lunes, 28 de mayo de 2012

LOS HABITOS BURGUESES: ARMAS DEL ENEMIGO Y DE ABORTOS PSEUDOREVOLUCIONARIOS

Por: Nicolás Morantes - PCCC Suroccidente de Colombia

“Nosotros no hacemos la guerra por la guerra, lo que buscamos es eliminar lo que ha generado esa guerra”.             Comandante Jorge Briceño

El comportamiento cotidiano de los revolucionarios es y debe ser siempre coherente con la dinámica ejemplar del Nuevo Hombre y la Nueva Mujer que empuñan las armas y las herramientas de la construcción de la Nueva Colombia, por eso es que seguimos en la lucha diaria las huellas que en campos y ciudades han dejado camaradas como Manuel Marulanda, Jorge Briceño y Alfonso Cano, el mismo camino edificador de los cimientos de la Nueva Colombia que hoy representa como comandante de las luchas del Ejército del Pueblo Colombiano el camarada Timoleón Jiménez, destacamento otorgado al ser humano consecuente con las necesidades de su patria, certero en el combate y ejemplo concreto de la ética y la moral revolucionaria. 

El legado ético y moral de los grandes obreros constructores del socialismo en Colombia es arrollador por su contenido humano y sobre todo por su coherencia con la disciplina proletaria, un trabajo constante por destacar con el menudo ejemplo los valores engendrados en las luchas y victorias de la clase trabajadora de todo el planeta, por ello es que en las filas de la lucha del pueblo Colombiano se trabaja bajo los valores de la solidaridad, la disciplina, la humildad, el respeto, la camaradería y sobre todo en el ejercicio constante de la crítica y la autocrítica constructiva y propositiva. Todas las anteriores, tareas inmediatas que debemos asumir quienes luchamos y cabalgamos en las sendas bolivarianas que conducirán al socialismo. 

De igual forma debemos hablar de algunos comportamientos que van en contra del avance del pueblo hacia la transformación social que anhela y necesita, pues son hábitos erróneos, tan reaccionarios y caducos como la burguesía y su capitalismo. 

El ejercicio constante de la burguesía, apoyada en su aparato de control psicológico y de destrucción ideológica: los medios masivos de comunicación, es promover una serie de conductas basadas en el egoísmo, el consumismo, el despilfarro, la concepción de “belleza” propia de la publicidad gringo-europea, entre otros. Actuaciones que caracterizan a esa clase retardataria del progreso social.

Por eso quien en la práctica cotidiana responde a las dinámicas de ésta clase reaccionaria no puede y mucho menos debe autoproclamarse revolucionario. La revolución no es cuestión de discurso, ni de fachada, ni de moda... comprarse una camiseta del che y dejarse crecer la barba a nadie convierte mágicamente en revolucionario, tampoco leerse diez libros a la semana y salir el sábado a emborracharse a nombre de la revolución, mucho menos conformar un grupo de profesionales expertos en logística de fiestas, licor y drogas que se saben críticas de libros y nombres de comandantes guerrilleros mecánicamente cual canción de reggaetón, o conformar un ejército de fanáticas enamoradas a punta de verborradicalidad pseudorevolucionaria, o participando grandilocuentemente de los debates intelectualoides acompañados de un cafecito en las cavernas universitarias tratando de desprestigiar teóricamente  la lucha armada del pueblo desde sus aposentos tronales haciéndole la tarea a las clases dominantes mientras estos “intelectualísimos” se masturban la lengua y el espíritu hablando a nombre de la revolución. Nada de esto sirve, y nunca ha servido para forjar un militante de la revolución que camina en dirección del Socialismo.

Ya bien lo decía el camarada Jorge Briceño: “El ser guerrillero es una altísima responsabilidad, aquí lo que hacemos es moderar, mejorar el carácter, el pensamiento de la gente que llega de una  sociedad capitalista, una sociedad chismosa, ladrona, marihuanera y corrompida, para que vayan sabiendo repetidas veces que todo lo que se enseña en nuestra línea, con el estatuto el reglamento las normas de comando… es lo que tiene validez, lo demás es la propaganda del enemigo, para hacer guerra psicológica para que el pueblo no nos apoye”, mejor descripción del estado actual de las cosas en la sociedad no pudo haber, que forma más clara y concreta de ejemplificar todos los males que obedecen a la superestructura del Estado Burgués que repercuten en el retraso de la revolución en nuestro país, que manera más exacta de castigar cual Tisífone griega, usando el látigo de la denuncia irrefutable del comportamiento de esos burgueses y pseudorevolucionarios que conforman por igual esa “sociedad capitalista (…), sociedad chismosa, ladrona, marihuanera y corrompida”.

Y que bien invita a asumir la responsabilidad de ser guerrillero, la máxima expresión y cualidad del revolucionario, el deber de “moderar, mejorar el carácter, el pensamiento de la gente que llega de una  sociedad capitalista(...)”, por supuesto hace referencia a dar con fortaleza la pelea más difícil que debemos dar los revolucionarios, la pelea que afrontamos ideológicamente en nuestro interior, la lucha que se desempeña en nuestra mente por destruir el pensamiento burgués y darle paso a la ideología revolucionaria, las concepciones proletarias, el método dialectico de manera que en la práctica, en la cotidianidad, en la vida común seamos ejemplo de la nueva sociedad, de los hombres y mujeres de la Nueva Colombia.

Debemos acabar con el fraccionalismo que generan esos elementos burgueses y pequeñoburgueses de la “sociedad chismosa”, terminar el amiguismo producto de la “sociedad corrompida”, para acoger en el seno del pueblo una nueva moral que sea superior, como diría Álvaro Cunhal en su libro “Un partido con paredes de cristal”: “la moral comunista se afirma en una base objetiva que determina su naturaleza de clase (…), la base material de la moral comunista son las condiciones de trabajo y de vida del proletariado, su lucha contra el capital.” He aquí lo que caracteriza el comportamiento de los revolucionarios, pues las bases que determinan en la práctica la coherencia obedecen a condiciones materiales de trabajo constante, de disciplina, de trabajo colectivo. Mientras a los acomodados burgueses y pequeñoburgueses todos valores les son ajenos y distantes pues toda su vida ha sido erguida bajo el fundamento social del capitalismo: el egoísmo.

