jueves, 30 de julio de 2015

Grecia: la verdadera cara del capitalismo.

Por Olmedo Beluche
 
Todas las caretas que enmascaran el teatro del mundo se han caído en el drama griego del presente. Ya está claro que la Unión Europea no son instituciones democráticas que expresan el deseo de unidad y paz de sus pueblos, sino un conjunto de políticos al servicio del capital financiero y de los intereses imperialistas alemanes. Ha quedado evidenciado que la moneda común, el euro, y el banco que le emite y supervisa (BCE), no conducen al bienestar de la ciudadanía de Europa, sino al saqueo económico en beneficio de los banqueros, sobre todo alemanes.
 
A la llamada "troika" (Unión Europea, Banco Central Europeo y el FMI), que debería llamarse "triunvirato", no le interesa la racionalidad económica puesta a proteger el elemental derecho a la vida de los más pobres, en particular de ancianos jubilados cuyas pensiones están literalmente al mínimo, haciendo que la deuda griega la pagaran con impuestos los más ricos. Por eso rechazaron el plan del gobierno griego elaborado por su ministro Varufakis.
 
A los poderes del mundo no les interesa la justicia social, ni si la deuda griega es impagable y fraudulenta, ni que los empresarios han fugado a bancos suizos hasta 400 mil millones de euros. La troika, o sea el capitalismo europeo, quiere que Grecia pague hasta el último centavo de sus deuda  a la banca, pero no de cualquier manera, sino que la plata salga de las pensiones de los jubilados, y de los bolsillos de los consumidores subiendo el IVA (ITBM) hasta el 23%, y de la privatización de lo último que quede. Dicho metafóricamente, chupándole la sangre al pueblo griego.
 
Al supuesto sistema "democrático" europeo ni siquiera el sufragio le importa un ápice. A la jefa de gobierno alemán y el coro de títeres a su alrededor, no le interesa si en un referendo el pueblo griego votó en contra de un "plan de austeridad" que los hunde más en la miseria. Ella, su ministro de economía, y los pelafustanes jefes de gobierno europeos, le pusieron el "ultimátum" (en la mejor pronunciación imperial romana) al primer ministro Tsipras: o te tragas el plan o te echamos a patadas, con todas sus consecuencias.
 
Los líderes "democráticos" de Europa han quedado desnudos, los supuestos viejos principios liberales van al tinaco de la basura: democracia, sufragio, estado de derecho, soberanía nacional, autodeterminación. Sólo importa el interés bancario, la ganancia de los financistas y la dictadura a su servicio, porque el sistema electoral, parlamentario, judicial y de gobierno de Europa es un parapeto para engañar a los ciudadanos, porque en verdad gobiernan y deciden un puñado de banqueros y políticos a su servicio.
 
Las "consecuencias" que le esperaban a Grecia ya las conocemos los ciudadanos del "tercer mundo": sanciones económicas, bloqueo a lo Cuba, campañas de desprestigio y mentiras en los medios de comunicación y, en el largo plazo, la guerra civil, el golpe de estado o la invasión militar, si todo lo demás fallara.
 
En América Latina, en África, en Medio Oriente ya sabemos cómo es el juego, porque lo vemos repetido a lo largo de la historia hasta el presente. Cada vez que un gobierno, empujado por su pueblo, intenta salirse del guión impuesto por el imperialismo norteamericano y su saqueo para dar algo de bienestar a la población, le cae el conjunto de "consecuencias" que acabamos de listar. ¿No es eso lo que le pasa a la Venezuela de Chávez y Maduro? ¿A su manera no es lo que han sufrido con diversos intentos golpistas Correa y Evo Morales?
 
Esas son las "consecuencias" que tuvo miedo enfrentar Tsipras, cuando Ángela Merkel lo puso en el límite. Iba a quedar como Maduro, saboteado económicamente y vilipendiado por los medios de comunicación, y sin petróleo. Tsipras prefirió devolverse, traicionando su programa de gobierno y sus compromisos con los electores que sobre el 60% rechazaron el plan de austeridad impuesto por Alemania, llevando a la crisis a su propio partido (Syriza) para gobernar con sus enemigos liberales y socialdemócratas, de los que ahora es rehén.  
 
Pero seamos justos con Tsipras,  porque la pregunta es: ¿Estaba el pueblo griego preparado para enfrentar lo que se venía? ¿Eran conscientes que rechazar al imperialismo alemán implicaba: nacionalizar la banca, emitir moneda propia, tomar drásticas medidas contra los capitalistas que seguirían saboteando la economía y fugando capitales, incluyendo la nacionalización de empresas? ¿Está la clase obrera griega lista para enfrentar en la calle a quienes intentarían derribar el gobierno que se atreva a tocarle el bolsillo a los oligarcas financieros, incluyendo a los militares adiestrados por la OTAN?
 
