Marco A.
Gandásegui, hijo.
EEUU y su socio Israel quedaron solos en la votación por poner fin al
bloqueo de Washington contra Cuba realizado en la sede de las Naciones Unidas
(ONU). Todos los años los 193 países someten a votación la moción que le pide a
EEUU que ponga fin al bloqueo de la isla. Este año 191 votaron en contra del
bloqueo y dos votaron a favor.
Lo que sorprende es que EEUU se opone al levantamiento del bloqueo a pesar
de haber iniciado conversaciones con Cuba para normalizar sus relaciones a
fines de 2014. Incluso, los presidentes de los dos países se reunieron en la
ciudad de Panamá a principios de año. Después de más de 50 años se reabrieron
las sedes diplomáticas en las capitales de ambos países. A pesar de estos
supuestos avances, EEUU sigue decidido en conservar el bloqueo.
El ministro de Relaciones Exteriores de La Habana, Bruno Rodríguez,
pronunció un discurso con motivo del aplastante apoyo que recibió Cuba por
parte del mundo entero en la ONU. Según Rodríguez, “las medidas adoptadas por
el ejecutivo norteamericano que entraron en vigor en enero y luego fueron
ampliadas en septiembre, aunque positivas, sólo modifican de forma muy limitada
algunos elementos de la aplicación del bloqueo”.
Aún falta mucho para que Cuba pueda “exportar e importar libremente
productos y servicios hacia o desde EEUU, utilizar el dólar en sus
transacciones financieras internacionales y operar cuentas en esa moneda en
bancos de terceros países. Diez meses después de los anuncios del 17 de
diciembre, no se ha producido ninguna modificación tangible, sustancial, en la
práctica del bloqueo. La eliminación de Cuba de la espuria lista de Estados
patrocinadores del terrorismo internacional apenas ha tenido consecuencias en
la ejecución del bloqueo”.
En octubre, EEUU le aplicó una multa de 1,116 millones de dólares al banco
francés Credit Agricole que se suma a la de $1,710 millones al alemán
Commerzbank el pasado mes de marzo, por realizar transacciones con Cuba. El
sistema de mensajería segura SWIFT canceló un contrato de servicios, fue
retenido el primer pago de la compañía Sprint para iniciar las llamadas
telefónicas directas y se retuvieron varias transferencias bancarias a Cuba por
la operación de vuelos chárter.
Las exiguas compras cubanas de alimentos en EEUU, que es una de las pocas
excepciones al bloqueo, aprobadas en 2000 por el Congreso, han disminuido
significativamente en el último año, debido a que están sujetas a condiciones
discriminatorias y onerosas. Cada compra tiene que ser autorizada por una
licencia y se prohíben los créditos. Cuba está obligada a pagar en efectivo y
por adelantado, a través de entidades bancarias de terceros países y no puede
utilizar barcos propios para transportar los productos.
Algo similar ocurre con las importaciones de medicamentos, también
condicionadas desde 1992 por la ley de EEUU. Cuba debe dar cuenta sobre el
destinatario final de las medicinas adquiridas y no puede hacer los pagos
directamente, sino a través de terceros y en una moneda distinta al dólar. A su
vez, la compañía Elekta confirmó en septiembre que no podrá suministrar al
Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología, ni a otros hospitales, el
isótopo radioactivo Iridio-192 que garantiza el normal funcionamiento de los
equipos de braquiterapia, imprescindibles para impartir tratamientos de mayor
calidad y precisión contra el cáncer. Su suministrador, la compañía
estadounidense Mallinckrodt Pharmaceuticals, se negó a venderlo con destino a
Cuba.
Igualmente, la compañía
norteamericana Small Bone Innovation, Inc. ha rehusado suministrar
al Complejo Ortopédico “Frank País” prótesis para las articulaciones de la
muñeca y mano para pacientes con artritis reumatoide. En junio del presente
año, la compañía estadounidense SIGMA Aldrich se negó a proporcionar a la
compañía Quimimpex productos, servicios e información técnica indispensables
para la industria química. Siguió el mismo guión la empresa norteamericana
Columbiana Boiler Company que le dijo a la citada empresa estar impedida de
exportar los cilindros necesarios para envasar el cloro destinado a la
potabilización del agua.
El canciller Rodríguez concluyó que se calcula que los daños económicos que
ha ocasionado el bloqueo de EEUU a Cuba, en más de medio siglo, ascienden (a
precios corrientes), a un total de 121.192 millones de dólares, cifra de enorme
magnitud para una economía pequeña como la cubana.
Muchos creían que EEUU se abstendría en la votación contra su bloqueo para
dejar sola a Israel. Se equivocaron.
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