Así, debemos practicar a luz de sol y luna, en todo momento y lugar los valores revolucionarios que ejemplifican el deber ser del pueblo que se encamina hacia la revolución. Estos valores son (apoyándonos en el camarada Cunhal miembro de Partido Comunista Portugués -PCP-): “la cohesión, la solidaridad, la ayuda recíproca, la abnegación, la generosidad, la combatividad, la decisión, la capacidad de sacrificio, la disciplina, la confianza en sí mismo y en el futuro (...)”, con estos ejemplos es fácil saber quiénes son camaradas y compañeros, y a la vez detectar los elementos pequeñoburgueses que tanto daño le hacen al proceso de construcción de la Nueva Colombia pues hay una brecha gigante entre lo que somos nosotros y lo que compone a estos reaccionarios, “mientras que el capitalismo, el imperialismo, el chovinismo, el colonialismo, el neocolonialismo, el racismo, se expresan en el plano moral por conceptos y sentimientos de egoísmo, rapacidad, dominio ilegitimo, desprecio por los otros seres, la causa obrera inspira conceptos y sentimientos de generosidad, de fraternidad, de solidaridad, de amor por el ser humano” (Cunhal).
  
Caminar por las mismas sendas que nuestro Libertador Simón Bolívar cabalgo implica, como hemos visto, asumir la profunda responsabilidad ética que esto conlleva, proponerse dar la pelea por cambiar la sociedad capitalista es una tarea ardua que se debe realizar día a día y noche a noche sin cesar, enfrentar a la burguesía en el campo económico, político e ideológico es asumir que estamos dispuestos a poner nuestras vidas en manos del pueblo y la revolución, para ser coherentes con la disciplina debemos ser responsables en las “cosas grandes” y debemos serlo en las “cosas pequeñas”, en los actos cotidianos, fortaleciendo la ética y la moral revolucionaria. Todo esto lo hacemos con todo el orgullo proletario y con el mayor gusto, porque esto es lo que somos los integrantes del Movimiento Bolivariano, es lo que somos los militantes del Partido Comunista Clandestino de Colombia, es lo que somos los guerrilleros y guerrilleras de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, es lo que somos todo el pueblo que está construyendo la Nueva Colombia, de teoría y práctica... ¡somos Revolucionarios! 

lunes, 21 de mayo de 2012

El dilema árabe: entre el panarabismo y el panislamismo

Simón Saba.
 
El llamado “mundo árabe” se ubica entre el norte de África y Asia Occidental. En él se hablan diversos dialectos que tienen que ver con el origen de los idiomas anteriores a la invasión árabe que vino acompañada del islam, una nueva religión surgida en la península Arábiga y de tradición abrahámica, al igual que el judaísmo y el cristianismo. 
 
Los autóctonos de la mayoría de los países que hoy son árabes hablaban idiomas semíticos, como por ejemplo el sirio (o “arameo”) en la gran Siria, o de los derivados fenicios (también surgidos del arameo o cananeo), como en Túnez y Argelia. En la actual Iraq se hablaban los idiomas mesopotámicos (asirio, caldeo, etc.), también semíticos. Paramos aquí, pero quienes deseen ver más detalles sobre estos idiomas pueden consultar otras fuentes, como libros o enciclopedias sobre las familias idiomáticas.

Durante los primeros años de la expansión islámica casi todos los actuales territorios de los países árabes estuvieron bajo un gobierno único, al igual que lo estuvieron los países árabes y europeos durante el Imperio Romano. Pero las rivalidades y luchas dinásticas y sectarias fragmentaron al mundo árabe. En su mayoría, volvió a unificarse bajo el régimen otomano (con la salvedad de las actuales Marruecos, Mauritania y Somalía), hasta que comenzó a perder territorios, sea por independencia (Egipto) u ocupación de otras potencias (Argelia, Yemen, etc.), manteniéndose el ritmo de desintegración hasta la Primera Guerra Mundial, cuando todos los países árabes salieron del dominio otomano, para casi todos para caer bajo el dominio de las grandes potencias europeas y ser fragmentados hasta llegar a ser 22 países.

Es por ello que era de esperarse que llegaría el momento de alguien que promovería el retorno al pan-arabismo, o simplemente, arabismo, para revertir las divisiones y fragmentaciones en que había caído.

En Siria e Iraq surgieron los partidos Socialista Árabe (Baath) y el Nacionalista Social Sirio (Qawmi), con visiones que coincidían por un lado y diferían por el otro. El Baath era de izquierdas y el Qawmi era de derecha, pero coincidían en su visión arabista, aunque el Qawmi se limitaba al noreste árabe (conocido como “creciente fértil”), mientras el Baath tenía pretensiones más amplias.
En Egipto hubo una revolución nacionalista que fue encabezada por Gamal Abdel-Nasser, que también tenía intenciones pan-arabistas. Luego, en casi todos los países hubo movimientos similares, como en Libia, Argelia, Yemen del Sur, etc.

Los enemigos comunes de los árabes

Para los movimientos nacionalista árabes, hay que atender a los problemas y enemigos comunes de los árabes. Por el Magreb los enemigos eran Francia y España, hasta que se reunificó Marruecos y se independizaron Argelia, Túnez, y Mauritania. Hacemos un paréntesis para señalar que se mantiene el contencioso por la región saharawi, que fue colonia española hasta que la abandonó sin dejar un país atrás, y fue ocupada por Marruecos y Mauritania. Mauritania se retiró y Marruecos se quedó sola con el territorio, al momento que se mantiene una resistencia a la denominada ocupación, sin solución definitiva a la vista. También hay conflictos menores por Ceuta, Melilla y otros enclaves.

Libia estuvo bajo dominio italiano, pero al terminar la Segunda Guerra Mundial, aunque consiguió su independencia formal, en la práctica cayó bajo dominio anglo-americano. La Egipto monárquica junto al Sudán y Somalía estaban bajo dominio británico, al igual que Palestina, Jordania, Iraq, y casi todos los países de la Península Arábiga, con excepción de Arabia Saudita, nominalmente independiente pero que se sometió al dominio-protección norteamericana. Siria y Líbano estaban bajo dominio francés.

Pero las principales fuentes de enemistad son 3 hechos u ocupaciones de territorios árabes: 1) La presencia judía en Palestina donde se instaló el Estado de Israel. 2) La ocupación turca de territorios al noroeste de Siria, tanto inmediatamente al terminar la primera guerra como en 1938, cuando Francia entregó las tierras donde están las ciudades de Alejandreta (Iskanderún) y Antioquía. Y 3) La ocupación persa de un país árabe que se llamaba el Arabistán, actual Ahvaz iraní.

Pero debido a las alianzas con occidente, y a los límites y ubicación geográfica, el principal enemigo y el más emblemático es Israel, porque además es de otra religión, nuevos en la región, y ocupa los principales lugares religiosos musulmanes y cristianos, o sea, el corazón de las 2 principales religiones árabes.

Y contrariamente a los conflictos con Irán y Turquía, que están en las periferias del mundo árabe y que limitan con un solo país en cada caso, Israel tiene límites o está cerca de Egipto, Líbano, Siria, Jordania, el remanente de Palestina, Arabia Saudita e Iraq.