Por la encuestas posteriores, y pese a todo lo que ha pasado, parece que todavía hay ilusiones sobre Europa en un buen segmento de la población griega. Y, como dijo Trotsky, la revolución no tiene etapas, pero la conciencia de las masa sí pasa por etapas que, para ir más adelante, necesita superar las anteriores mediante la experiencia. Ya se quemarán las etapas que faltan, pues las consecuencias de quedarse en el "euro" será dura para el pueblo heleno. Hambre si te quedas e el capitalismo y sus reglas, hambre mediante el cerco si te vas.
 
Lo que está en juego en Grecia, al igual que en Venezuela y en todos lados, es romper con la lógica antidemocrática e injusta del sistema capitalista. Nada más y nada menos. Entrar en esa lucha requiere estar consciente de ello, de lo que hay que hacer, y de las consecuencias que se van a enfrentar. De lo contrario, la derrota dura y sanguinaria está asegurada. Quien lo dude que repase un poco de historia moderna.
 
Así que no solo los europeos tienen algo que aprender de lo sucedido a Grecia en estos días, los latinoamericanos también tenemos una lección que sacar: no hay modelo antineoliberal que se sostenga sin medidas consecuentemente socialistas. La única manera de derrotar  y debilitar a los enemigos de los pueblos es quitándoles su poder económico, nacionalizando la banca, controlando el comercio exterior y proveyendo al pueblo de la canasta básica en lo interior a través del control estatal.
 
No sólo Tsipras debe aprender de la experiencia latinoamericana. En Venezuela, Ecuador o Bolivia hay que sacar las conclusiones de lo que pasa en Grecia, porque la disyuntiva es: o la revolución bolivariana, ciudadana o indiana toma las medidas consecuentes contra los enemigos del pueblo, o se queda a medio camino, como Tsipras, preparando el camino de su propia derrota, como le pasó antes a Perón, y tantos otros.
 
Aunque Tsipras haya flaqueado, el juego continúa. El nuevo plan de austeridad seguirá profundizando el sufrimiento del pueblo griego, llevándolo directo al hambre y la desesperación, ingredientes ambos de todas las revoluciones de la historia.
 
En el interín, la vanguardia de la clase trabajadora en Grecia y Europa ha madurado, y tarde o temprano tendrán que enfrentar situaciones similares en sus propios países, pues la crisis capitalista no deja márgenes. Los que quieren construir la Europa de los trabajadores verdaderamente democrática, ya saben que deben hacerla sobre las ruinas de las actuales instituciones, que representan la Europa del capital y la dictadura de los banqueros.
 
En la lucha unitaria de los europeos anti austeridad, o sea anticapitalistas, está el futuro. Grecia sola contra el aparato imperialista europeo la tiene difícil. Pero así empezó la URSS, y aguantó 70 años, y Cuba que nos dura hasta ahora. Sólo en la unidad internacionalista está la posibilidad de resistir y vencer. Igual que a este lado del mundo: sin unidad bolivariana, estamos fritos.
 
Panamá, julio de 2015.

lunes, 20 de julio de 2015

Varela y la descentralización.

 La llamada Descentralización es un tema polémico en Americalatina, principalmente porque es el mecanismo usado como caballo de troya por los gobiernos para imponer reformas neoliberales: privatizar servicios como educación, salud, etc. y privatizar servicios municipales, es decir, ha sido una forma de agilizar negociados de los recursos y servicios de los países, entregándolos a los conflictos de intereses del sector privado en contubernio con los partidos políticos a escala municipal, creando con ello una descentralización de los negociados y las corrupciones. 

De esto último hay abundantes ejemplos en países donde se impuso, y muestran con toda claridad que la gestión autónoma de los municipios no es el problema, sino el sistema político que organiza el Estado en general, protegiendo el control político de mafias económicas y políticas que son quienes terminan beneficiándose de los recursos del Estado.Es claro, entonces, que cualquier gobierno que se precie de serio y honesto, antes de hablar de Descentralización, emprenda primero una reforma política del Estado, que distribuya y democratice el poder político y elimine los sistemas de privilegios, falta de transparencia e impunidad de los partidos políticos y funcionarios del Estado. Es decir, todas las transformaciones estructurales profundas que plantea un proceso constituyente originario y soberano, que es una promesa de campaña que el presidente Varela ha incumplido.

Como señalara el sociólogo Raúl Leis, estudioso del tema, desde inicios de la república liberal(1903) Panamá contó con una institucionalidad muy débil por su condición constitucional de protectorado de los Estados Unidos y las asimetrías económica de zonas de tránsito económicamente fuerte e interior rural débil, este contexto originó un sistema político centralizado en el poder de los partidos políticos y el órgano ejecutivo, originándo oligarquías metropolitanas y caciquiles. Esta deficiencia la señaló en la década del 70ta, sociólogos como Marco Gandásegui, como la ausencia de Polos de Desarrollo en el resto del país. Haciendo evidente que el tema del fortalecimiento de las autonomías municipales es primero que todo un problema político, no sólo un problema técnico y de transferencia de recursos. Lamentablemente el presidente Varela repite la misma historia que los gobiernos anteriores.

