viernes, 1 de febrero de 2013

¿Ministra de Estado o del sector privado?



Todos los medios escritos, incluso La Prensa (25/1/13), hacen referencia a la reunión-desayuno de la ministra de Educación, Lucy Molinar, con el sector empresarial (igual como ocurrió en los años anteriores), en un lujoso hotel de la localidad; en donde esta rindió y presentó su “informe de gestión” y proyectos para el año 2013, a los miembros de la empresa privada y algunos invitados especiales, entre otros, académicos y de la sociedad civil.

El acto parecía más bien una reunión-almuerzo de Apede (Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa), del CoNEP (Consejo Nacional de la Empresa Privada) o de la Cámara de Comercio, Agricultura e Industrias de Panamá.
Dada la importancia del citado evento educativo, nos parece más apropiado que hubiese sido, por ejemplo, en el Paraninfo o el domo de la Universidad de Panamá, el lugar indicado para llevarlo a cabo; con la asistencia mayoritaria de delegaciones representativas de todas las organizaciones magisteriales de la República.

La señora ministra, empero, por su condición característica muy propia (apegada a la “fraseología”), habló de su proyecto de “transformación curricular”, de las escuelas modelo, de cifras estadísticas y estimaciones sobre los resultados de la enseñanza básica, premedia y media oficial. Y finalizó su conferencia con una de sus frases pintorescas, un tanto risible: “La política solo podrá llegar hasta las puertas de las escuelas” (?)

No es que nos opongamos a la participación del sector privado en la educación ni de ningún otro sector social, por cuanto la educación es un problema y un compromiso de todos; es la responsabilidad estatal democrática por excelencia. Pero lo cierto es que la actual ministra de Educación en más de tres largos años y medio en el cargo, jamás ha intentado siquiera realizar un congreso nacional de educación con la participación de todos los gremios docentes del país, representantes de los padres de familia y de estudiantes para discutir, analizar y conocer a fondo los verdaderos problemas de la educación nacional.

Es cierto que pocas veces en la historia del país los representantes del magisterio nacional (maestros y profesores) han sido convocados por el Ministerio de Educación (Meduca) para deliberar sobre los problemas de la educación panameña. Pocas veces también este movimiento incontenible, decididamente orientado hacia la iniciación de una nueva era para la educación nacional, podría coincidir con un año preelectoral, hacia la elección de un presidente honesto, capaz e incorruptible en 2014, confiado en hacer de la educación popular el eje de su administración.

Pruebas son estas de que ya existe una conciencia social sobre la apreciación de la cuestión educativa y un problema maduro que reclama la acción inmediata, la mano enérgica y audaz que sepa sacarlo de los subsuelos de la especulación y la improvisación para colocarlo bajo la luz meridiana de las realidades nacionales.

¿Quiénes más autorizados que los educadores (maestros y profesores) para poner sus puntos de vista sobre el máximo problema panameño? Los educadores, quiérase o no, representan la voz de la conciencia del cuerpo docente del país; por lo mismo acudirían de todas las comunidades que integran el territorio nacional, si son llamados por el Meduca al encuentro de un congreso nacional de educación. Son ellos los que han estado y están en contacto directo con los niños y los adolescentes de toda la República y llevan sobre sus corazones la pesadumbre que aflige al pueblo proscrito.

Seguros estamos de que habrían de considerar en ese posible congreso los problemas de organización, perfeccionamiento y formación del magisterio; pero no se crea que el fin primordial de los docentes sería la contemplación de un simple interés material para el educador. Si perseguimos el sentido gremial del cuerpo docente, es con el fin principal que este halle los caminos más adecuados para su dignificación y perfeccionamiento y un amplio campo para el intercambio de sus ideas y la expresión de su pensamiento sobre las cuestiones que atañen a la orientación de la educación y la cultura panameña.

PAULINO ROMERO C.
EDUCADOR

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