Por: Elixsandro Ballesteros.
La
salida golpista del 68 a la crisis del régimen político colonial – oligárquico.
La gesta patriótica de enero de 1964 puso de manifiesto
el insostenible régimen colonial de la denominada “Zona del Canal”, el auge de
las movilizaciones de maestros, profesores y estudiantes que profundizan sus
demandas reivindicativas, el fortalecimiento en consecuencia del movimiento
popular, al cual, particularmente contra la F.E.P., las fuerzas de la oligarquía
y del imperialismo respondieron con una feroz represión, y trataron de destruir
con el vil asesinato en junio de 1966 del joven patriota, héroe de las jornadas
antimperialistas de enero de 1964 y ejemplar revolucionario de la Federación de
Estudiantes de Panamá, JUAN ANTONIO NAVAS.
La movilización en 1967 de los estudiantes bajo su combativa organización, la Federación de estudiantes de Panamà ( F.E.P), de los obreros y
los profesionales patriotas, contra la pretensión de aprobar los tratados
leoninos y antinacionales, conocidos como los Tres en uno, con los que se traicionaba la voluntad de los mártires de enero, fue capaz de detener la nueva entrega del país al imperialismo norteamericano. Al mismo tiempo, esta tenaz
lucha popular y patriótica influyó en la profundización de la crisis política
de la oligarquía, económica y social. Fue evidente el desprestigio alcanzado
por la oligarquía presente en los principales partidos políticos que
participaron en las elecciones de mayo y que son desplazados del poder
político, bajo su manifiesta incapacidad de gobernar.
Golpe militar del 11 de
octubre de 1968
El golpe militar, que se da como salida a la crisis política del momento,
produjo una ruptura de continuidad de la República oligárquica iniciada en
1903. Reflejó la autonomía política que adquirió la Guardia Nacional frente al
poder oligárquico. El antiguo brazo armado de la oligarquía, ahora afirmaba su
poder político en contradicción con el populismo arnulfista y los sectores
mayoritarios de la oligarquía.
En los inicios del golpe castrense, sobre el movimiento popular principalmente
la F.E.P., y dirigentes revolucionarios se descargó la represión. Se clausuró
la Universidad de Panamá, los líderes estudiantiles y populares pasaron a la
clandestinidad, el encarcelamiento y al exilio. Represión promovida
especialmente de parte de oficiales anticomunistas y de derecha.
La confrontación al golpe de Estado, a la Guardia Nacional, se explica no solo
por su tradición antipopular, sino también por el carácter represivo que
caracterizó la primera fase de la acción militar del 68.
Mientras, en contraste a la resistencia popular, las cúpulas de los partidos
que rivalizaron electoralmente se entendían para buscar una salida que les
permitiera recuperar el control sobre el gobierno. Otros, simplemente, corrieron
a refugiarse a la antigua Zona del Canal y ampararse en el escudo protector del
imperio y solicitaron la intervención militar para que los restableciera en el
poder.
A lo interno de la institución militar, inicialmente, sin consenso en su cúpula
y en medio de expresiones demagógicas y de tímidas reformas en el agro, se
dirimió una intensa pugna de visiones que variaban entre el clásico gorilato
que tomaba partido por la devolución del poder a un sector de la oligarquía y
sectores, encabezados por Omar Torrijos, que proponían aprovechar la
oportunidad para iniciar un proceso inédito en la historia de corte
nacionalista, anticolonial y popular.
La
apertura democrática que se produce a partir de la consolidación del control
del poder por Omar Torrijos.
A partir de diciembre de 1969, el necesario rumbo
antioligárquico y antimperialista como opción viable a la crisis que no
alcanzaba su fin, requería de la liberación de los presos políticos, el cese de
la represión a las organizaciones y líderes populares, el retorno de los
exiliados, como condiciones de la apertura democrática.
Esta apertura democrática creó condiciones para la reorganización de las masas
populares y favoreció los planteamientos de las fuerzas progresistas. Se
reorganiza la Federación de Estudiantes de Panamá, defensora de los intereses
de nuestro pueblo y portadora de una incuestionable tradición antimperialista.
Los sectores populares reconocen el protagonismo patriótico de la Guardia
Nacional, distinguiendo su tradición antimilitarista debido al papel represivo
que jugó esta institución al servicio de la oligarquía y del colonialismo
canalero, del nuevo protagonismo a favor del pueblo panameño y contra el
enclave colonial.
El proyecto liderizado por Torrijos asume la lucha contra la presencia colonial
y las banderas reivindicativas del movimiento popular. En ese camino, el
gobierno incorpora a la clase media, a profesionales desarrollistas, al sector
privado relacionado principalmente con la actividad productiva del agro y de la
industria, contando con el respaldo de amplios sectores de trabajadores del
campo y de la ciudad, del movimiento estudiantil, sindical, la juventud barrial
y de las mujeres.
En su despegue, el proyecto efectuó transformaciones políticas, económicas,
sociales y otras en el área de la política internacional, que lo situaron como
un proceso que cumplía tareas democráticas y de liberación nacional.
Durante el proceso revolucionario aparecieron nuevas formas de propiedad en la
economía (la estatal y la cooperativa), y la búsqueda de nuevas forma de
democracia participativa con la creación del Poder Popular (1972) y se aprueban
leyes para beneficiar a la población más humilde. Se reorganiza el movimiento
popular y se promueve el desarrollo de nuevas formas de organización de las
comunidades en juntas comunales y locales, comités de salud, organizaciones
juveniles y de mujeres, comités barriales y los asentamientos campesinos.
Su
patriotismo revolucionario, su capacidad de administrar las contradicciones de
clase y con la potencia estadounidense, así como su gran sensibilidad con el
pueblo humilde y trabajador, dieron origen al liderazgo del proceso democrático
revolucionario, del General Torrijos. Es el episodio inédito de la historia
panameña conocido como torrijismo y que un sector de la izquierda calificó de
“bonapartismo”. Por su lado, una parte de la tradición oligárquica desplazada
de la administración gubernamental, también el centro derecha Partido Demócrata
Cristiano y la llamada “ultraizquierda” coinciden en asumir que se trató de una
dictadura militar.
El torrijismo, además de realizar importantes
transformaciones socioeconómicas, políticas y culturales, que quedaron
inconclusas. Legó para la nación panameña, la materialización del objetivo
anticolonial plasmado en los Tratados Torrijos-Carter.
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