A finales del gobierno de Martín Torrijos intenta imponer un proyecto de descentralización dentro de la misma naturaleza, al llegar el nuevo gobierno de Ricardo Martinelli, viendose con un minoritario control político municipal, suspende los efectos de este proceso, con la anuencia de sus aliados de entonces, el Partido Panameñista.

El proyecto PRD de descentralización durante el gobierno de Martín Torrrijos

La Asamblea de diputados aprobó, mediante un madrugonazo, faltando unos días para terminar el periodo de gobierno del PRD-PP, el proyecto de ley No.482 sobre Descentralización de la Administración pública, que constaba de 165 artículos. El proyecto de ley establecía el concepto neoliberal de “traspaso de competencias” administrativas a los municipios (art. 1) en materia de servicios sociales en general, que quiere decir que el Estado se desprende progresivamente de estas responsabilidades para compartirla con los municipios, trasladando recursos financieros y gestión del “desarrollo educativo”, salud y otras, a los municipios. Es decir, reparaciones de escuelas y otras actividades para la gestión educativa estarían en mano de municipios, lo que quiere decir que le entregaba recursos de la Educación a los municipios y tendrían la potestad de velar por el “desarrollo educativo”.

Tras la protesta ejercida por el movimiento docente gremialista y los médicos, el presidente vetó parcialmente la ley ya aprobada por la Asamblea de diputados, en los numerales 4 y 7 del artículo 63, que establecían el traspaso de las “competencias de salud y educación”. Luego el proyecto volvió a la Asamblea de diputados, la cual aprobó el proyecto de ley con los cambios introducidos por el presidente. Pero no es cierto que se eliminó la posibilidad del traspaso de competencia a los municipios en materia de salud y educación, como afirmó el Presidente Torrijos en ese momento. Porque la ley aprobada era una ley marco, es decir, que establece y desarrolla el “concepto de traspaso de competencias del Estado” dentro del sistema jurídico panameño, esto quiere decir, que en cualquier momento, el nuevo gobierno podía introducir mediante adiciones a la ley hechas por la Asamblea Legislativa o por decretos ley, hechos por el presidente, el traspaso de competencias de salud y educación.


El modelo de descentralización neoliberal de Martin Torrijos

El concepto neoliberal de “traslado de competencias” significa que el Estado se desprende de sus responsabilidades y las municipaliza “progresivamente”, como una forma de ajustar el gasto público en inversión social(educación, salud, media ambiente, etc.), justificándola con la transferencia de recursos territoriales, es decir, hacia las municipalidades. Este tipo mecanismos es introducido por los manuales de préstamo del Banco Mundial como requisitos a los gobiernos. Y son un requerimiento obligatorio para seguir prestando a los gobiernos.

Las medidas de municipalización de la Educación  y otros servicios públicos son usados como mecanismos de “ajuste fiscal”, es decir, para asegurar que lo gobiernos paguen sus prestamos, recortando lo invertido. El el capítulo I, art. 7  de la ley creada por el gobierno del PRD, hablaba del “dialogo público-privado” como formula doctrinal para el marco de las “concesiones administrativas”,  “patronato” u otras formas de privatización solapada, que más adelante desarrolla con un ambiguo concepto de “participación”. En su art. 8 decía claramente que el objetivo es cumplir “el Marco fiscal de mediano plazo” del gobierno, obviamente asociados a los programas de endeudamiento público.  El concepto de Competencias quedaba definido claramente en el título IV-art. 15 a 18 de la ley y las fragmenta en competencias exclusivas, propias, compartidas, trasferidas y delegadas. A este título IV-art.15, numeral 4, en segundo debate sólo se le cambió la palabra de “competencias transferidas” a “competencias trasladas”, como cuestión de forma y todo lo doctrinal o de principio quedó intacto.

La descentralización neoliberal en América latina

En Chile la descentralización del Estado o municipalización de los servicios públicos, entre ellos, la educación, fue el primer experimento neoliberal impuesto a sangre y fuego  por la dictadura militar de Augusto Pinochett a comienzos de los ’80 y fue constituido en un modelo a seguir, que hoy sabemos, es un fracaso y aproxima una reforma política en ese país.

