domingo, 14 de septiembre de 2014

Cambio Climático y Culturas: El modelo consumista no solo contamina el ambiente, sino también nuestras mentes y por tanto, la forma en que vivimos.

Los promotores del modelo consumista, es decir, los del desarrollo depredador lo primero que atacan son a las culturas y saberes comunitarios e intentan sembrar el principio irracional y antiecológico de la "competencia". Por ello intentan desconoctar todo el sistema educativo de la cultura real de los pueblos, de la producción literaria o artística de valores creativos por contenidos de "superación", subliteratura, y cualquier otro material cultural que promueva la homogenización de la conciencia de las personas, transformar a las personas en mentes consumistas para el mercado y no en seres individuales, diversos, con capacidad para desarrollar esas diversidades individuales.

Este ser humano consumista es el producto fundamental de reproducción del desarrollo depredador, es un ser humano sin respeto por la naturaleza humana y no humana y sus diversidades. Es un ser humano con miedos terribles a todo, como un ser humano de la edad media, que reproduce los prejuicios y los valores antidemocraticos.

Por ello la tarea fundamental de los que creemos en un país y un mundo en paz con la naturaleza es generar los procesos de educación sobre alternativas diferentes de desarrollo y vivenciar con nuestro prójimo, y ello requiere pensar y propuestar, pero también movilizarnos socialmente, siendo también una forma de educación a la ciudadanía. Un grupo de ciudadanos marchando por las calles de las ciudades del mundo exigiendo a los gobiernos del planeta responsabilidad y acciones concreta contra la aceleración del Cambio Climático, hace totalmente la diferencia. Este 21 de septiembre los panameños y panameñas podemos hacer la diferencia y hacer conciencia en esa unidad en la diversidad, junto a nuestras familias, pero también lo harán millones de personas en el mundo.

Coordinadora Victoriano Lorenzo

domingo, 7 de septiembre de 2014

Panamá dice SÍ a su historia.


Por Ricardo Arturo Ríos Torres
El Canal es nuestro, lo administramos mejor que los estadounidenses con eficiencia y seguridad. Hoy comemos soberanía,  pocos, muchísimo. La mayoría espera una distribución con justicia social. Hoy el crecimiento económico es envidiable a nivel latinoamericano. Somos un país próspero y con un futuro de grandes posibilidades de una democracia participativa. El presente que disfrutamos se lo debemos a la lucha heroica de la juventud panameña. 
El acto separatista de 1903, propicia el nacimiento de una república manca, coja y tuerta. El Tratado Hay-Bunau Varilla  impuso una relación de protectorado,  con un enclave colonial a perpetuidad. Las  bases militares  del imperio de Wall Street, en todo el territorio nacional nos hicieron un país ocupado, intervenido en nuestra vida cotidiana. Los zonians con su agresión psicológica nos hicieron creer, que la región canalera, era un área vedada a los descendientes de Quibián, Urracá, Bayano y Victoriano Lorenzo. El gold roll y silver roll fueron la expresión máxima de su apartheid. La discriminación era la norma.
Los panameños con dignidad, honor y determinación iniciamos una gesta cidiana y quijotesca. Actuamos con plena conciencia de un proceder justo y patriótico, sin odios ni rencores,  sin  violencia,  siempre cívicos y pacíficos al estilo de Gandhi, Luther King y Mandela.
 La épica de la soberanía surge  cuando se firma el Panamá Cede. Los poetas y narradores, como Amelia Denis de Icaza, Gaspar Octavio Hernández, Rogelio Sinán, Joaquín Beleño  enriquecen el alma nacional.  Eusebio Morales, Guillermo Andreve, José Dolores Moscote y Manuel Roy hacen del Instituto Nacional el eje emocional de la nacionalidad.  Acción Comunal dirige el rechazo popular contra el Tratado Kellog-Alfaro de 1926. La Federación de Estudiantes y el Frente Patriótico de la Juventud le dicen NO al Convenio Filós-Hines de 1947. La Generación de 1958,  el 2 de mayo de ese año, siembra banderas panameñas en la Zona del Canal. En 1959 se da la gran marcha patriótica en la Avenida 4 de julio, hoy Avenida de los Mártires. Y el 9 de enero de 1964 se inicia la auténtica independencia que se concreta con el Tratado Torrijos-Carter y la eliminación del enclave colonial con su perpetuidad y zonians, el Canal es panameño.
Panamá es una nación aluvional, la más antigua de Tierra Firme, con un devenir de más de 500 años. Panamá es su geografía, historia, literatura, folclor, con una  identidad múltiple, y una cultura pluriétnica, somos muchos rostros en uno.  Y la cátedra de Panamá con los Estados Unidos con el aval de la intelectualidad universitaria, representada con Ernesto Castillero Pimentel y Julio Linares,  recoge el sentimiento de una comunidad  orgullosa de su identidad y memoria histórica, La cátedra suma el imaginario de panameños ejemplares como Belisario Porras,  Octavio Méndez Pereira, José Daniel Crespo, Ricaurte Soler, Roque Javier Laurenza, Acracia Sarasqueta, Gumercinda Páez , Sara Sotillo,  Jorge Illueca, Carlos Iván Zúñiga y muchos otros que fortalecieron nuestro sentido de pertenencia