Esto se complementa a que sus correligionarios judíos en occidente tienen fuerte presencia en los sectores de poder en todos los países occidentales, lo que complica más la situación, porque su superficie y población no se compaginan con su poderío real que es mucho mayor, ya que tienen a casi toda la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a su disposición, o sea, tienen mando en la mayor alianza militar del mundo, que también representa más del 75% del presupuesto bélico del mundo.

En cambio, los árabes en Irán son musulmanes chiítas, al igual que la mayoría persa, mientras que en Turquía se combinó una limpieza étnica con una colonización de los territorios donde antes vivían árabes, armenios y arameos de religiones cristiana o alawita, hoy día casi exterminados, y se ha tratado de asimilar forzosamente al remanente.

La “no unidad” religiosa y étnica árabe

Algo que divide a los árabes es la falta de unidad primaria. Hace siglos que no se encuentran bajo un gobierno único, quizás desde la época de los califas omeyas. Luego, en el color de piel hay algunas diferencias, porque un rubio sirio puede ser tan “árabe” como un negro sudanés o mauritano.

Por otra parte, aunque todos dicen hablar árabe y escriben igual, en muchos casos los dialectos coloquiales no son inteligibles entre sí. Un sirio y un argelino no se entienden en sus respectivos dialectos coloquiales, y así podemos seguir dando ejemplos.

Y si bien la religión islámica es la mayoritaria, no es la única, porque los cristianos tienen una fuerte presencia (además, el cristianismo nació entre los árabes, más específicamente entre la Gran Siria y Egipto), muchos musulmanes descienden de cristianos, y el islam no es homogéneo. Predominan ampliamente los sunitas, pero luego dentro de los sunitas están las distintas escuelas o madhab.

Las cuatro escuelas sunitas son (consultadas de la Wikipedia):
■La hanafí, fundada por el imán Abu Hanifa, que vivió en Irak poco después de la muerte de Mahoma.
■La malikí, fundada por el imán Malik, contemporáneo del anterior aunque más joven y oriundo de Medina. Esta escuela concentra escuelas también de la primera ola como las de Damasco, Kufa, Basora y Medina. Es la dominante en el Magreb, entre otros lugares, y fue también la dominante en Al-Ándalus.
■La shafi'i, fundada por el imán Shafi`i, discípulo de Malik y Abu Hanifa.
■La hanbalí, fundada por el imán Ahmad ibn Hanbal, quien estudió con Shafi`i, por lo que hay grandes similitudes entre ambos madhabs.

A su vez, de los hanbalíes derivan los wahabitas, grupo muy fanático y extremista que cuenta con el apoyo financiero saudita, y que aspiran a ser la única interpretación auténtica del islam sunita.

Sumemos los grupos religiosos zaidíes e ibadíes, comúnmente asociados a los chiítas, al igual que los drusos. A su vez, en el mundo árabe hay otras religiones menores, como los Yazidíes (kurdos, no árabes, pero en países de mayoría árabe), los Bautistas (que se consideran seguidores de San Juan Bautista y no de Jesucristo), y otros aún más pequeños.

Dentro de todos ellos existen también los poco religiosos, los poco practicantes, los laicos, los poco creyentes y hasta los ateos, sumados a minorías ínfimas de los judíos, samaritanos y baha’istas.

Debido a la diversidad religiosa y étnica se propuso al pan-arabismo, nacionalismo árabe o simplemente arabismo, en distintas tendencias, como factor unificador de todos árabes, independientemente de su dialecto, religión u origen. Los arabistas engloban también a los grupos étnicos minoritarios (kurdos, armenios, circasianos, griegos, etc.), que tratan de asimilar pero respetan y no discriminan.

Tal vez por su posición geográfica, uno de los países más influyentes en el arabismo es Siria, que lo ha llevado a los niveles de que no se pregunta por las creencias en el censo (por lo que a ciencia cierta nadie puede dar porcentajes precisos sobre la adscripción religiosa en ese país), además de que el arabismo es el único factor unificador en un país tan diverso y fragmentado religiosamente. El otro estado que está más diversificado es el Líbano (una escisión de Siria), donde simplemente institucionalizaron las divisiones y el sectarismo, pero dieron como resultado un debilitamiento del gobierno central y de la institucionalidad.

La decadencia del “arabismo” y el surgimiento del “neo-islamismo”

Desde la época del dominio otomano y colonial europeo se puso de moda el arabismo, y tras la Segunda Guerra Mundial se creó la Liga Árabe, precisamente por iniciativa de Siria, siendo la segunda entidad regional del mundo después de la Organización de Estados Americanos (OEA). El arabismo marcó su apogeo durante el mandato de Gamal Abdel Naser en Egipto, que le permitió crear sus efímeras uniones nacionales con Siria y Yemen. Tuvo otras derivaciones en otros países, destacando Argelia.

Pero a finales de la década de 1970 e inicios de la década de 1980 comienza a decaer debido a varios hechos no fortuitos ni endógenos. En primer lugar, el gobierno egipcio de Anwar al Sadat rompe la alianza con los arabistas y con el mundo árabe en general y “pacta” (o mejor dicho, se entrega) a Israel y Estados Unidos. Siendo Egipto el país árabe más poblado, con casi el 30% del total de habitantes, fue un golpe muy fuerte que debilita a todos los nacionalistas árabes y laicos.

Casi en simultáneo, en el mismo año 1979, en dos países no árabes suceden 2 hechos. En Irán cae la monarquía pro-occidental de Muhammed Reza Pahlevi y es sustituida por una nueva revolución islámica chiíta. Por otra parte, en Afganistán se instaura un gobierno comunista que no puede mantenerse solo y pide la ayuda soviética, que invade a ese país, reviviendo los temores de la época de los imperios zaristas rusos y sus similares británicos.

Por si fuera poco, en 1980 un país árabe, musulmán y laico, Iraq, invade e inicia la sangrienta guerra contra el Irán ahora islamista que dura hasta 1988.

Debido a la rendición de Egipto con Anwar al Sadat, Israel se fortalece y mantiene escaramuzas continuas con los árabes, especialmente con el Líbano que desde 1975 estaba en una guerra civil multifactorial (sectaria, política, económica, de intereses extranjeros, etc.) donde estaban los comandos de los palestinos exiliados. Israel invade en 1982, y ocupa Beirut, expulsando a Yaser Arafat, que tuvo que alejar sus tropas hasta el Yemen y Túnez.

Con todos estos golpes y conflictos simultáneos, combinado con los intereses extranjeros (estamos casi que obviando totalmente el hecho de que un grupo de países árabes se habían enriquecido gracias a sus recursos petroleros), comienza a surgir una revisión interior, al mismo tiempo que había una mano impulsando la alternativa: el nuevo islamismo sustituiría al arabismo.