En este modelo de descentralización neoliberal las escuelas dependen directamente de estructuras intermedias que se conocen como “sostenedores”. El nivel de autonomía de cada escuela sigue siendo bastante bajo y los equipos de gestión de cada una de ellas se deben a los sostenedores. Son ellos los que administran los subsidios estatales y quienes tienen el poder de decidir respecto de aspectos centrales de la vida escolar como: los planes anuales de cada escuela; la designación de directores; la reubicación de profesores, etc. Estos sostenedores pueden ser municipales (a través de Direcciones o Corporaciones municipales) o privados. Esta descentralización “progresiva” llega regir hasta la vida laboral de los docentes. Este sistema elimina la estabilidad laboral a los docentes, solo basta poner en el buscador de internet  las frases “ municipalización”, “chile loce”, “chile rebelión de los pinguinos”, “perú municipalización”, y encontraremos abundante material para informarnos de los estragos de la descentralización neoliberal.

Cuando los defensores a sueldo de las medidas neoliberales como empresarios, funcionarios de los gobiernos o politiqueros de la partidocracia defienden la descentralización neoliberal diciendo que Panamá es el último país en latinoamericana en materia de descentralización del Estado, ha sido porque el movimiento docente ha resistido a la medida o las mismas contradicciones centralistas, en pugna del poder político de la partidocracia, lo ha impedido.

Varela y la descentralización

Como describíamos arriba, las contradicciones del centralismo del poder político y las pugnas entre los diferentes grupos de la partidocracia por su control, ha generando una fragmentación de bandos a lo interno de los partidos y en consecuencia, creado una crisis de control efectivo cuya mejor lectura la tenemos en el miedo del Partido Panameñista, y de su gobierno, a convocar un proceso constituyente soberano. El presidente Varela en su discurso a un año de gobierno, dejó claramente ver en su intertexto el temor a la fragmentación y la consecuente pérdida de fuerza política de su partido. de por si, una fuerza política en descenso.

La situación descrita, nos ayuda a comprender porqué busca abrir un proceso de descentralización neoliberal. Creyendo ver en ella un posible mecanismo para solventar la pobre gestión de gobierno y debilidad política, ya que disponer de $180 millones para transferir a los municipios como plantea, le da posibilidad de usar la receta clientelista, como bien lo hizo Martinelli, para tener control político de las municipalidades junto a sus alianzas con bandos del PRD y el CD.

Mientras el presidente Varela plantea tener un proyecto de ley analizado en 60 días sobre descentalización y aplicarlo en el año 2016, otros bandos del PRD llaman a una constituyente paralela, con el ánimo ambiguo de buscar restarle poder al gobierno panameñista.

Y así el país vive rehén permanente de los conflictos de intereses de la partidocracia y las élites económicas que los financian, quienes al final de las cadenas de la corrupción y los negociados, reciben los grandes beneficios. Lo significativo es que en medio de esas pugnas la Educación panameña y demás servicios que debe gestionar el Estado, se pauperizan de forma alarmante.

Autor: Observatorio Político de Panamá

viernes, 17 de julio de 2015

Todo sea por la gloria institutora.

