Juan Jované
De acuerdo al Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) la economía panameña sigue mostrando graves signos de desaceleración. Concretamente este indicador que durante el primer cuatrimestre del año pasado mostró un crecimiento del 5.05%, solo alcanzó a 4.17% en el mismo período de este año. La situación, sin embargo, resulta más grave si se toman en cuenta otros importantes indicadores.
En el plano de los elementos de la llamada plataforma de servicios de exportación se puede señalar, para comenzar, que hasta mayo de 2016 la tasa de crecimiento de los ingresos por peajes del Canal de Panamá mostraron una tasa anual de crecimiento negativo equivalente al 2.7%, así mismo, para el mismo período, la carga total manejada por Sistema Portuario Nacional decreció en 19.1%, mientras que el total de reexportaciones de la Zona Libre de Colón se contrajo en 14.0%. Por lo que se refiere a los gastos efectuados por los pasajeros residentes en el exterior en nuestra economía, que incluye turistas, excursionistas y pasajeros en tránsito, si bien mostró hasta abril un crecimiento de 14.3%, este fue inferior al observado en el primer cuatrimestre del 2015, el cual fue de 23.3%.
En relación con las exportaciones de bienes la situación también resulta crítica. De acuerdo a las estadísticas oficiales disponibles el valor de estas exportaciones contabilizado durante los cincos primeros meses de este año resulta ser inferior en 8.4% al observado durante el mismo periodo del 2015.
Si bien es cierto que estos elementos guardan relación con las condiciones deterioradas de la economía internacional, lo cierto es que las dificultades también se evidencian en los sectores que fundamentalmente atienden el mercado interno, sobre los cuales las políticas económicas del gobierno si pueden tener un impacto positivo. Este no solo es el caso del sector agropecuario el cual, gracias a la decidia gubernamental, está al borde del colapso definitiva.
En el caso de la construcción, vinculada en gran medida a las construcciones públicas, se puede observar que para el período que hemos venido analizando la tasa de crecimiento del valor de las construcciones adicionales y reparaciones mostró un nivel negativo de 8.4%. A esto se puede añadir que la tasa negativa de crecimiento de la producción de cemento gris fue de 6.1%, mientras que la del cemento premezclado, para la que solo se tienen datos hasta abril, también fue negativa en 23.4%.
Para el caso de la industria las estadísticas oficiales muestran que hasta mayo de 2016 de las 16 ramas a las que el INEC les da seguimiento 9 muestran tasas negativas de crecimiento. A esto se debe agregar que la utilización de energía eléctrica para la industria alcanza una tasa anualizada de crecimiento de apenas 0.6%
Todo esto significa que el gobierno del presidente Juan Carlos Varela, lejos de lograr una estrategia exitosa para enfrentar la difícil situación de la economía internacional, así como una política contracíclica destinada a fortalecer los sectores vinculados con el agro la industria y la construcción, generó una grave situación económica. Estamos, entonces, frente a un gobierno que lastimosamente resultó ser un fiasco.