El arabismo se había acercado mucho a la Unión Soviética, reconocida por ser atea y anti-religiosa, por lo que casi desde su instauración, en la década de 1920, fue promovido el islamismo por los países occidentales para enfrentar a esta fuerza enemiga de la religión, y así es como surgió la Hermandad Musulmana, de la mano británica. Y con la invasión a Afganistán, ahora la URSS era vendida como anti-musulmana, por lo que no podían defenderla mucho sus países aliados (Siria, Yemen del Sur, Libia, Argelia, etc.). Antes de eso, en 1977 hubo la guerra entre Etiopía y Somalía donde la URSS apoyó a la cristiana Etiopía contra la musulmana Somalía, aunque el motivo del enfrentamiento no tuvo nada que ver con la religión. Pero fue la guerra de Afganistán la que desgastó a la URSS, cuyo final se fue acelerando, y que también alimentó masivamente este nuevo islamismo.
La mencionada invasión israelí al Líbano, sumado a sus conquistas de 1967, demostró la nueva debilidad del nacionalismo árabe, que no estuvo a la altura para frenarla.

Así se llegó a la masa crítica que empieza a promover el islamismo como alternativa para sustituir al nacionalismo árabe, y más que eso, el nuevo islamismo fue diseñado a la medida.
Para tener éxito, debía tener el apoyo económico e ideológico de un país que sea muy amigo de EEUU, y ese papel recayó en Arabia Saudita y las monarquías que lidera.

Además, debía ser anti-comunista y animar a sus militantes a ir a la guerra, y comenzó a reclutarse personal para combatir en Afganistán. Pero este neo-islamismo no solamente era anti-comunista, sino que había que enfrentarlo a la otra potencia islamista, Irán, por lo que también debería ser anti-chiíta. Para no ser un peligro real anti-Israelí ni anti-occidental, entonces sus prioridades deberían ser reformar y limpiar el islam desde adentro, dejando para algún futuro (que llegaría en algún momento indeterminado y seguramente muy lejano en el tiempo) un enfrentamiento real y mayor con los infieles cristianos y judíos, por lo que éstos pueden estar tranquilos por siglos (según sus diseñadores).

Sus aliados naturales, por “casualidad”, son todos países sunitas y aliados de occidente, como Turquía, Egipto, Arabia Saudita, Marruecos, etc. Pero para poder enfrentar a la URSS tuvieron que buscar instalarse en un país vecino a Afganistán, y resulta que Pakistán es un país muy poblado, pobre, relativamente atrasado, muy dedicado al sector militar para poder mantener el equilibrio con la India, y con muchas deficiencias educativas. Así, fue penetrado por este neo-islamismo con estas ideologías, además de que su gobierno, aliado de occidente, consintió eso porque también así recibiría un ingreso adicional que tanta falta le hace, y con tantas escuelas religiosas (madrasas) el resultado está hoy día a la vista.

Volviendo al mundo árabe, en los países laicos el islamismo fue ganando terrenos a nivel de las bases sociales, porque el nacionalismo estaba debilitado, el socialismo se les había esfumado, y la religiosidad fue una alternativa, pero cayendo en un islamismo político militante.

Ya en la década de 1990 Argelia fue objeto de una guerra civil promovida por los que habían estado combatiendo en Afganistán, de donde habían regresado al terminar ese conflicto. Costó muchas vidas, pero en ese momento el laicismo de su gobierno fue apoyado por la Francia de Francois Miterrand y Jacques Chirac. En otros países tuvieron que ir cediendo ante las demandas de los islamistas, como en Egipto y Sudán, entre otros, donde le dieron una pre-eminencia a la Sharia islámica (según su interpretación, por supuesto) sobre las leyes civiles, y a pesar de la presencia de importantes minorías religiosas. La Jamahiriya Libia migró del debilitado arabismo al “africanismo”.
En la Palestina ocupada cobraron auge los grupos islamistas como Hamas y la Yihad, pero por mucho tiempo se les vio más como un nacionalismo con bandera religiosa. Es de hacer notar que ambos grupos fueron promovidos por Israel para debilitar desde las bases a los grupos palestinos nacionalistas, laicos o izquierdistas (como El Fatah, FPLP, etc.).

En el año 2011 se decide dar el golpe de gracia. Caen rápidamente 2 gobiernos muy amigos de occidente, laicos en la cúpula, pero muy corruptos y sin otra ideología definida sino su entreguismo a los intereses occidentales. Y las fuerzas que emergen son las neo-islamistas de la tendencia creada en la década de 1980 bajo las égidas wahabitas.

En Libia se intenta una conspiración que no obtiene suficiente respaldo popular, por lo que la OTAN y las monarquías árabes aliadas tuvieron que intervenir con todo su poderío militar para derrocar al gobierno de Muammar Al Gaddafi, quedando un caos cuyas aguas aún no se calman, pero instaurándose un régimen de terror.

Se fortalecen los grupos radicales en el Yemen, se divide el Sudán, y el último bastión importante del nacionalismo árabe, Siria, está sufriendo una guerra declarada por parte de Arabia Saudita, Qatar, Turquía y los países occidentales, junto a sus aliados del fundamentalismo neo-islamista que incluyen a Al Qaeda.

Sin embargo, Siria ha recibido el apoyo abierto de Rusia, Irán y China, además de que la mayoría del pueblo, aunque si hay diferencias internas, se ha unido con su gobierno para enfrentar esta guerra, con lo que se ha frenado pero a un alto costo esta tentativa del nuevo islamismo absolutista de corte wahabita hecho a la medida de occidente e Israel para monopolizar todos los gobiernos árabes.

Perspectivas y conclusiones

“Los acontecimientos aún están en pleno desarrollo”, como diría el famoso periodista uruguayo-venezolano Walter Martínez, por lo que las conclusiones aún no están listas.

En esta parte del mundo confluyen los 3 continentes, que además contiene las mayores reservas de la materia prima más codiciada en el último siglo: el petróleo. Pero, ¿cuáles son los intereses de las partes? A los países occidentales, que no trabajan por sus propios intereses sino por los de Israel, les conviene mantener a los países árabes e islámicos divididos y empobrecidos para que nunca le hagan competencia, por aquello del milenarios dicho que reza “divide y vencerás”, además de que siempre el más adelantado y rico domina al más pobre y retrasado (el español Hernán Cortés conquistó al gran Imperio Azteca con apenas 200 hombres). El fanatismo religioso garantiza que se mantendrán tecnológicamente atrasados y la riqueza estará muy desigualmente redistribuida, además que las fortunas de sus líderes y élites estarán en occidente. Y para completar, también se favorece a los xenófobos y racistas occidentales porque al estar claramente diferenciados externamente, no será posible que un pueblo simpatice por el otro. Pero a largo plazo, dada la pobreza que reinará, inexorablemente aumentará la migración hacia Europa desde el mundo árabe, así que los problemas sociales europeos crecerán.