Marco A. Gandásegui, hijo.
Muchas voces se han levantado para reaccionar con indignación por los actos de violencia que se dieron en las inmediaciones del Instituto Nacional la semana pasada. Una persona encapuchada – que parecía ser un joven estudiante institutor – acompañado por otra media docena de muchachos causó un incendio frente a un profesor, causándole heridas, al igual que a otros estudiantes. El profesor y dos estudiantes, con graves quemaduras, fueron atendidos en un centro de salud y siguen bajo cuidados médicos.
La ciudadanía condenó el acto y pidió que se hiciera justicia. El Ministerio de Educación y el Ministerio Público se han movilizado con lentitud. Otros han opinado que debe legislarse para aumentar los castigos y algunos extremistas han demandado el cierre del Instituto Nacional, fundado en 1909.
Recientemente me encontré con un escrito del profesor Ricardo Ríos que ha realizado, en mi opinión, el análisis más calmado y atinado de la situación. Pone sobre el tapete varios factores que explican los incidentes de violencia en los alrededores del “Nido de Aguilas”. Por un lado, la prohibición oficial desde hace varios años de la Asociación Federada del Instituto Nacional (AFIN). Por el otro, un asedio permanente e injusto contra el plantel por parte de los estamentos gubernamentales durante el período anterior. Además, el profesor Ríos señala el interés de algunos ‘desarrollistas’ por apropiarse de los valiosos terrenos que ocupa el Instituto para convertirlos en negocios urbanísticos.
Veamos cada planteamiento con calma y orden. En primer lugar, la falta de la AFIN genera desorganización y ausencia de liderazgo. El Ministerio de Educación ha logrado su objetivo: descabezar el movimiento estudiantil. Según Ríos, “el vandalismo estudiantil es consecuencia, entre otros factores, de la ausencia de la Asociación Federada, colectivo de la Federación de Estudiantes, que encauzaba las inquietudes cívicas de los alumnos del plantel. El movimiento estudiantil  no existe sin liderazgo definido es imposible establecer responsabilidades, predomina la anarquía y se favorece la maleantería”.
Ríos agrega que “el Instituto Nacional fue baluarte de la nacionalidad panameña durante la épica de la (lucha por la) soberanía. (A su vez), durante la dictadura militar fue centro indomable al defender la institucionalidad democrática. Son muchos sus mártires y héroes, su trayectoria de civismo, cultura y patriotismo es innegable. El devenir nacional  es impensable sin sus logros y aportes al alma panameña”.
En segundo lugar, Ríos apunta a una conspiración de los sectores más retrógrados de la sociedad panameña que quieren ver desaparecer el faro que el Instituto ha representado por más de un siglo. En los tiempos de Martinelli y Lucy Molinar, se atacó “al Instituto Nacional para desprestigiar  los actos conmemorativos del cincuentenario de la gesta patriótica del 9 de enero. Semanalmente se provocaban actos violentos con enmascarados, el asunto era criminalizar a los institutores”.  Incluso, se rodeaba al Instituto con policías militarizados. Las cuadrillas del Ministerio de Obras Públicas salían a la Avenida de los Mártires a borrar las expresiones artísticas de los jóvenes alusivos a los actos heroicos del 9 de enero que encabezaron los institutores en 1964.
Nada es casual, dice Ríos. “El Nido de Águilas es asediado por distintos intereses empeñados en desprestigiar su imagen y trayectoria”. Concluye denunciando que, “el lucro inmobiliario desea el cierre del Instituto Nacional para edificar en su valioso terreno sus torres del lavado de dinero. La actitud antinacional y antipatriótica de los que no hansuperado su mentalidad de protectorado desea el cierre de ese baluarte de nuestra nacionalidad. Intereses de grupos religiosos de la ultra derecha tampoco quieren un centro del pensamiento crítico. A esas voces les decimos que no lo lograrán, nos encontrarán en cada rincón de la patria luchando contra sus nefastas intenciones”.
El Instituto Nacional se encuentra en un espiral que es propio del país en su conjunto. Al igual que la justicia, la educación en Panamá es clasista o selectiva. Los niños son matriculados en las escuelas y colegios pensando más en quienes serán sus compañeros de aula que en la calidad de la enseñanza. Los gobiernos de turno están al servicio de un sistema educativo perverso que combina la represión y la ineficacia con los negocios. Hay que liberar el enorme potencial creativo de estudiantes y maestros en todo el país. Hace falta un plan de desarrollo nacional donde la educación ocupe un lugar privilegiado. Todo sea por la gloria institutora, como lo proclamó Manuel Roy.

lunes, 13 de julio de 2015

Primer año de gobierno de Varela: Balance y perspectivas. Aspectos jurídico-políticos.

Prof. Raúl González R.


A un año de haber tomado posesión como Presidente de la República, Juan Carlos Varela presenta un Informe a la Nación, ante la Asamblea de Diputados, nada trascendental, como es costumbre de los gobernantes panameños, cada 1 de julio.



De manera breve, presentamos un análisis de lo sucedido en ese periodo y su discurso. 
Órgano Ejecutivo: dirigido por el Partido Panameñista, con la participación del Partido Popular e independientes, es controlado por empresarios, como Stanley Motta.


Considerado como un gobierno del continuismo, incluso mantiene al Ministro del Canal y Director de la Autoridad del Metro, del gobierno anterior, Roberto Roy, sin brindar ningún tipo de rendición de cuentas al país, sobre la ampliación del Canal y la construcción del Metro, a quien Varela en su intervención, ofreció, al igual que ha todo su equipo de gobierno “ todo mi respaldo”. Varela agrega que las licitaciones de su gobierno “ han sido abiertos y transparentes”, haciendo caso omiso a las denuncias presentadas, en ese sentido. No está entre sus prioridades, la lucha contra la corrupción ni reformar lo más pronto posible, la ley de transparencia. Durante los próximos 6 meses se licitarán, anunció, las principales obras de este gobierno, con la misma ley de contrataciones públicas que utilizó el gobierno anterior para saquear las arcas del Estado.


La sociedad percibe de este gobierno, lentitud en su desempeño y tiene la impresión de que hace muy poco por atender y resolver las demandas de la población, sobre todo, de los más humildes. Las frecuentes protestas, así lo corroboran.



Órgano Legislativo : el PRD, cuenta con una mayoría, seguido del C.D y partido panameñista. Miembros de partidos neoliberales, carentes de ideologías, principios y programas, los diputados llegan a cuerdos sobre las base de sus intereses personales o de grupos, nunca pensando en el país. De ahí que cualquier alianza es posible. La elección del Contralor de la República, propuesto por el Ejecutivo y quien obtuvo los 70 votos de diputados de partidos, es una prueba fehaciente.



