional, coordinada por Iván Quintero, tendrá ponencias de Amelia de Pérez, Juan Jované, Guillermo Castro, Ana Pinilla y José Torrijos. 
 
Según Felix Villarreal, de la Universidad de Panamá, “hace 50 años, el pueblo panameño con conciencia patriótica demostró que luchar contra el imperio más poderoso del mundo por nuestra soberanía, significaría el punto de partida de una nueva época.
 
“Hoy, la juventud panameña, frente a los nuevos retos que  demandan soluciones, nos convocan  a un  II Congreso por la Soberanía, para hacer un balance objetivo y necesario, que nos permita certificar si vamos por el camino correcto, luego de aquellas jornadas que marcaron la ruta”.
 
20 de noviembre de 2014.