El
Tucán y su Escribano
Hay quienes
tienen el don de hacer el ridículo en cuanto abren la boca sin haber conectado
el cerebro a la lengua, peor aún meten la pata y no lo perciben, bueno uno de
esos tipos es el Sultanillo de Ancara, Erdogan, quién se cree apto y capacitado
para censurar el humor no solamente en su país si no también en Alemania, para
ejercer la misma evidentemente utiliza el chantaje político debido a su
posición privilegiada de ser el fundamentalista islámico favorito del
occidente.
En días pasados evidentemente aburrido por la programación de la TV
-Turca se dedicó a mirar el tercer canal alemán y ahí descubrió que un
cabaretista denominado Böhmermann le había “dedicado” unos versos a su persona,
claro está estos versos no lo alaban y eso no le gusta a los sultanes, en
verdad el texto de los mencionados versos tampoco nos gusta a nosotros, pero
bueno la mujer del vecino no tiene que ser de mi gusto; el Sultán molesto llamó
inmediatamente a su amiguita pio pio Merkel pidiéndole una prohibición del
mencionado verso y un castigo contra el autor, en forma pelele como siempre que
se siente en apuros la Tía Merkel le explicaba al Sultán que en Alemania los
artistas y otros comunicadores públicos gozan de la libertad de expresión y no
es tan fácil quitarlos del paso, cosa que para un absoluto como él es un
absurdo, ya que cuando un periodista o artista dice o hace algo contra su
persona o forma de gobernar lo mete preso o lo nacionaliza como hizo
recientemente con un diario turco que lo criticaba.
Pues está comedilla nos
haría reír si el gobierno alemán y sobre todo la Sra. Merkel dejarán en claro
qué en Alemania rigen las leyes alemanas y no las turcas, pero no, se permite a
un mandatario extranjero dictarle indirectamente a la sociedad los criterios
sobre el humor, cuando sus abogados presentan una demanda y el gobierno federal
alemán decide permitir un proceso judicial en contra del mencionado artista.
El
comportamiento del sultán Erdogan provoca risas en nuestros ojos y puntos de
vista ya qué desea con el mismo demonstrar la importancia de Turquía en el
mundo pero el del gobierno alemán es para llorar debido a qué producto de la
crisis migratoria se han convertido en rehenes de un régimen que pisotea y
viola las libertades personales y de expresión y los “grandes” demócratas
europeos abierta y solapadamente lo avalan, hasta cuando seguirá esta politica
de la doble moral del occidente?
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