En cambio, las potencias alternativas Rusia, Irán y China, a pesar de sus propias características, no tienen otra salida que apostar por el nacionalismo laico, actualmente representado por Siria.

Lo que si podemos adelantar es que si se impone el gobierno sirio, el nacionalismo árabe puede resurgir de la mano con la democracia desde las bases sociales de los mismos países más conservadores, por lo que el conflicto seguiría pero ahora con nuevos escenarios. Pero si ganan los islamistas se habría impuesto el fundamentalismo apoyado por occidente e Israel, y nos estaríamos acercando a guerras de gran escala, especialmente contra Irán, Rusia y China.

Se pulsó una tecla que por décadas se habían abstenido de usar, porque al conspirar un país contra otro le da pie y legitimidad para que su contraparte haga lo mismo, y más en una región donde casi todos los gobiernos tienen problemas de aceptación social, y ningún país tiene homogeneidad étnica, religiosa o tribal. Han abierto la “caja de Pandora”.

simonsaba250@yahoo.com

miércoles, 9 de mayo de 2012

¿Qué sucede en Panamá hoy, a 23 años de la criminal invasión norteamericana?


Por Rubén Sousa D.

Panamá hoy en día ha estado muy presente en las paginas noticiosas de muchos periódicos y otros vehículos de la comunicación social.  Esto ha estado ocurriendo así a raíz de los acontecimientos relacionados con la lucha de minorías étnicas por preservar su derecho a los recursos naturales que se encuentran en sus territorios y cuya propiedad está protegida y reconocida tanto por leyes nacionales como internacionales.

Sin embargo Panamá, no solo ha estado siendo noticias por estos acontecimientos, también se ha estado distinguiendo por ocupar los primeros lugares, entre los países latinoamericanos, por su nivel de crecimiento económico, que en promedio en los últimos años ha sido del orden de un 8 % aproximadamente. Hemos mencionado estos dos hechos por ser contradictorios entre si ,pues mientras uno de ellos nos muestra la negación de los derechos a los pueblos originales , el otro nos habla de la bonanza que reina en un país con un gran crecimiento y cuyos resultados deberían alcanzar para todos, por la relativamente pequeña población de esta nación centroamericana.

Si esta contradicción la ampliáramos a lo que en general ha venido sucediendo en el país desde la invasión norteamericana, se establecería una especie de paradoja de un Estado que activamente promueve las condiciones de crecimiento económico , mientras que resulta completamente incapaz de resolver los más elementales problemas sociales y de seguridad social. Se trata posiblemente, de un Estado que cada vez mas toma la forma de lo que se conoce como un Estado fallido.

Así las cosas, muchos se preguntan, ¿ Qué es lo que sucede en este país hermano ?, sobre todo si se toma en cuenta que no hace mucho tiempo atrás, Panamá logró hacerse dueña de su más importante activo económico, el Canal de Panamá, fuente de inmensas riquezas que se originan por el desarrollo de la economía canalera, la cual le permite a nuestro país una relación directa con el resto del mundo.

Breve antecedente a la invasión norteamericana de diciembre del 89

La lucha generacional que se libró en nuestro país por recuperar su soberanía total sobre todo su territorio, contó con el apoyo de la inmensa mayoría del pueblo, sobre todo entre las filas de la juventud, que soñaba con que el fruto de esa lucha sería utilizado para garantizar un mejor porvenir a las presentes y futuras generaciones, a través del mayor uso colectivo posible del mismo. Sin embargo ,después de la muerte del General Torrijos, la conducción el proceso revolucionario por él encabezado ,entró en una situación de franco retroceso y desmantelamiento de sus logros, En estas circunstancias, el apoyo del movimiento popular a la lucha de liberación nacional se fue deteriorando al mismo tiempo que se fortalecían las posiciones de las fuerzas reaccionarias pro imperialistas, las cuales , aprovechándose de esta última situación y aunado a la corrupción rampante entre los militares y sus adeptos allanaron el camino para la invasión del 89.

Unido a lo anterior, la dualidad mostrada por el general Noriega con respecto a los Estados Unidos , desobediente en algunas cosas, como lo de su negativa a cooperar con una posible intervención a Nicaragua, y sumiso en otras, como lo del trafico de drogas para la compra de armas a la Contra nicaragüense, creó una desconfianza y división a lo interno de las instancias de poder norteamericano, lo que finalmente promovió la decisión de invadir Panamá con el propósito de desmantelar de una vez por todas la posibilidad de que una fuerza militar, como la Fuerza de Defensa de Panamá, con una acumulación y formación patriótica, sobre todo, entre la oficialidad joven , pudiera constituirse en un ente capaz de desarrollar nuevamente posiciones antimperialistas en defensa del interés nacional.

La invasión y sus consecuencias

A raíz de la invasión, los norteamericanos instalaron en Panamá un modelo de dominio y manejo del país que les permitiera la mayor estabilidad posible con el fin de prolongar el papel de nuestra nación en la geo- política establecida para el área latino americana.

Este modelo de conducción política, conocido como bipartidismo, permitió que hasta el año del 2009 se alternaran en el poder los dos partidos más importantes, entre ellos el Partido Democrático Revolucionario PRD, el cual a través de este proceso , ha venido transitando desde una posición de centro izquierda inicial a la de centro derecha actual, en el marco de una visión neo liberal y de abandono de la perspectiva de liberación nacional.

Así las cosas, Panamá, después de la salida de los norteamericanos ,pasó de ser un país de dominio colonial estadounidense a otro de dominio neo colonial por la misma potencia, con las respectivas consecuencias de este hecho.

En el proceso de su desarrollo, el bipartidismo, sustentado en la visión económica neo liberal, con el correr del tiempo, ha ido creando ,de manera natural, sus propias contradicciones que hoy lo mantienen en una profunda crisis.

Esta visión neo liberal en Panamá, guiada por las propuestas e imposiciones de los organismos financieros internacionales, se comenzó a articular a mediados de la década de los años 80 tomando una forma concreta de modelo de acumulación por desposesión.
Todas las fuerzas que han detentado el poder del estado en los últimos 23 años, dentro del modelo del bipartidismo derivado de la invasión, han utilizado el poder político del estado para asegurarle al capital, nuevos y rentables espacio de acumulación. Las políticas desarrolladas a través de este modelo, comenzando con las privatizaciones de los años 90, se han ido fortaleciendo con el tráfico de influencia y corrupción y se han profundizado con nuevos despojos del patrimonio nacional a través de la venta de sus activos, la entrega de la riquezas minerales e hídricas a los consorcios internacionales que hoy tratan de salvar sus capitales de la debacle causada por la crisis mundial del capitalismo. Esta tendencia destructiva creciente, ha llevado a los que detentan el poder a deteriorar aun más a la ya alicaída institucionalidad democrática con el fin de imponer nuevas leyes y disposiciones para quitar del paso o debilitar a todo lo que se opone a sus designios, incluyendo la Ley máxima del estado panameño, la Constitución Nacional.