Muchos de ellos utilizaron dinero del Estado en sus campañas, así como otros recursos, que constituyen delitos electorales, además de tener expedientes que los implican en acciones ilegales, hechos utilizados por el partido de gobierno o funcionarios del mismo, para conseguir los resultados deseados. Utilizan los mismos métodos del gobierno anterior. La elección de la Junta Directiva, fue un espectáculo deprimente, pero que demuestra sin duda alguna, la calidad de parlamentarios que tenemos hoy, aprobando leyes antipopulares, vendiendo el país, al mejor postor. El reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia, mediante el cual, niega la investigación a 32 diputados, acusados de utilizar partidas circuitales, dineros del Estado, para fines electoreros, explica porqué diputados de gran confianza de Ricardo Martinelli, en esta ocasión votaron por los candidatos del gobierno, para presidir la Asamblea.



Administración de Justicia: este primer año de gestión del Gobierno Varela, se ha caracterizado por las investigaciones de los escándalos de corrupción del régimen anterior. Sin embargo, las autoridades encargadas de investigar y llevar a la cárcel a los corruptos, no gozan de la credibilidad de la sociedad, producto de sus actuaciones y debido a que el sistema colapsó.



La Corte Suprema de Justicia, pasa por su peor momento. Denuncias que involucran a los magistrados, dos de ellos ya separados, producto de acuerdos, dejan una mala impresión del estado de la justicia. La aplicación de medidas de casa por cárcel, en los casos de alto perfil, demuestran la selectividad de la justicia, llevando a la sociedad a panameña a perder la esperanza, de sanciones ejemplares y la recuperación de los dineros del Estado. Algunas autoridades nombradas por el Presidente Varela, no llenan las expectativas de la sociedad. Pese a que en su discurso, pareciese vivir en otro país, ya que a su juicio, “hoy vivimos una nueva era de paz, tolerancia, unidad y justicia social, en un país donde nadie está por encima de la ley.” 



Varela ha prometido considerar la opinión de la sociedad civil, al momento de designar a los nuevos magistrados, promesa que muchos consideran, no cumplirá.



Tribunal Electoral: 
Salpicados de escándalos de nepotismo, el Tribunal Electoral, no escapa al conjunto de críticas a las instituciones estatales y autoridades, cuestionadas por la sociedad. En el proceso de reformas electorales, no están facilitando un diálogo eficaz, que llene las expectativas de vastos sectores de la sociedad, que desean participar activamente en la vida político-electoral. Los Magistrados no representan garantía alguna de transparencia y credibilidad en un proceso constituyente. Algunas declaraciones al respecto, así los demuestran.



Varela en materia de reformas electorales, señala estar “ a favor de una mayor participación del Estado en el financiamiento de las campañas políticas, con mecanismos adecuados para garantizar la transparencia, así como el derecho de todos los ciudadanos a elegir a sus gobernantes y aspirar a un cargo de elección popular en condiciones de igualdad”. Para ello deben adecuar su conducta en el proceso de discusión de las reformas electorales y brindar mayor apoyo, a las propuestas provenientes de la sociedad civil. 
Sobre la Asamblea Constituyente señala que pese a ser promesa de campaña, no es el momento, para convocar a la misma, ya que no hay el nivel adecuado de coordinación de las fuerzas políticas y la sociedad civil. Lo que no dice, es que espera concluir la integración del sistema público de salud, Ministerio de Salud y la CSS y la descentralización del Estado, para luego incluirlos en la nueva Constitución. 



Para ello, decide postergar la convocatoria a la Constituyente, que en todo caso sería la paralela y no la originaria y soberana, que es la que exige el pueblo. Una burla más a la soberanía popular y desconocimiento del poder constituyente, cuyo titular, es el pueblo. 
Partidos Políticos: Todos los partidos políticos legalmente constituidos, son neoliberales. Las cúpulas de los mismos, actúan al margen de las bases y adoptan acuerdos de grupos. Hoy son sujetos de crisis, como se pudo palpar en la elección de la Junta Directiva de la Asamblea. El PRD, partido con más curules en la Asamblea y el Cambio Democrático, la segunda fuerza, sucumbieron ante las argucias de un gobierno que conoce las debilidades de los diputados, logrando dividirlos e imponerse, pese a que el Partido Panameñista, dirigido por el Presidente Varela, es la 3 fuerza, logrando controlar la Asamblea.



Movimiento Popular: 
Afectado por divisiones, ha dado algunos pasos importantes en la búsqueda de la tan necesaria unidad. Sobre todo, el movimiento sindical. De manera unitaria, aunque todavía con serias deficiencias, afrontó el reto de organizar la llegada del Presidente Maduro a la toma de posesión del Presidente Varela, luego afrontó la organización de la Cumbre de los Pueblos. Pese a ello, aún falta mucho por hacer en ese sentido. Acontecimientos importantes como el programa de IVM, del seguro social, la lucha contra los acuerdos del TISA, el alto costo de la vida, por un mejor servicio de transporte y otros, la situación crítica de las instituciones del estado, sus autoridades y la falta de credibilidad de la población en sus gobernantes, obligarán al movimiento popular, especialmente a su dirigencia, a desarrollar acciones unitarias, que acercarán más al movimiento popular a la unidad.



