La historia descriptiva, esa que privilegia la mayoría de
los historiadores, glorifica a Vasco Núñez de Balboa (1475-1519) atribuyéndole
el rango de descubridor del mar del Sur, descripción que despierta
algunos asomos de inquietud y malestar en aquellos panameños que se resisten a
ponderar un hecho donde prevaleció la codicia y los apetitos insaciables por el
despojo del oro y otros minerales preciosos a nuestros pueblos originarios.
Sobre Balboa, un perfecto desconocido en la península
ibérica, reposan pocos referentes de su infancia y procedencia familiar. No
obstante, pese a sus limitaciones cognitivas, Balboa, motivado por las faenas
exitosas de Cristóbal Colón, acumuló mucha experiencia a partir de su primer
viaje con Rodrigo de Bastidas en 1501.
Luego de vencer a Cémaco
y tras lograr un valioso botín, en septiembre de 1510, conforme al voto
efectuado, los españoles fundan la población de Santa María de La Antigua del
Darién. El éxito de la batalla contra el cacique, dio a Balboa prestigio
creciente sobre sus compañeros, lo que iba en detrimento de la autoridad del
Bachiller Enciso,
quien se desempeñaba como Alcalde Mayor de Nueva Andalucía.
En tierra firme, Balboa se vio envuelto en varias
escaramuzas por el poder y dominio de las tierras descubiertas lo que devino en
su decapitación en enero de 1519 “acusado de traidor y usurpador de los
territorios de la corona”.
Aún cuando a Balboa se le procura ubicar como un personaje
menos agresivo, su agenda no dista de los apetitos voraces de los
demás conquistadores, mismos que seguían a pie juntillas las disposiciones de
la corona española la cual era el dominio, pillaje y saqueo a costa de lo
que fuera de los nuevos territorios avistados.
“En los primeros 150 años de conquista, 17 mil toneladas de
Plata y unas 200 toneladas de Oro arribaron a España y potenciaron el incipiente
desarrollo comercial y manufacturero, que abrió las puertas a la Revolución
Industrial y al desarrollo capitalista de Europa”, sostiene Bernardo Veksler,
investigador argentino.
En menos de una década, los españoles exploraron casi todas
las islas del Caribe, especialmente Cuba, Jamaica; Puerto Rico y La Española. En
1513 Balboa avistó el Pacífico. De 1520-30 se inició la conquista de México
y Centroamérica. Y en la siguiente, le tocó a Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia
y Chile. (Vitali, 1998).
“Un siglo después de la llegada de Cristóbal Colón al mar
Caribe, de los más de 70 millones de indígenas, sólo quedaban tres millones y
medio”.
A sabiendas de esta radiografía, que marcó un antes y un
después en la historia de la América mestiza, en Panamá los “teóricos de la
sumisión al invasor” destacan al conquistador Balboa en Avenidas, estatuas
y monedas, ignorando las luchas legitimas de Cémaco, Bayano y Kibian que en su
instinto natural ubicaron con pertinencia los objetivos de dominación que
animaba a los conquistadores europeos. Seria honorable ponderar y
reconocer en la fecha de celebración de los 500 años de este encontronazo
de dos culturas el coraje de nuestros pueblos originarios por la defensa de
su dignidad.
Cordiales Saludos Torrijistas
Movimiento de Bases Torrijistas [MOBAT]
Coordinación Nacional
No hay comentarios:
Publicar un comentario