Obviamente que el desarrollo del modelo de acumulación por desposesión prohijado por el bipartidismo , no habría sido posible si no se agregan otras consecuencias de la invasión como el debilitamiento de la capacidad de negociación de los trabajadores a través del desmantelamiento de los más poderosos sindicatos como el de la electricidad y telefonía junto a la persistencia de una importante franja de subempleo e informalidad, las sucesivas reformas al código de trabajo, la práctica de cooptación de una buena parte de la dirigencia y burocracia sindical, y la aplicación sesgada de la legislación laboral en contra de los trabajadores y así evitar la formación de nuevos sindicatos entre otros. Como muestra de la veracidad de esta última aseveración, en Panamá existe una negación del derecho de los trabajadores del sector público a la sindicalización.

Así las cosas, con la política neo liberal y su modelo de acumulación por desposesión , operada por el bipartidismo entre el Partido Panameñista y el Revolucionario Democrático( PRD), el Estado panameño se ha venido desmontando en su capacidad de hacerle frente a los problemas sociales como , el alto costo de la vida, la inseguridad, la falta de empleos dignos , atención deficiente de los problemas sanitarios y de salud , educación pertinente al desarrollo nacional liberador, lo que en suma ha contribuido al aumento de la pobreza e inequidad.

La situación actual

El bipartidismo panameño basado en una práctica neo liberal a través del modelo de acumulación por desposesión como basamento económico, ha alcanzado su máximo nivel de deterioro con el ascenso al poder de un nuevo actor político que antes no estaba claramente presente en el juego de la alternabilidad.

Efectivamente, a partir de las últimas elecciones presidenciales del 2009, la alternabilidad establecida como fruto de la invasión se rompe debido al descredito y debilitamiento de los partidos que hasta ahora habían participado.

El nuevo actor que irrumpe en el juego del bipartidismo , el Partido Cambio Democrático que hoy nos gobierna , a través de la figura de Ricardo Martinelli , ha significado un giro a la política panameña , pues introduce la presencia directa , sin intermediarios, del empresariado en la cúspide del poder político. Esta burguesía que hoy nos gobierna y que representa el interés del capital financiero, ha exacerbado los vínculos con el capital internacionales de tal manera que la sostenibilidad del modelo de crecimiento y acumulación solo es posible en la presencia de una creciente disponibilidad de crédito y financiamiento externo. En este sentido el componente externo de la deuda país se elevó en un 60% entre los años 2003 y 2010. Por los datos que aparecen en la publicación mensual de la Universidad de Panamá, intitulada” Seguridad y Soberanía Alimentaria, a cargo del prestigiosos economista nacional, Doctor Juan Jované, entre los años 2004 y 2010, el Estado panameño en términos netos ha pagado al exterior un total de 7,804.1 millones de dólares lo que representa cerca del 5.9 % del PIB de ese periodo. Una buena parte de dichas salidas de excedentes se utilizaron para el pago de intereses y comisiones de la deuda externa pública.

En una buena medida, este gobierno ha reafirmado con creces la política de convertir al estado en un instrumento de redistribución de los ingresos y la riqueza a favor del capital transnacional y de su propio grupo oligárquico financiero.

La profundización de la política de despojo practicada por este nuevo gobierno surgido en el 2009, se ha materializado en algunos casos y visualizado en otros, a través de las siguientes acciones:

1-Un aumento de concesiones mineras y las destinadas para la construcción de hidroeléctricas ofrecidas sobre todo al capital europeo , norteamericano y canadiense, los cuales han venido a despojar a diversas comunidades de pueblos originarios y campesinas de sus derechos ancestrales sobre la tierra y el uso de los recursos naturales, entre los que se encuentran el agua, los recursos minerales y los bosques.

2- El interés mostrado de introducir ,a través de la conocida Ley 349 el llamado esquema de Asociación Público Privada ( APP), como mecanismo de privatizar la generación de servicios públicos, incluyendo salud, educación así como el de provisión y explotación de infraestructura públicas por parte del capital privado. Si bien es cierto que el gobierno no pudo concretizar su intento de privatizar los servicios públicos en salud y educación, debido a la gran movilización del movimiento popular, si lo ha estado realizando en la construcción de infraestructuras como el Metro de Panamá, la Ciudad Gubernamental, el Centro de Convenciones e infraestructuras viales.

3-El interés mostrado por reformar el llamado Fondo Fiduciario (el cual contiene los dineros obtenidos por la venta de propiedades en la ex zona del canal, fondos que se consideran propiedad de todo el pueblo) y la creación en su lugar, de un nuevo Fondo Soberano, en el que se depositarían las supuestas ganancias del Canal de Panamá.

De acuerdo al gobierno esto se quiere realizar para poder utilizar los recursos de ambos Fondos en la financiación de un conjunto de empresas privadas , el pago de parte de la deuda pública y la realización de obras de infraestructura que faciliten la especulación con tierras

4- El incremento, como nunca antes visto, de las llamadas contrataciones directas de bienes y servicios, a través de los cuales se producen escandalosos sobreprecios en las adquisiciones públicas.

5-El establecimiento de un conjunto de reformas fiscales, guiadas a reducir la carga impositiva de los sectores de mayores ingresos, recargando el peso de los impuestos sobre los sectores medios y los de menores ingresos relativos.

La política de desmantelamiento del estado panameño practicada de manera más aguda por este gobierno, si lo comparamos con los anteriores, ha mermado de manera significativa su capacidad en solucionar o, por lo menos, revertir el creciente deterioro de los servicios sociales fundamentales, tales como la salud, educación y la provisión de agua potable. Esta situación ha provocado en los últimos tiempos el surgimiento de los mas variados frentes de confrontación, que de alguna manera crean el escenario para ir juntando fuerzas , ahora dispersas, con el fin de establecer en la sociedad panameña un nuevo pacto social, que permita la participación del pueblo y sus organizaciones en las decisiones que debemos tomar para el perfeccionamiento de nuestra liberación, social, política y económica.