Algunos, lamentablemente, no entienden el nuevo momento que vive el país y que se espera de ellos, por lo que se verán obligados a actualizarse o corren el peligro de ser superados por sus bases, en búsqueda de mejores días, para el pueblo panameño. 
El desgaste de los partidos políticos, la falta de credibilidad de la población en las instituciones y sus autoridades, son serios indicios de la gravedad del problema. Un Estado que no funciona, debe ser renovado con transformaciones profundas. Su refundación hoy es más necesaria que nunca. La opción es una Constituyente Originaria, la única que existe. Todo depende de la madures con que abordemos el tema.


Miembro de la Coordinadora del MIREN

El mensaje del papa en Sur América.

Marco A. Gandásegui, hijo.
Con motivo del viaje a América latina del papa Francisco, los pueblos de la región tienen esperanzas que el líder de la Iglesia católica apoye las demandas y movilizaciones de su juventud, mujeres y etnias reprimidas y discriminadas. Es muy significativo que el papa Francisco incluyera en su gira a países como Bolivia y Ecuador, cuyos pueblos están en una lucha abierta contra las oligarquías locales y las potencias imperialistas de Norte América y Europa.
Como jefe de Estado del Vaticano, el papa de la Iglesia católica no tiene poder de convocatoria. Sólo tiene mando sobre un grupo de burócratas que conforman la Curia. En cambio, como líder espiritual de más de mil millones de personas en el mundo entero concentra en su persona un enorme atractivo. Cerca de 400 millones de católicos residen en América latina.
El reconocimiento del papa Francisco de las luchas populares en Ecuador es un primer indicador de apoyo a ese pueblo. Ecuador hace enormes avances en su política social. Especialmente, con los pueblos indígenas reprimidos y discriminados durante siglos. El papa le está dando a la revolución Ciudadana un espaldarazo. Al mismo tiempo, está rechazando los intentos desestabilizadores de la oligarquía y de Washington.
El papa no viene a la región con un plan político pre-establecido. Aún es muy prematuro hablar de la constitución de nuevos bloques. El mundo está muy dividido y estamos presenciando como la lucha por la hegemonía se agudiza. En el caso de América latina, hay fuertes divisiones. Aún hay países dominados por oligarquías locales que utilizan su fuerza ideológica y/o armada para reprimir sus pueblos. Esta división es, a su vez, abanicada por EEUU.
Otra escala del papa es Bolivia que vive cambios profundos. También tiene aspiraciones a tener una salida al mar. Tiene a toda la comunidad internacional a su favor. El hecho que el papa incluyera a Bolivia en su primera visita a la región es muy significativo. Chile, a su vez, ha sostenido un discurso equivocado por casi un siglo en torno a su diferendo con Bolivia.
Sin duda, el papa Francisco ha manejado con mucha habilidad su discurso en torno a los puntos más sobresalientes en la agenda mundial y regional. Con relación a su encíclica, en defensa del ambiente, ha identificado los responsables del panorama desastroso en que se presenta el futuro de la humanidad. Somos una especie en peligro de extinción. El papa reitera la necesidad de poner fin a las políticas del 'capitalismo salvaje' y las acciones de despojo sistemáticos que los sectores dominantes desarrollan a escala global.
El papa visita al pueblo de Paraguay, no a su presidente de turno. Quiere darle fuerza a su gente en su lucha histórica por reconstruir un país digno y soberano. Es un rechazo por parte del papa a la creciente militarización y empobrecimiento de lo que fue un ejemplo de desarrollo para toda la región.
Hay una clara diferencia entre un cardenal en el marco de la política local y un papa que tiene que hablar a nombre de una Iglesia que reclama más de mil millones de adherentes. La presidente de Argentina, Cristina Fernández, no ha cambiado su política populista resultado de la correlación de fuerzas sociales en su país. Su preocupación principal es que su partido gane las próximas elecciones. Bergoglio está muy lejos de esa lucha electoral entre los sectores dominantes argentinos. Sin duda, tendrá sus preferencias. Sin embargo, ya no es el cardenal ni el arzobispo de Buenos Aires.
La figura del papa - u Obispo de Roma - perdió mucha influencia política en el siglo XX. En la medida en que adopta políticas más cercanas a los sectores populares puede recuperar esos espacios perdidos. Algo de eso le permitió a Juan XXIII rescatar el perfil de una Iglesia católica derrotada hace medio siglo. En la otra dirección, el papa Juan Pablo II encabezó una cruzada anticomunista que le permitió consolidar una alianza con los sectores más poderosos del mundo financiero. Ahora, Francisco se enfrenta a los retos del siglo XXI con decisión y bastante originalidad. La cuestión sobre el capitalismo salvaje, la destrucción de la naturaleza, la creciente pobreza y las guerras son temas que a todos preocupa. Francisco ha logrado tocar fibras que trascienden los templos y llegan a los hogares, a los centros de trabajo y a las escuelas en el mundo entero.
Julio de 2015

lunes, 6 de julio de 2015

Barro Blanco y el papa Francisco.

