domingo, 20 de abril de 2014

Sobre las elecciones 2014, los planes engañosos y las tibiezas ideológicas.

Sin Ambages


A escasos días de celebrarse las elecciones generales de 2014 dizque para renovar los órganos de gobierno del Estado Nacional de Panamá el panorama electoral no es muy distinto de lo que ha ocurrido en los procesos electorales desde el inicio de la República. Se cambian los hombres y los nombres pero no el carácter y orientación de los que administraran el Poder del Estado, es decir, no se renueva la clase social que manda en nuestra sociedad a través de los órganos de Poder del Estado (salvo la honrosa excepción de la elección de los originales Representantes de Corregimiento que aprobaron la Constitución de 1972. Hay que recordar que esa elección no privó ni la cuna ni la fortuna).

Terminados ya los famosos “debates” presidenciales lo que ha quedado es un sabor a mentiras y engaños pronunciados por los candidatos para camelar el voto del pueblo (entendamos por pueblo todos los sectores sociales que tienen intereses contrarios a aquellas clases sociales que impulsan e imponen el neoliberalismo aquí en Panamá) cuando no de tímidas proposiciones impugnadoras del modelo económico neoliberal y la naturaleza del antidemocrático sistema electoral vigente sin entrar a profundizar en los intereses de clase que cada uno representa.

Así los candidatos de la burguesía-oligarquía, en los debates y planes de gobierno, no expresan el interés de su clase de seguir explotando al pueblo trabajador y seguir entregando los recursos naturales de la nación a la voracidad de sus socios internacionales. Los ocultan. Y los candidatos que representan al pueblo, usan palabras escogidas para no “asustar a los electores” y que no los asocien con la izquierda o con posiciones socialistas por lo que no plantean, de una vez por todas, en lenguaje preciso, la posición ideológica del pueblo que ellos representan. No lo dicen, lo insinúan, son tibios.

Porque la ideología es la autoconciencia teórica o un sistema de ideas y concepciones de una clase social invisibilizarla equivale a promover la “desideologización” tan cacareada por la burguesía para que la conciencia de clase del pueblo no ascienda a mayores niveles. Si no aprovechamos las elecciones para contrastar posiciones ideológicas ¿cómo pretendemos que en el futuro el pueblo no se deje engañar por los zalameros programas burgueses de gobierno y no identifique, sin ninguna duda, en donde están sus intereses de clase?

Es necesario recordar que “los hombres han sido siempre en política cándidas victimas del engaño de los demás y del engaño propio, y lo seguirán siendo mientras no aprendan a discernir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase”.

Y que hablar de los llamados planes y programas de gobiernos, cual de todos mas difusos e imprecisos y de los mil y un pactos que firman los candidatos de los que no se acordarán jamás porque son solamente instrumentos para conquistar el voto del pueblo. Otra cosa harán cuando se encaramen en los mecanismos de poder del Estado porque el pueblo no tiene forma de hacerle pagar sus sevicias no más que castigándolos con un voto de castigo en la próxima elección porque ni perseguirlo ni juzgarlos puede con el actual sistema de administración de justicia.

Toda esta palabrería huera de los pactos, planes y programas que nos han presentado nos hace recordar el plan de gobierno del Proceso Revolucionario expresado por Omar: “Cuando nosotros llegamos al Gobierno, la Guardia Nacional junto con todos los funcionarios que nos acompañan, hicimos el juramento de dedicar el esfuerzo del Gobierno Revolucionario al servicio del hombre a quien el Estado nunca había recordado: El indio, el campesino, el pobre…, el que tiene hambre, el que está anémico, el que anda agachado….” (La Batalla de Panamá, Editorial Eudeba, Buenos Aires, 1973. p. 54). En la práctica las acciones del Gobierno Revolucionario se dirigieron a materializar este plan y en gran medida se fueron logrando hasta que asesinaron  a Omar.

¿Se atreve algún candidato presidencial a presentar algo parecido, tan sencillo y preciso?

Dirección Nacional del MOBAT.

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