En este escenario de confrontación actual ,la irrupción de los aborígenes de este país, reclamando su auto determinación y el respeto por sus derechos ancestrales y jurídicos de decidir sobre los bienes en común de su nación, ha devenido en una especie de refrescamiento de la lucha social, que ha impulsado una nueva determinación y visión del camino que debe seguir la población no indígena, EXIGIR SU DERECHO A DECIDIR SOBRE EL DESTINO DE. LOS BIENES COMUNES DE TODO EL PUEBLO: El doble Carácter del movimiento indígena en su papel de defensa de los recursos por un lado y el otro papel, que debemos potenciar, que es el de articulador del resto de los movimientos populares que han pasado por una etapa de difícil acercamiento y coordinación., crean las posibilidades de seguir avanzando por el camino de la construcción de los frentes únicos de lucha hacia la constitución de un Estado de Democracia Nacional, no excluyente y participativo, donde los trabajadores tengan un peso específico importante para la toma de decisiones En este aspecto surge para el Partido del pueblo, el partido de los comunistas panameños ,una dirección adicional en su trabajo orgánico. La articulación con otras fuerzas a través de la apelación a la ampliación de la democracia refundando el estado y protegiendo su patrimonio nacional es el camino correcto para culminar nuestro proceso de liberación nacional.

Los Estados Unidos, por ser Panamá un país muy especial en el desarrollo de su geo política hemisférica que garantice su dominio sobre el resto del continente necesita que la misma goze de estabilidad , por lo que la confrontación interna que transcurre en nuestro país y que crea inestabilidad ,no está aislada del carácter antiimperialista de la lucha del pueblo panameño y sus organizaciones. Lo que ocurre es que en las nuevas condiciones de nuestro país ,después de la firma de los Tratados Torrijos-Carter, la presencia imperialista ha tomado nuevas formas que se traducen en influir sobre las políticas de los diferentes gobiernos que se han sucedido desde la invasión, con el fin de que el movimiento popular no se pueda desarrollar ni fortalecer para que cuando sea necesaria una presencia directa y sin subterfugios, el coloso del norte pueda hacer su aparición nuevamente ,sobre todo para apuntalar la defensa de sus intereses en la región, que como es sabido de todos ,ha estado marchando en los últimos tiempos hacia la construcción de regímenes cada vez más progresistas, con propuestas y realizaciones ,que de alguna manera , nos encaminan en lo estratégico hacia el socialismo.

Siempre hemos creído que la hazaña de nuestro pueblo de expulsar al colonialismo norteamericano de nuestro suelo, la cual para muchos era imposible, por tratarse de una de las potencias más fuerte de finales del siglo pasado, no ha sido del todo valorada por nuestros amigos de lucha, sobre todo en el sub-continente latinoamericano.

Sin tratar de alargar esta ponencia solo me atrevería a decir que sin ese acontecimiento no habrían sido posible muchos de los avances del movimiento revolucionario continental. Sin embargo, para terminar,, es importante también señalar, que en la actualidad, el imperialismo norteamericano ante la crisis mundial de su sistema y las posibilidades reales de una confrontación de consecuencias impredecibles en el Medio Oriente, está reestructurando su geopolítica y retomando posiciones, que incluyen una mayor atención de sus intereses en nuestro continente, que ponen a Panamá nuevamente en la posición de ser requerida para garantizar una presencia física directa de tropas o personal militar norteamericano. En este sentido llamamos la atención a la solidaridad con la lucha de nuestro pueblo, por seguir perfeccionando su independencia, ya que por ese camino, todos los demás pueblos de Latinoamérica serán más libres, como ocurrió en el año 2000 con el cumplimiento del Tratado Torrijos- Carter.

Área de Relaciones Internacionales
Partido del Pueblo de Panamá

domingo, 6 de mayo de 2012

EL CAMBIO CLIMÁTICO Y SUS REPERCUSIONES EN LA GRAN CRISIS DEL MODELO ECONÓMICO NEO-LIBERAL, EN EL SIGLO XXI.



El pasado 15 de abril de 2009, se presentó el impactante incremento de temperaturas hasta 38o, grados Celsius siendo la mas elevada en el histórico registro térmico del Istmo de Panamá. 
             
Este fenómeno nos indica la desastrosa gravedad de la situación medioambiental,  producto del cambio climático, por el calentamiento global, derivado de la globalización neo-liberal depredadora: el modelo económico, neo-liberal, fracasado, agotado y desfasado.

Todo lo anterior se desprende, debido a que el sistema capitalista  global  en franca  decadencia, liderado por los emperadores de Washington, y sus estrategias de seguir aniquilando todo vestigio  por la sostenibilidad de la biodiversidad medioambiental,  generando las mayores emisiones contaminantes, sin tomar los controles adecuados para minimizar y suprimir la producción de gases de efecto invernadero: cloro-fluoro-carbono, metano, dióxido de carbono, todos letales en la degradación  de la capa de Ozono. Este avanzado deterioro acumulativo por el calentamiento global, del acelerado e impresionante derretimiento  glacial de los casquetes polares, tanto en el Norte, como  el Sur, en la marcada incidencia  del  cambio climático, adelantándose peligrosamente en décadas a los cálculos científicamente programados, según imágenes satelitales de posicionamiento global.

En otras consideraciones, el imperio estadounidense, siendo el responsable primario de las mayores emanaciones contaminantes a nivel global, superando los parámetros establecidos mediante el Protocolo de Kyoto, asimismo manteniendo en forma reiterativa su nefasta conducta delictiva de ignorar los acuerdos internacionales  en defensa, protección de los ecosistemas y su biodiversidad, además  la creación del Fondo Verde en Cancún, luego Durban, no  llenaron las expectativas,  para salvar al Planeta.

La República de Panamá ha ratificado estos convenios y otros por la salvaguarda de la Madre Tierra

Es importante tener presente, desde la fundación de la Autoridad Nacional del Ambiente, ha sido ineficiente, inepta e incapaz de contribuir al desarrollo sostenible de protección de la biodiversidad y defensa medioambiental, todo lo contrario, frente a una dudosa credibilidad, actos de corrupción al recibir coimas o sobornos pagados por los Estudios de Impacto Ambiental, de parte de consorcios multinacionales, convirtiéndose en silenciosos cómplices  de la destrucción del equilibrio ecológico.

Ante estas dolosas faltas de transparencia, ética y moral, ha sido devastada, cerca de una tercera parte del ecosistema y biodiversidad, incluidas áreas protegidas, todos tipificados como graves delitos en el  Código Penal.

Teniendo en cuenta, los abusos y excesos extendidos en contratos y otras concesiones leoninas en el Corredor Biológico Mesoamericano, nacimiento natural de nuestras mas relevantes fuentes hídricas subterráneas que  alimentan la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá, por donde transita la vía interoceánica, que a su vez abastecen del vital líquido a las ciudades terminales de Colón y Panamá, sin excluir el paso obligado de cientos de miles de aves migratorias, en esa armónica conjunción maravillosa de musical biodiversidad, todas las épocas del año, única en el Mundo.