Marco A. Gandáseguihijo.
En un artículo muy sabio, el padre José Fitzgerald, cura de la Iglesia católica en la Comarca Ngobe Buglé, nos recuerda que sólo en 2014 en EEUU fueron desmanteladas 72 hidroeléctricas (y, además, un total de 900 en las últimas dos décadas). Según la revista National Geographic “están recuperando los ecosistemas naturales para liberar los ríos, desarmando las hidroeléctricas después de muchos años de daños. Los peces están de nuevo migrando hace arriba donde han recuperado más de 1,100 kilómetros de ríos. No es tarde, puntualiza Fitzgerald, para tomar la decisión responsable sobre Barro Blanco, desmantelar la construcción y dejar al río correr libre.
Fitzgerald también le envía a todos los panameños un mensaje sobre como hacen las familias ngobe y buglé para sobrevivir en esta época del año (entre cosechas). Cuando la alimentación es escasa se practica la reciprocidad y solidaridad entre familias. Es decir, los que tienen en abundancia comparten con los vecinos que han tenido dificultades. Según Fitzgerald, la base espiritual descansa en la práctica de ‘compartir la casa’. Para los ngobe y buglé, todos vivimos en una sola casa, la casa de Dios, que es toda la Tierra y lo que contiene.
Hay una total coincidencia entre esta filosofía y la reciente encíclica del papa Francisco (jefe de la Iglesia católica): ‘Alabado sea: Sobre el cuidado de la casa común’. Según Fitzgerald, uno puede imaginar que el papa Francisco escribió la encíclica junto al río, sentando bajo un palo de mango, escuchando los oprimidos de la casa común. El papa tomaría muy en serio la gran sabiduría que ofrecen los pueblos para salir de la crisis. Crisis provocada por sobreponer los intereses económicos por encima de las necesidades que demandan el ambiente, la cultura y el espíritu.
El papa Francisco, agrega Fitzgerald,  critica directamente las grandes violaciones de los gobiernos y empresas contra los derechos de los pueblos ngobe y buglé. El papa “señala los pecados contra la integridad de la creación de Dios por la imposición de proyectos que no consideran los efectos ambientales, culturales y espirituales” como Barro Blanco. (Lo) presenta como una ofensa contra Dios en su plan para la renovación de la tierra y el cielo. Estamos equivocados si creemos en el ‘desarrollo’ no planificado a base de una ‘visión consumista del ser humano'. (Alabado sea 144)
En Panamá tenemos tres presidentes que han gobernado durante la construcción de la represa hidroeléctrica de Barro Blanco: Martín Torrijos, Ricardo Martinelli y Juan C. Varela. Los tres mandatarios elegidos en 2004, 2009 y 2014, respectivamente, han colocado por encima de los intereses del país y de los pueblos ngobe y buglé, a un grupo de especuladores cuyos cabecillas están, actualmente, detenidos por peculados en Honduras. Pasaron por encima de las leyes panameñas y de los reglamentos ambientales (con la complicidad de funcionarios públicos) para alegar ahora que son inocentes de todo pecado, buscando la manta de la ‘seguridad jurídica’ inexistente para este caso.
El papa dice que “en diversas partes del mundo, (los indígenas) son objeto de presiones para que abandonen sus tierras a fin de dejarlas libres para proyectos extractivos… que no prestan atención a la degradación de la naturaleza y de la cultura”. El papa también expresa que “es indispensable prestar especial atención a las comunidades (indígenas) y sus tradiciones culturales. No son una simple minoría entre otras, sino los principales interlocutores, sobre todo a la hora de avanzar en grandes proyectos que afecten a sus espacios”. (Alabado sea 146).
Los pueblos ngobe y buglé se han levantado contra la imposición de una represa que les arrebata su cultura y abre el camino a su extinción. La hidroeléctrica es una apuesta de los especuladores, basada en la posible explotación futura de una mina de cobre. Si falla, creen que la energía podría sumarse al flujo contemplado por el proyecto meso-americano que alimentaría a EEUU (Los Angeles vía Houston).  
Fitzgerald asegura que los ngobe “saben cuál es el orden que Dios ha puesto en esta parte de la tierra, donde las aguas fuertes vienen de la cordillera, caen sobre la tierra, bajan en las quebradas y son llevadas al mar por los caldosos ríos”. La encíclica del papa nos pide que rescatemos ese rincón de la tierra y que los gobernantes tomen conciencia que el futuro de todos los panameños está en Barro Blanco.

julio de 2015.