En otro aspecto, la Asamblea Nacional de Diputados, sistemáticamente ha violentado el Texto Constitucional, toda la legislación medioambiental  y biodiversidad sostenible, favoreciendo la contaminación del aire, el agua, los alimentos, comprometiendo severamente el desarrollo, la salud, la vida de los seres humanos, flora y fauna colindantes.

En ese mismo contexto, las emanaciones y propagaciones  producidas por la generación energética de termoeléctricas, activadas por carbón y bunker C, aunado el parque vehicular superando las 700,000 unidades, estos impulsados por derivados de hidrocarburos, a nivel Nacional, sin dejar de contabilizar los incendios forestales.
Tomando en cuenta, que la función principal del Estado, como lo mandata nuestra Magna Carta dice textualmente así: Artículo No. 119: El Estado y todos los habitantes del territorio Nacional tienen el deber de propiciar un desarrollo social y económico que prevenga la contaminación del ambiente, mantenga el equilibrio ecológico y evite la destrucción de los ecosistemas.

De otro lado, es insuficiente esta aspiración legítima de la población y los ambientalistas por la protección de los recursos naturales, ecosistemas y su biodiversidad.

En otro orden de prioridades, se hace impostergable abrir los espacios de participación para un Gran Debate Nacional y legislar para controlar la actividad dentro del Sistema Ecológico mediante la prohibición de cualesquiera alteración medio ambiental de las actividades conexas de la devastadora minería metálica de cielo abierto por los nefastos y catastróficos resultados donde se aplicado esta forma de explotación de metales preciosos como el oro, plata, níquel, platino, cobre y zinc. Por los intereses oscuros, mezquinos y egoístas de apetitos insaciables de las Empresas mineras trasnacionales.
 
En otro contexto, la Constitución Política de la República de Panamá, ordena: Título I, El Estado Panameño: Art. 3, El territorio nacional no podrá ser jamás cedido, traspasado o enajenado, ni temporal ni parcialmente, a otros Estado.

Ninguna Ley impuesta, aprobada sin mediar auténtica consulta de la población, a espaldas del pueblo y a tambor batiente, en madrugonazos o no, es ilegítima e ilegal, debe respetar el  marco jurídico constitucional elevarse y someterse a referéndum nacional.

Así mismo en el orden técnico jurídico,  la creación de un Tribunal Supremo Internacional Medioambiental y del Agua, compuesto por tres magistrados y sus suplentes, que su principal perfil sea la fiel trayectoria comprobada de su lucha inclaudicable e insobornable en defensa de los ecosistemas y su bio-diversidad.

En el plano de la orientación, formación académica, plasmar, en forma integral con el Ministerio de Educación y la Universidad de Panamá, Universidad Tecnológica, para la capacitación técnico científica y superación profesional, desde la infancia, crear la cultura por la protección y defensa del régimen ecológico, con un soporte económico y financiero, no menor de veinte por ciento  del Presupuesto General del Estado. 

Frente al dantesco y caótico escenario que se nos avecina: huracanes, tsunamis, severas sequías e implacables derrumbes, inundaciones, deslaves, acompañados de las afectaciones de desastrosas consecuencias nunca antes vistas, hay que desarrollar con urgencia el orden de prioridades debido al avance gigantesco de las incalculables proporciones, por su incuestionable inmediatez.

De otra parte, restaurar los bosques que han sido severamente afectados y devastados, iniciando una entusiasta jornada de reforestación, en la siembra de mil árboles o plantones por cada uno destruido, esta labor es deber de todos, con todos y por todos, junto al Sistema Público en coordinación con la comunidad.

Por otro lado, establecer las fórmulas mas adecuadas por el Estado para la obtención de nuevas fuentes alternativas de energía renovable sostenible e inocua con el ecosistema, es decir la eólica y así aprovechar las corrientes de aire en nuestras montañas.

No resulta ocioso, el compromiso Estatal  de represar las fuentes hídricas de los ríos, lagunas, quebradas y riachuelos secos, luego de la repoblación de los bosques arrasados, y por otro lado, utilizar la energía hidráulica, en ese orden de ideas, aprovechar en doble sentido la energía eléctrica con la distribución equitativa, adecuada y eficiente del  servicio público de agua potable para dar respuestas y soluciones al grave problema del suministro de el líquido vital, donde se necesite.

La instalación por el Sector Público, de los panales de energía fotovoltaica en lugares remotos y de difícil acceso, ese potencial recurso de la energía solar resultaría en apropiada inversión debido a su nobleza con el medio ambiente.

Es importante tener presente, otras fuentes Estatales alternativas de energía saludables para los ecosistemas, por su carácter renovable y sustentable, nos referimos a las fuentes termales (vapor de agua) subterráneas.

Por todo lo anterior, los gravísimos daños ocasionados al sistema ecológico, incluso áreas protegidas en la República de Panamá, se presenta la última y única oportunidad de adecuar las medidas necesarias para garantizar que la utilización y el aprovechamiento de la fauna terrestre, fluvial y marina, así como los bosques, tierras y aguas, se lleven a cabo racionalmente, de manera que se evite su depredación y se asegure su preservación, renovación, sostenibilidad y permanencia, como lo obliga el Texto Constitucional en su artículo No. 120, contentivo del Capítulo 7mo, relativo al Régimen Ecológico

Por otra parte, el articulado No. 121 de nuestra Carta Magna señala: La Ley reglamentará el aprovechamiento de los recursos naturales no renovables, a fin de evitar que el mismo se derive en perjuicios sociales, económicos y ambientales.

Así las cosas, es vital e imprescindible contar con la creación del Nuevo Estado Nacional, Democrático, Participativo Pluralista, No Excluyente, para Todos y de Todos, Protagónico, con una Plataforma Estratégica de Desarrollo Humano Sostenible, con pleno empleo de calidad y estabilidad  laboral.

Frente a las convulsiones económicas y financieras del debilitado sistema capitalista global que sustenta el status quo y los sectores dominantes oligárquico-financieros, neo-colonialistas, pro-imperialistas, de la colapsada globalización neoliberal depredadora, se hace insoslayable, retomar el rumbo revolucionario en la época actual, de recorrer las Nuevas Avenidas Libertarias de Nuestra América.

Asimismo, esta es la Gran Oportunidad Patriótica de realizar enfrentando los Nuevos Retos y Desafíos, hacia las Profundas Transformaciones de abajo hacia arriba, por la Nueva Sociedad con Equidad, Igualdad y Justicia Social, bajo la égida de la Espada de la Unidad Continental Bolivariana.

Ponencia expuesta por:  LUIS ALFONSO ROMERO CHATRU

01 de febrero de 2012
Tels.:  (507):  221-4421
          (507): 6720-7000
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Correo electrónico: lromerochatru@hotmail.com